El Defensor del Pueblo considera abusivo que el Parque Warner impida entrar a los visitantes con comida del exterior

El Defensor del Pueblo, ?ngel Gabilondo, ha dado la raz¨®n a un joven de M¨®stoles que reclama a Parque Warner Madrid 6,5 euros, el precio de una hamburguesa que compr¨® dentro del recinto despu¨¦s de que un guardia de seguridad le impidiese entrar con la cena que tra¨ªa del exterior. La cuant¨ªa parece insignificante, pero el apoyo de Gabilondo a este consumidor puede tener trascendencia en una batalla mayor de las asociaciones que reivindican que se pueda introducir comida y bebida del exterior en cines y parques de atraccion...

El Defensor del Pueblo, ?ngel Gabilondo, ha dado la raz¨®n a un joven de M¨®stoles que reclama a Parque Warner Madrid 6,5 euros, el precio de una hamburguesa que compr¨® dentro del recinto despu¨¦s de que un guardia de seguridad le impidiese entrar con la cena que tra¨ªa del exterior. La cuant¨ªa parece insignificante, pero el apoyo de Gabilondo a este consumidor puede tener trascendencia en una batalla mayor de las asociaciones que reivindican que se pueda introducir comida y bebida del exterior en cines y parques de atracciones.

El reclamante es un joven abogado de 26 a?os, Ricardo Aledo, que compr¨® su entrada para acceder el 28 de octubre de 2022 a este parque de atracciones basado en los personajes de los estudios de cine Warner Bros, ubicado en San Mart¨ªn de la Vega (sur de la regi¨®n de Madrid). En su mochila llevaba varias hamburguesas de Burger King que descubri¨® el vigilante del acceso, quien le dijo que, de acuerdo con las reglas del parque indicadas en el boleto, no pod¨ªa introducir alimentos de fuera. Aledo regres¨® a su coche para guardar su comida y finalmente ingres¨® al recinto con un grupo de amigos. Hab¨ªa comprado las hamburguesas con la idea de que fueran su cena porque el precio dentro del parque, donde operan 27 establecimientos de restauraci¨®n, es ¡°hasta tres veces superior¡±.

Aledo puso una reclamaci¨®n ante la Comunidad de Madrid que dio la raz¨®n a la empresa interpretando que prevalec¨ªa el derecho de admisi¨®n del negocio siempre que las condiciones de acceso est¨¦n debidamente publicitadas, como es el caso de Parque Warner. Sin embargo, el afectado recurri¨® al Defensor del Pueblo que esta semana se ha posicionado del lado del consumidor diciendo que es una cl¨¢usula abusiva obligar a los visitantes a comprar la comida en los establecimientos del interior del parque, como ha adelantado el medio de noticias jur¨ªdicas Confilegal.

El Defensor del Pueblo envi¨® su escrito el martes a la Consejer¨ªa de Econom¨ªa de la Comunidad de Madrid. Una portavoz de ese departamento auton¨®mico informa a EL PA?S de que a¨²n no han tomado una decisi¨®n tras recibir el posicionamiento de Gabilondo, que no es vinculante.

El abogado tambi¨¦n ha llevado el caso a los juzgados de M¨®stoles, donde present¨® su demanda en noviembre del a?o pasado. Ahora, espera que esta resoluci¨®n del Defensor refuerce su demanda, que ha sido admitida a tr¨¢mite. Su esperanza es que este caso sirva de precedente para que Parque Warner y otros establecimientos de ocio cambien sus normas ¡°ilegales¡±. Los clientes de cines que quer¨ªan comer alimentos del exterior se han anotado victorias administrativas al obtener el respaldo de las autoridades de consumo de algunas comunidades aut¨®nomas, por ejemplo en Extremadura en 2019, o en el Pa¨ªs Vasco hace un mes, pero es m¨¢s raro que casos de este tipo lleguen a los juzgados.

