Un hombre se entrega en Sevilla como autor del asesinato de un hombre en plena calle en Madrid

Un hombre se ha presentado a las cuatro de la madrugada en la comandancia de la Guardia Civil de Montequinto (Sevilla) y ha asegurado ser el autor de los disparos que este mi¨¦rcoles acabaron con la vida de un hombre en plena calle en Madrid. Los agentes han entregado al hombre a la Polic¨ªa Nacional, que es la que se encarga de la investigaci¨®n. El asesinato se produjo este mi¨¦rcoles, cuando un grupo de agresores tendieron una em...

Un hombre se ha presentado a las cuatro de la madrugada en la comandancia de la Guardia Civil de Montequinto (Sevilla) y ha asegurado ser el autor de los disparos que este mi¨¦rcoles acabaron con la vida de un hombre en plena calle en Madrid. Los agentes han entregado al hombre a la Polic¨ªa Nacional, que es la que se encarga de la investigaci¨®n. El asesinato se produjo este mi¨¦rcoles, cuando un grupo de agresores tendieron una emboscada a un hombre que iba conduciendo. Uno de ellos le dispar¨® al menos cinco tiros que lo mataron en el acto. Los sanitarios no pudieron hacer nada por reanimarle. El hombre que se ha entregado ser¨¢ trasladado a Madrid, donde el grupo de Homicidios le tomar¨¢ declaraci¨®n para proseguir con las pesquisas del crimen. La principal hip¨®tesis es un ajuste de cuentas entre familias por una cuesti¨®n sentimental.

Pasaban las tres de la tarde cuando un coche arroll¨® a otro en la avenida de Guadalajara esquina con la plaza de Alsacia, al este de la ciudad de Madrid, frente al centro comercial Las Rosas, en el distrito de San Blas-Canillejas. A continuaci¨®n y cuando el conductor estaba a¨²n aturdido por el golpe, otro veh¨ªculo se par¨® delante del suyo y de ¨¦l sali¨® un hombre que le dispar¨® al menos cinco veces. Un sanitario del Samur fuera de su horario laboral estaba cerca por casualidad atendiendo a otra chica cuando sucedieron los hechos. Fue el primero en atender a la v¨ªctima, pero no pudo hacer nada por salvar su vida. Despu¨¦s de la ejecuci¨®n en plena calle, los dos turismos escaparon del lugar. El fallecido se llamaba Joaqu¨ªn y ten¨ªa 46 a?os.

El lugar se llen¨® en pocos minutos de curiosos y vecinos del barrio. Muchos de ellos grabaron con sus m¨®viles los momentos posteriores al asesinato. En ellos se ve a los m¨¦dicos realizando el masaje card¨ªaco a la v¨ªctima tumbada sobre el asfalto, los impactos de bala en la estaci¨®n de metro y al hombre ya tiroteado y lleno de sangre asomando por la puerta del copiloto de su coche gris. El veh¨ªculo qued¨® completamente destrozado y volcado en la calle lo que da una idea de la brutalidad con la que le embistieron.

Las primeras hip¨®tesis apuntan a alg¨²n tipo de ajuste de cuentas entre grupos rivales, y descartan que la muerte se debiera a una discusi¨®n por motivos de tr¨¢fico. Los vecinos se concentraron inmediatamente despu¨¦s de lo ocurrido en las calles de alrededor de la zona precintada, asustados por el ruido del tiroteo. Algunos de ellos, que pudieron ver a la v¨ªctima antes de que llegara la polic¨ªa, hablan de un arreglo de cuentas del clan conocido en el barrio como Los Milagrones. ¡°Esto no se acaba hoy, ya ver¨¢s como dentro de un tiempo va a pasar algo m¨¢s¡±, comentaba una vecina que no quiere ser identificada por miedo a represalias.

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