Un macrobotell¨®n para celebrar San Cemento re¨²ne a 5.000 personas en la Ciudad Universitaria de Madrid
La cita, que se repite cada ¨²ltimo jueves de abril, no se celebraba desde 2019 a causa de la pandemia
Tras dos a?os de pandemia y restricciones, la Ciudad Universitaria de Madrid ha vuelto a acoger el macrobotell¨®n de San Cemento, que se celebra cada ¨²ltimo jueves de abril. No ha servido de nada el despliegue policial que desde primera hora de la tarde intentaba evitar la congregaci¨®n de estudiantes y botellas de alcohol, porque unos 5.000 j¨®venes, seg¨²n el c¨¢lculo de los agentes del dispositivo, han acudido al parque situado al lado del edificio multiuso, junto a las facultades de Derecho y Filosof¨ªa de la Universidad Complutense.
Para Zoe Fern¨¢ndez, estudiante de literatura de 26 a?os...
Tras dos a?os de pandemia y restricciones, la Ciudad Universitaria de Madrid ha vuelto a acoger el macrobotell¨®n de San Cemento, que se celebra cada ¨²ltimo jueves de abril. No ha servido de nada el despliegue policial que desde primera hora de la tarde intentaba evitar la congregaci¨®n de estudiantes y botellas de alcohol, porque unos 5.000 j¨®venes, seg¨²n el c¨¢lculo de los agentes del dispositivo, han acudido al parque situado al lado del edificio multiuso, junto a las facultades de Derecho y Filosof¨ªa de la Universidad Complutense.
Para Zoe Fern¨¢ndez, estudiante de literatura de 26 a?os, era el tercer San Cemento. Este a?o, admit¨ªa, ha sido m¨¢s dif¨ªcil de lo habitual encontrar un sitio donde reunirse. A las seis y media de la tarde lleg¨® a la facultad de Derecho, el punto donde se suelen encontrar los universitarios todos los a?os. ¡°Vi a la polic¨ªa, estaban echando a todo el mundo. Nadie sab¨ªa a donde ir, pero empezaron a caminar y yo a seguirlos¡±, comentaba divertida, mientras tomaba un sorbo de cerveza.
Cientos de personas empezaron a caminar por la avenida de la Complutense, hasta parar en el jard¨ªn que hay detr¨¢s de la facultad de Derecho. La fiesta, sin embargo, no dur¨® mucho: a los 20 minutos, la polic¨ªa a caballo lleg¨® para echarlos. Los miles de j¨®venes tuvieron que volver a moverse, esta vez hasta bajar en el arroyo que se encuentra entre la facultad y la biblioteca Mar¨ªa Zambrano. Una trashumancia de estudiantes con bolsas de pl¨¢sticos verdes y litronas en la mano, encabezados por un altavoz gigante con reguet¨®n a todo volumen. Los agentes se quedaron arriba para vigilar la escena y asegurarse de que no hubiera accidentes a lo largo de la tarde.
La convocatoria empez¨® a volar esta semana por los grupos WhatsApp y a trav¨¦s del boca a boca en las aulas. A causa del par¨®n de la pandemia, para muchos es el primer San Cemento de su vida universitaria. Es el caso de Jimena Rodr¨ªguez, que frecuenta el primer a?o de la facultad de Ingenier¨ªa de Materiales. Acudi¨® con sus compa?eros, porque ten¨ªan demasiadas ganas de participar en la famosa cita estudiantil. ¡°No me voy a quedar mucho, ma?ana tengo un examen. De hecho, est¨¢ aqu¨ª tambi¨¦n nuestro profesor¡±, confiesa entre risas.
La fiesta, originaria de la facultad de Arquitectura, congrega a los universitarios cada ¨²ltimo jueves de abril para beber durante todo el d¨ªa en el campus y sus alrededores. La ¨²ltima vez que se celebr¨®, en 2019, fue multitudinaria. Al d¨ªa siguiente, se recogieron cerca de 115 metros c¨²bicos de residuos y basuras en el campus de la Ciudad Universitaria.
Este a?o se ha difundido como cartel promocional una fotograf¨ªa del macrobotell¨®n de 25.000 personas que tuvo lugar en septiembre para celebrar el inicio de curso. En esta fecha, miles de asistentes se concentraron sin apenas mascarillas, ni distancia de seguridad, en las inmediaciones de facultades como la de Filolog¨ªa o de Derecho de la Complutense, as¨ª como en los andenes de la estaci¨®n de metro cercana.
La misma instituci¨®n se puso en alerta e intent¨® restringir el acceso al campus durante la convocatoria del botell¨®n. El mi¨¦rcoles, los estudiantes recibieron un correo donde les avisaban de la necesidad de ense?ar el carnet de la Complutense para acceder a la facultad a partir de las cuatro de la tarde. Una medida que finalmente adelantaron al mediod¨ªa, seg¨²n el testimonio de algunos estudiantes, para impedir a¨²n m¨¢s las concentraciones. No ha servido de nada. El final de las lluvias y los cielos despejados, la antesala del fin de semana y la pasividad de los agentes de polic¨ªa, que contemplaban la escena desde lejos, anim¨® a m¨¢s j¨®venes a sumarse al macrobotell¨®n.
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