Una orden religiosa alquila m¨¢s de un centenar de pisos en el centro de Madrid a precios competitivos a cambio de reformas
Los vecinos denuncian que las viviendas est¨¢n abandonadas y en mal estado, y que las subidas del alquiler no respetan la legislaci¨®n
Mariano Ordaz ha llorado dos veces. Primero, de impotencia, y despu¨¦s, de alivio. Lo ha hecho en el portal de su casa, el n¨²mero uno de la calle de Carnero, en el barrio de La Latina, a las once de la ma?ana y delante de unas 20 personas. Todas se hab¨ªan reunido all¨ª este mi¨¦rcoles para frenar su desahucio, pero no ha hecho falta frenar nada. Poco antes de la hora prevista para el desalojo, el procurador de la comisi¨®n judicial que deb¨ªa ejecutar la orden ha llamado con la buena noticia: Ordaz, de 64 a?os y en paro, se queda, hasta nuevo aviso, en el piso que le vio nacer. ¡°Que se apiaden, que...
Mariano Ordaz ha llorado dos veces. Primero, de impotencia, y despu¨¦s, de alivio. Lo ha hecho en el portal de su casa, el n¨²mero uno de la calle de Carnero, en el barrio de La Latina, a las once de la ma?ana y delante de unas 20 personas. Todas se hab¨ªan reunido all¨ª este mi¨¦rcoles para frenar su desahucio, pero no ha hecho falta frenar nada. Poco antes de la hora prevista para el desalojo, el procurador de la comisi¨®n judicial que deb¨ªa ejecutar la orden ha llamado con la buena noticia: Ordaz, de 64 a?os y en paro, se queda, hasta nuevo aviso, en el piso que le vio nacer. ¡°Que se apiaden, que para algo son la iglesia¡±, ha dicho antes de saber que no lo iban a echar. Con ¡°la iglesia¡± se refiere a los propietarios del inmueble, una orden religiosa que posee, al menos, siete bloques m¨¢s de viviendas y varios locales en el centro de Madrid, y que lleva a?os alquilando pisos a precios inferiores a los del mercado, con la condici¨®n de que los futuros inquilinos reformen parte de la casa por su cuenta. Pero tiene truco. Los vecinos denuncian que las viviendas est¨¢n abandonadas y en mal estado, y que las subidas del alquiler no respetan la legislaci¨®n.
Era un secreto a voces. Quien viv¨ªa en un piso propiedad de Venerable Orden Tercera de San Francisco (popularmente, VOT), lo sab¨ªa, a pesar de que no se publicita en ning¨²n lado. ¡°Nos hemos enterado de que son due?os de m¨¢s casas por el boca a boca¡±, cuenta Javier de Ugarte. Vive desde hace nueve a?os en un ¨¢tico en la calle Mira el Sol, tambi¨¦n en la Latina, y su bloque ¨D unos 20 pisos ¨D es propiedad de la orden religiosa. Cuando entr¨® pagaba 700 euros por una vivienda de dos habitaciones, pero a cambio le pidieron que renovara la cocina. Ahora son 900 euros al mes, todav¨ªa un poco por debajo de lo que cuestan las casas de caracter¨ªsticas similares en esa zona. En el portal inmobiliario Idealista, los m¨¢s baratos rondan los 1.200-1.500 euros.
¡°Pero las condiciones son horribles. No funciona ning¨²n enchufe, las tuber¨ªas est¨¢n llenas de ¨®xido y las paredes de carcoma. Hay goteras, agujeros en el techo, cables rotos, suciedad acumulada y puertas que no cierran¡±, detalla De Ugarte. Eso y que este oto?o le han subido el alquiler m¨¢s de un 2%, l¨ªmite que el Gobierno aprob¨® el pasado marzo para hacer frente a la crisis provocada por la invasi¨®n rusa de Ucrania y que se prorrogar¨¢ hasta el 31 de diciembre.
?l, y al menos otros 10 vecinos que viven en bloques propiedad de la orden, decidieron organizarse y denunciar su situaci¨®n al Sindicato de Inquilinas de Madrid. ¡°Hemos presionado y conseguido que se echen para atr¨¢s en varias ocasiones, pero es lento porque vamos uno a uno¡±, cuenta Alberto Mart¨ªnez, miembro del sindicato. Registran cada nuevo caso y los inquilinos afectados han creado un grupo de WhatsApp para identificar cu¨¢ntas propiedades tiene la Venerable. Lo han bautizado Afectados por los curas y son unas treinta personas. Por ahora, hay siete bloques de viviendas en la lista, y todas en el barrio de La Latina o zonas pr¨®ximas.
Los llaman ¡°los curas¡± porque la Venerable Orden Tercera es una congregaci¨®n religiosa que en su origen formaba parte de los Franciscanos, pero de quienes m¨¢s tarde se independiz¨®. En Madrid es conocida por ser due?a del hospital m¨¢s antiguo de la capital, un centro privado que lleva el nombre de la orden y fue construido en 1697 junto a la Bas¨ªlica de San Francisco el Grande y declarado Bien de Inter¨¦s Cultural en 1995. En la recepci¨®n no saben nada de los pisos de alquiler. ¡°Eso lo lleva Jose¡±, dice una de las empleadas. Su nombre se repite entre los vecinos del barrio. ¡°Es quien gestiona el tema de las viviendas¡±, explica Elena Montero, otra de las inquilinas que ha denunciado una subida en el alquiler.
