Ruptura irreconciliable entre los doctores de primaria de Madrid y su colegio de m¨¦dicos: ¡°Es el brazo ejecutor de la Consejer¨ªa de Sanidad¡±
Despu¨¦s de tres semanas, contin¨²a la huelga indefinida de los m¨¦dicos de familia y pediatras. El Gobierno de Ayuso no convoca al comit¨¦ de huelga desde el 2 de diciembre
Dos d¨ªas pasaron entre la multitudinaria asamblea del s¨¢bado que reuni¨® a m¨¢s de 1.000 doctores de atenci¨®n primaria (seg¨²n el c¨¢lculo de los presentes) en el aula magna del Colegio de M¨¦dicos de Madrid (Icomem) para debatir sobre la situaci¨®n que los tiene en huelga desde el 21 de noviembre y el comunicado ¡°de la traici¨®n¡± del propio colegio de m¨¦dicos. La instituci¨®n ped¨ªa el lunes por la noche a trav¨¦s de un escrito p¨²blico dirigido a los m¨¦dicos que desco...
Dos d¨ªas pasaron entre la multitudinaria asamblea del s¨¢bado que reuni¨® a m¨¢s de 1.000 doctores de atenci¨®n primaria (seg¨²n el c¨¢lculo de los presentes) en el aula magna del Colegio de M¨¦dicos de Madrid (Icomem) para debatir sobre la situaci¨®n que los tiene en huelga desde el 21 de noviembre y el comunicado ¡°de la traici¨®n¡± del propio colegio de m¨¦dicos. La instituci¨®n ped¨ªa el lunes por la noche a trav¨¦s de un escrito p¨²blico dirigido a los m¨¦dicos que desconvocaran los paros porque daba por buenas las ofertas del Gobierno de Ayuso, cuando los representantes de la instituci¨®n hab¨ªan asegurado previamente ¨Dpor escrito y verbalmente¨D que no se posicionar¨ªan ni a favor ni en contra. 48 horas despu¨¦s, todo ha saltado por los aires. La ruptura entre los m¨¦dicos y su colegio en estos momentos es irreconciliable.
Desafecci¨®n. Indefensi¨®n. Soledad. Los doctores no escatiman en apelativos. Primero, contra la Comunidad de Madrid, que lleva sin convocar el comit¨¦ de huelga desde el 2 de diciembre para avanzar en las negociaciones. Pero tambi¨¦n critican de una forma descarnada a la instituci¨®n que, consideran, deber¨ªa defender sus derechos y a la que pagan de forma obligatoria entre 80 y 90 euros al trimestre si quieren ejercer la profesi¨®n. ¡°Siempre han estado escorados, pero ahora ya se han convertido en el brazo ejecutor de la Consejer¨ªa de Sanidad¡±, lamenta Paloma Gal¨¢n, m¨¦dica de familia de M¨®stoles, presente el s¨¢bado en aquella reuni¨®n ¡°tensa y desagradable¡± en el Icomem por la postura ¡°tibia y de perfil¡± que ha mantenido hasta el momento en un conflicto que viene de lejos. ¡°Es una pena que el colegio no reme en la misma direcci¨®n que sus colegiados¡±, contin¨²a ?ngela Hern¨¢ndez, secretaria general del sindicato m¨¦dico Amyts. Parece, insisten unos y otros, que el colegio se ha arrogado el papel negociador de un sindicato. Eso s¨ª, sin consultar con las bases el resultado de sus pactos de despacho.
Esa sensaci¨®n de hast¨ªo ya se palpaba en el ambiente el s¨¢bado, minutos antes de que comenzara una asamblea considerada hist¨®rica, aunque los propios representantes del Icomem rebajan el n¨²mero de los asistentes, sin especificar cu¨¢ntos afectados se reunieron. Los propios colegiados llegaron al Icomem en guardia. Una docena de los presentes con los que ha hablado este peri¨®dico describen una sala a rebosar, m¨¦dicos de pie porque no cab¨ªan, muchas ganas de hablar, de aparcar la idea de que estaban politizados y de expresar por qu¨¦ no pueden aceptar ¡°las migajas¡± que hasta el momento ha ofrecido Sanidad. ¡°Mira, no, ya est¨¢ bien. Somos un sector que no se moviliza nunca, que siempre piensa en el bien de los pacientes. Hay m¨¢s votantes de Ayuso que de ning¨²n otro partido. Pero no quita que esto se est¨¦ haciendo fatal y que los propios m¨¦dicos del PP lo digan sin tapujos¡±, comenta uno de ellos.
Tras tres semanas de huelga y ning¨²n avance, lo cierto es que necesitaban poner las cartas sobre la mesa, aunque el encuentro se produjera en mitad de un puente. Amyts hab¨ªa mediado con el Icomem para organizarlo en alguna de sus salas. Al fin y al cabo, era ¡°la casa de los m¨¦dicos¡±. Hubo tensiones, tiras y aflojas y, finalmente, un pacto: se organizar¨ªa all¨ª, pero con las reglas del propio colegio.