Aledo afirma que el d¨ªa que fue rechazado sinti¨® una especial indignaci¨®n. ¡°Vas a un evento al que has pagado casi 60 euros para pas¨¢rtelo bien y te obligan a comer dentro a un precio muy superior¡±, le dice a este peri¨®dico. ¡°Te hierve un poquito la sangre¡±.

Cualquier otro ciudadano se habr¨ªa rendido f¨¢cilmente, pero Aledo cuenta que tiene la suerte de ser abogado especializado en reclamaciones de consumidores contra los bancos, y por eso decidi¨® ir a la justicia.

¡°El fundamento de mi demanda est¨¢ en que ni los cines ni el parque tienen como objeto social la restauraci¨®n. Su dinero lo obtienen de ofrecer actividades relacionadas con el ocio y luego ofertan una serie de servicios complementarios como son los restaurantes. Los visitantes compran una entrada para montarse en las atracciones, pero al final se ven obligados a comprar la comida en el interior porque no van a pasar todo un d¨ªa sin comer¡±, explica. ¡°Es abusivo porque no est¨¢ prohibido comer dentro del parque de atracciones o el cine. Lo que est¨¢ prohibido es comer la comida que t¨² has comprado en el exterior. Solo quieren que comas la comida que te venden ellos¡±.

Aledo subraya varias aparentes contradicciones de su caso. El grupo empresarial al que pertenece la demandada, Parques Reunidos Servicios Centrales S.A., s¨ª permite la entrada con comida o bebidas del exterior en otros recintos de ocio, como por ejemplo Parque de Atracciones de Madrid, Faunia o Aqu¨®polis. Adem¨¢s, en su web, Parque Warner justifica la prohibici¨®n ¡°por cuestiones de seguridad¡±, pero no explica por qu¨¦ la comida adquirida dentro del recinto no plantea un riesgo.

El Defensor del Pueblo ha aceptado los argumentos de Aledo para considerar abusiva la prohibici¨®n. Gabilondo se apoya en la Ley de Defensa de los Consumidores 1/2007 y en una resoluci¨®n de la extinta Agencia Espa?ola de Consumo del Ministerio de Sanidad, que le dijo en 2017 a la Direcci¨®n General de Consumo madrile?a que la pr¨¢ctica de prohibir la entrada de comida y bebidas del exterior en los cines era ilegal.

Picnic a las puertas del recinto

Parques Reunidos responde a este peri¨®dico que la diferente pol¨ªtica de comidas en sus recintos se debe a que hay que diferenciar entre parques de atracciones y parques tem¨¢ticos. Los establecimientos de esta ¨²ltima categor¨ªa, en la que encaja Parque Warner, ¡°ofrecen experiencias ¨²nicas a sus visitantes basadas en los famosos personajes de Warner Bros y los restaurantes y tiendas son un elemento esencial para conseguirlo¡±, dice una portavoz.

La empresa a?ade que los visitantes pueden traer su propia comida o bebida, que pueden depositar en las consignas o en su veh¨ªculo privado. S¨ª est¨¢ permitida la comida para beb¨¦s y para personas con intolerancias.

Muchos visitantes suelen portar neveras y mesas para comer en los alrededores del parque y rebajar as¨ª una factura que puede ser elevada para familias con ni?os. Otros juegan al gato y al rat¨®n con los vigilantes, escondiendo sus bocadillos bajo la ropa o en mochilas.

Acusval, una asociaci¨®n de consumidores de Valdemoro, municipio vecino a San Mart¨ªn de la Vega, dice que la prohibici¨®n del Parque Warner ha generado frustraci¨®n desde hace mucho tiempo. El presidente de Acusval, Jes¨²s Paniagua, cree que es un abuso de autoridad que los guardias revisen las mochilas. ¡°Los visitantes acaban tirando la comida en la puerta desperdiciando esos alimentos¡±.

El joven abogado espera ganar su caso y provocar un cambio relevante: ¡°En el momento en que caiga la Warner, caer¨¢ el resto en cadena¡±.

?Tienes m¨¢s informaci¨®n? Escribe al autor a fpeinado@elpais.es o fernandopeinado@protonmail.com

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