Planes perfectos para disfrutar de la buena vida en Madrid: una merienda, una azotea y un spa
Born and Glazed, la azotea del C¨ªrculo de Bellas Artes y Momu Beauty son tres placeres que hay que disfrutar al menos una vez en la vida en la capital
En una ciudad tan grande y despierta como Madrid es f¨¢cil dejarse enredar un lunes cualquiera para tomar algo y recordar de paso que hay que trabajar para vivir y no al rev¨¦s. Lo que no mucha gente sabe es que esta manera hedonista de entender la vida, que los pol¨ªticos madrile?os llevan a?os tratando de asimilar sin demasiado ¨¦xito al car¨¢cter de la regi¨®n (al fin y al cabo, es una cualidad que cabe atribuir a cualquier persona de cualquier ciudad del mundo), se puede practicar sin necesidad de gastar mucho dinero. Solo hay que saber d¨®nde ir.
Una merienda y un libro en una de las mejo...
En una ciudad tan grande y despierta como Madrid es f¨¢cil dejarse enredar un lunes cualquiera para tomar algo y recordar de paso que hay que trabajar para vivir y no al rev¨¦s. Lo que no mucha gente sabe es que esta manera hedonista de entender la vida, que los pol¨ªticos madrile?os llevan a?os tratando de asimilar sin demasiado ¨¦xito al car¨¢cter de la regi¨®n (al fin y al cabo, es una cualidad que cabe atribuir a cualquier persona de cualquier ciudad del mundo), se puede practicar sin necesidad de gastar mucho dinero. Solo hay que saber d¨®nde ir.
Una merienda y un libro en una de las mejores pasteler¨ªas de Goya, un vino con vistas a la Gran V¨ªa con amigos y un d¨ªa de manicura en un peque?o spa son tres planes perfectos para dejarse seducir por la capital y rendirse ante sus placeres.
La merienda perfecta en Goya
Born and Glazed (calle del General Pardi?as, 13) es una nueva pasteler¨ªa que se ha vuelto viral en TikTok desde que abri¨® antes del verano. En un d¨ªa pueden vender m¨¢s de 600 donuts de los 24 tipos que tienen, aunque el m¨¢s vendido siempre es el original. Comer donuts en este local es una experiencia completa y uno de los mejores planes que hay en el momento para merendar con amigas o teletrabajar en el madrile?o distrito de Salamanca.
El concepto ha sido importado de Estados Unidos y ha sido un ¨¦xito entre el p¨²blico madrile?o. ¡°Yo veo c¨®mo llegan todos los d¨ªas decenas de j¨®venes flaqu¨ªsimas a comerse de a par los donuts¡±, asegura su portavoz. Alg¨²n fin de semana, relata, no han faltado las peleas por hacerse con el ¨²ltimo disponible.
Sin duda, adem¨¢s de probar el donut de cr¨¦me brule que viene con un martillo para romper el glaseado, hay que darle siempre una oportunidad al donut original. La recomendaci¨®n de la casa, por otra parte, son los bagels, sobre todo el de Pastrami, que lleva queso provolone, cebolla caramelizada, regula y alioli de membrillo. Hay que acompa?ar la comida con un t¨¦ helado o un rico caf¨¦ colombiano. Un donut cuesta 5,60 euros.
El atardecer m¨¢s ¡®instagreameable¡¯ de Madrid
Las puertas del cielo de Madrid se tienen que abrir para todo el mundo. Con esta idea de democratizar el skyline de la capital, Cristina Lasvignes y su pareja, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa, decidieron abrir la azotea del C¨ªrculo de Bellas Artes hace 10 a?os. Hoy, en la celebraci¨®n de su aniversario, se alegran de haber apostado por el proyecto cuando al comienzo nadie lo hac¨ªa.
La azotea con la postal m¨¢s ic¨®nica de Madrid fue una de las primeras terrazas con vistas a la Gran V¨ªa y una de las primeras en cobrar por subir. Desde su octava planta, en m¨¢s de sus 1.000 metros se pueden ver el Palacio de Cibeles, las cuatro torres y los tejados de ladrillo que inundan la ciudad.
Nunca ha dejado de ser tendencia, y las colas que se forman para poder subir en temporada alta pueden tardar horas, pero Lasvignes se siente orgullosa de resaltar que todo su crecimiento ha sido org¨¢nico. ¡°Es nuestra azotea m¨¢s internacional y la madre de todas¡±, asegura.
¡°Despu¨¦s de muchos a?os viviendo en Madrid, sigue siendo el lugar al que subo siempre para recordar por qu¨¦ amo vivir en esta ciudad¡±, asegura una colombiana mientras se hace una foto con el edificio Metr¨®polis de lejos. El plan perfecto para hacer en la azotea es ir con amigos una tarde, pedir una botella de vino y disfrutar del atardecer. Subir cuesta 5 euros.
El descanso perfecto para la vuelta a la rutina
Momu Beauty (calle de Lagasca, 121) es un peque?o rinc¨®n en el distrito Salamanca donde se puede desconectar de la rutina. El sitio abri¨® en 2021 y se ha vuelto tendencia entre las venezolanas porque la manicura y la pedicura que hacen lleva la experiencia a otro nivel. ¡°Es una comunidad de mujeres que viene cada mes a un espacio de relajaci¨®n¡±, afirma su due?a.
El negocio es m¨¢s especial que un simple sal¨®n de u?as. La manicura viene con un carrito en donde la clienta puede elegir entre diferentes formatos de cremas y exfoliantes al gusto del sabor y aroma de cada una.
Empiezan limpiando y tonificando la piel con un lavado a base de extracto de pitaya y macadamia. Adem¨¢s, se puede elegir entre m¨¢s de siete tipos de exfoliantes con sales de mar. Para terminar te hacen un masaje a base de cremas hidratantes ricas en ¨¢cido hialur¨®nico y col¨¢geno que te ayudar¨¢n a nutrir y dar elasticidad a la piel. El precio empieza en 20 euros. En el lugar tambi¨¦n se pueden contratar masajes, tratamientos faciales y depilaci¨®n.
¡°Me hab¨ªa costado mucho encontrar un espacio donde me dieran un caf¨¦ y donde me pudiera relajar haci¨¦ndome las u?as sin estar corriendo¡±, asegura Gabriella Suarez, que confiesa que su negocio surge de una necesidad propia que busca ahora compartir con todos. ¡°No tenemos ning¨²n tratamiento expr¨¦s como en la mayor¨ªa de lugares de u?as. Aqu¨ª la gente viene a mimarse¡±, asegura.
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