¡°T¨² hablas con el gestor, no con la orden directamente. Y nunca por tel¨¦fono, siempre por correo electr¨®nico¡±, explica la vecina. En el hospital tampoco facilitan su n¨²mero, aunque indican que la congregaci¨®n tiene un local en la calle paralela al centro donde tal vez est¨¦. Es un bajo con dos mesas alargadas y cuatro ordenadores. Hay que tocar el timbre para entrar.
¨D?Eres inquilina?
¨DNo, ?est¨¢ Jose?
¨DAhora no.
¨D?Y su tel¨¦fono?
¨DNo lo tenemos.
Uno de los trabajadores zanja la conversaci¨®n, por lo que no se puede comprobar la veracidad y extensi¨®n de las pr¨¢cticas de las que acusan a la VOT: ¡°No vamos a hacer declaraciones de los pisos. Ni de nada¡±.
Montero, que alquil¨® un piso en la calle de Carnero en diciembre de 2020, dice que la orden siempre trabaja con la misma agencia, salvo si la renta de la vivienda ha pasado de generaci¨®n en generaci¨®n, como ocurre en el caso de Mariano Ordaz. La inmobiliaria que menciona la vecina est¨¢ cerca de la plaza Mayor, y un empleado explica que desde hace m¨¢s de 10 a?os trabajan en exclusiva con la congregaci¨®n para alquilar las viviendas del distrito Centro. No saben con certeza cu¨¢ntas tienen, pero s¨ª que normalmente hay dos o tres listas para anunciar, y que la mayor¨ªa son suyas por herencia, de personas que les han legado la propiedad. Tambi¨¦n son los due?os de numerosos locales de antig¨¹edades en la calle de la Ribera de Curtidores, una de las zonas m¨¢s emblem¨¢ticas del Rastro.
¡°Siempre son un poco m¨¢s baratas, pero te comprometes a reformarlo. Y no tienes que pagar honorarios a la inmobiliaria¡±, relata Montero. En su caso, la ba?era estaba desconchada y la tuvieron que arreglar. Empez¨® pagando algo menos de 1.000 euros y ahora, con los gastos incluidos, casi llega a los 1.100 al mes: ¡°Me tengo que pelear por todo y son muy bordes en el trato. Hacen perrer¨ªas. La portera ha estado de excedencia 4 meses y han seguido cobrando sus servicios¡±. La ¨²ltima pelea ha sido la del alquiler.
El pasado julio, recibi¨® una carta de la orden religiosa en la que le comunicaban que iban a subir el precio de la renta un 4,05%, de acuerdo al ?ndice de Garant¨ªa de Competitividad (IGC), 41,59 euros m¨¢s. Este ¨ªndice es una tasa de revisi¨®n de precios que el INE publica desde 2015 y que se utiliza para actualizar los alquileres desde la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos que llev¨® a cabo el Gobierno de Mariano Rajoy. Adem¨¢s, tiene una peculiaridad: la ley establece que siempre debe estar entre el 0% y el 2%, por lo que este ¨²ltimo valor se ha convertido en el m¨¢ximo que puede subirse un alquiler con cada renovaci¨®n anual del contrato.
Montero pag¨® de m¨¢s en septiembre y octubre, y decidi¨® ponerse en contacto con la Venerable para reclamar una bajada de precio. La orden rechaz¨® su petici¨®n, y la vecina acudi¨® al Sindicato de Inquilinas. Despu¨¦s de mucho presionar, a finales del mes pasado la congregaci¨®n accedi¨®, aunque indicaron que ¡°no compart¨ªan¡± la limitaci¨®n al precio que propon¨ªa la inquilina. ¡°En evitaci¨®n de controversias y dada la temporalidad de la aplicaci¨®n de la norma citada, aceptamos fijar la actualizaci¨®n en el porcentaje del 2%¡±, recog¨ªa la misiva.
¡°Las instalaciones, la subida del alquiler... Est¨¢n haciendo lo que les da la gana, sabiendo que la gente que vive dentro son j¨®venes o familias. Y el trato que tienen, es un ambiente muy hostil¡±, critica otra inquilina, que prefiere no decir su nombre. Impresiones similares se repiten entre los vecinos: ¡°Fugas de agua y humedades por todas partes¡±, ¡°las luces de las zonas comunes no funcionan¡±, ¡°el ascensor est¨¢ estropeado¡±, ¡°si viniera una inspecci¨®n se les ca¨ªa el pelo¡±.
Chispea, pero el cielo est¨¢ azul. Hay una nube sobre la calle de Carnero que parece no querer irse. Las tiendas de antig¨¹edades ya han abierto y dos zapatos de hombre, negros y ajados, descansan en el buz¨®n para publicidad. ¡°Puedes respirar aliviado, hoy te quedas¡±, le dice un vecino a Mariano Ordaz.
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