En ese momento empez¨® a correr como la p¨®lvora un audio del vocal de la mesa de atenci¨®n primaria del Icomem, Rafael C. Ortega, que animaba a todos los afectados a acudir al encuentro a expresarse libremente. A nadie se le escapaba que Ortega hab¨ªa formado parte de las listas del PP en Galapagar en 2011 y 2015. Y que ha sido uno de los cuatro candidatos que aspiraban a hacerse con la gerencia del Summa 112. ¡°?Es alguien que se va a enemistar con la Consejer¨ªa de Sanidad en estos momentos? Lo dudo¡±, insisten los afectados.
De una forma u otra, en el audio que Ortega mand¨® para calmar los ¨¢nimos se lo o¨ªa prometiendo que el Icomem abrir¨ªa las puertas a todo el que quisiera ir. Aseguraba que habr¨ªa debate abierto y, sobre todo, que el colegio no har¨ªa despu¨¦s ning¨²n comunicado a favor o en contra de la huelga porque se deb¨ªa a su papel institucional y a todos las sensibilidades de sus colegiados.
Cuando comenz¨® el encuentro, que finalmente dur¨® cuatro horas, los m¨¦dicos recibieron a Ortega con abucheos.
¨DVamos a grabar esta reuni¨®n, propuso el vocal nada m¨¢s comenzar.
Y se negaron en masa. Lo que pasara ah¨ª dentro, se quedar¨ªa ah¨ª dentro. ?l acept¨® de aquella manera y cada vez que abr¨ªa la boca, recib¨ªa un aluvi¨®n de abucheos a los que respond¨ªa con una media sonrisa. ¡°La bomba estaba al caer¡±, admite ahora Gal¨¢n. Y la bomba lleg¨® dos d¨ªas despu¨¦s, en forma de comunicado: ¡°El Colegio se ha reunido con la Consejer¨ªa de Sanidad para valorar el estado de las respuestas a las demandas planteadas y ha podido constatar que la Consejer¨ªa ha realizado avances significativos para conseguir los est¨¢ndares de excelencia que necesita la Atenci¨®n Primaria¡±.
El Icomem ha recibido un aluvi¨®n de cartas pidiendo una rectificaci¨®n. Incluso la dimisi¨®n de su presidente, Manuel Mart¨ªnez-Sell¨¦s, que asumi¨® el puesto en agosto de 2020 con un 6% de los votos y una participaci¨®n del 13% de los colegiados. En ¨¦l seguir¨¢ hasta 2024. ¡°Se dijo que no se har¨ªa un comunicado tras la reuni¨®n en el colegio¡±, ha admitido Ortega a EL PA?S. ¡°Pero no que no se pueda hacer un comunicado de las gestiones posteriores que hace el colegio en beneficio de los colegiados. Faltar¨ªa m¨¢s¡±, ha insistido. ¡°El colegio no solo no se est¨¢ planteando rectificar, sino que contin¨²a haciendo gestiones con la Comunidad de Madrid para avanzar en mejoras concretas para los pediatras y m¨¦dicos de primaria¡±, ha rematado.
La Comunidad de Madrid solo ha puesto sobre la mesa propuestas que ya prometi¨® en el pasado o que en realidad son de obligado cumplimiento por imposici¨®n de Europa o del Estado: por ejemplo, el Gobierno de Ayuso ha prometido que va a renovar a los 2.000 sanitarios eventuales que acaban su contrato el 31 de diciembre 2022 y hacerlos interinos, algo a lo que en realidad est¨¢ obligada por una normativa estatal si quiere mantenerlos en sus puestos; tambi¨¦n pretende bajar la temporalidad de interinos y eventuales (otra medida impuesta por la UE); recuperar compromisos incumplidos desde 2007 (como incentivar econ¨®micamente las plazas de dif¨ªcil cobertura, como las del turno de tarde) o mejorar medidas que ya se aplican (como pagar m¨¢s a los m¨¦dicos que atienden a m¨¢s pacientes). A su vez, ha aceptado bajar la carga asistencial de los m¨¦dicos de familia (de los 50 o 60 pacientes al d¨ªa que ven ahora, asistir¨¢n a 34) y de los pediatras (de 50 bajar¨¢n a 24), pero no han explicado qu¨¦ pasar¨¢ con el paciente n¨²mero 35 (o 25) en adelante. ¡°?Qui¨¦n los atender¨¢? ?Volvemos a la voluntariedad?¡±, ironizan. El secreto mejor guardado de Sanidad, que no responde a esa pregunta, los lleva al miedo que ha provocado una propuesta del PP valenciano a otro problema de listas de espera: cuando se superen los 50 d¨ªas, ser¨¢n derivados por ley a la sanidad privada.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.