La madriguera de los Petazetaz en la que se jugaba a ¡®chorri¡¯ y hab¨ªa una pizarra con los nombres de sus v¨ªctimas
La polic¨ªa detiene a dos ¡®influencers¡¯ que citaban a menores en su casa, les daban droga, las grababan y difund¨ªan v¨ªdeos sexuales sin su conocimiento. Los agentes alertan del alcance ilimitado gracias a las redes sociales
La invitaci¨®n era muy apetecible para una adolescente. Ir a pasar el rato a casa de un chico mayor, de 34 a?os, tomar algo, re¨ªrse viendo v¨ªdeos... As¨ª comenzaban los encuentros en casa de los Petazetaz, un d¨²o de creadores de contenido de redes sociales con 80.000 seguidores entre Instagram y TikTok con mucho impacto en el sector m¨¢s joven. Al inicio de la noche, el due?o de la casa y su amigo, de 21 a?os, ofrec¨ªan porros. La...
La invitaci¨®n era muy apetecible para una adolescente. Ir a pasar el rato a casa de un chico mayor, de 34 a?os, tomar algo, re¨ªrse viendo v¨ªdeos... As¨ª comenzaban los encuentros en casa de los Petazetaz, un d¨²o de creadores de contenido de redes sociales con 80.000 seguidores entre Instagram y TikTok con mucho impacto en el sector m¨¢s joven. Al inicio de la noche, el due?o de la casa y su amigo, de 21 a?os, ofrec¨ªan porros. La consciencia de las invitadas empezaba a disminuir. Pasado un rato inauguraban el ¡°chorri time¡± (momento chorri). As¨ª es como conoc¨ªan al GHB o ¨¦xtasis l¨ªquido, una droga que provoca euforia y moldea la voluntad de quien la consume. El juego consist¨ªa en consumirlo para ver qui¨¦n ¡°doblaba¡± antes.
Por ¨²ltimo, llegaba el momento en el que los anfitriones daban un paso m¨¢s y pretend¨ªan o incluso consegu¨ªan mantener relaciones sexuales con ellas. El problema es que muchas eran menores de edad, que les hab¨ªan suministrado altas cantidades de estupefacientes y que, si ellas se negaban, ellos les echaban en cara que hab¨ªan consumido droga sin pagar nada.
Fue a mediados de diciembre cuando dos personas del entorno se hartaron y acudieron a una comisar¨ªa en un municipio del este de Madrid. Les resultaba alarmante que estos dos adultos invitaran regularmente a adolescentes tan j¨®venes a su casa y montaran esas fiestas con droga y alcohol. A los investigadores de la Unidad de Familia y Atenci¨®n a la Mujer tambi¨¦n les pareci¨® inquietante que un treinta?ero quedara a menudo con menores. De este modo comenzaron a indagar en las relaciones y los h¨¢bitos de estos dos hombres y llegaron hasta un v¨ªdeo grabado por el mayor de ellos en el que se lo ve¨ªa manteniendo relaciones con una menor. Estas im¨¢genes hab¨ªan circulado por grupos de mensajer¨ªa instant¨¢nea sin que la implicada tuviera conocimiento de ello.
La labor de investigaci¨®n de los agentes fue delicada y minuciosa. Se entrevistaron con decenas de conocidos de los creadores de contenido de redes sociales para desentra?ar qu¨¦ hab¨ªa sucedido en esos encuentros. Los agentes dieron con varios testimonios que les hablaban de un v¨ªdeo en directo publicado semanas atr¨¢s en el que otra influencer de TikTok denunciaba que el d¨²o hab¨ªa intentado propasarse con ella, algo que daba a¨²n m¨¢s verosimilitud a la denuncia inicial. Los investigadores llegaron a identificar as¨ª a cinco menores que hab¨ªan sido invitadas a la vivienda, situada en Villa de Vallecas.
Todas recordaban lo sucedido, pero algunas no eran conscientes de haber sufrido una agresi¨®n sexual. Otras s¨ª, pero no hab¨ªan denunciado por miedo o por verg¨¹enza. La primera de ellas les relat¨® que hab¨ªa acudido a la casa, que hab¨ªa consumido drogas y que en un momento dado se march¨®, pero qued¨® con los chicos en verse despu¨¦s. Poco despu¨¦s, se encontraron en un parque en el que el mayor supuestamente la viol¨®.
A otras v¨ªctimas les echaban en cara que hab¨ªan consumido sus drogas sin pagar nada y que, como contraprestaci¨®n, deb¨ªan hacerles favores sexuales. Con una quinta v¨ªctima lo intentaron, pero ella se neg¨® y, como en ese momento hab¨ªa otras personas en la casa, ellos no dieron un paso m¨¢s all¨¢. En la mayor¨ªa de los testimonios se evidencia que el treinta?ero era el que llevaba la voz cantante, mientras que el de 21 a?os particip¨® activamente en una agresi¨®n sexual.
Para el universo de los influencer y los tiktokers, este d¨²o no estaba en la parte alta de los m¨¢s famosos ni de lejos. Pasaban sus d¨ªas sin un horario fijo, durmiendo por la ma?ana, pidiendo comida a domicilio a mediod¨ªa y subiendo sus v¨ªdeos a una cuenta compartida bajo el nombre de Petazetaz. Hac¨ªan entrevistas con un contenido m¨¢s bien absurdo en Callao, en discotecas de Madrid y tambi¨¦n en el domicilio de Villa de Vallecas, a nombre del mayor de ellos, pero en el que su compa?ero pasaba largas temporadas.
Eran dos personajes m¨¢s haciendo v¨ªdeos supuestamente de humor, sin excesiva preparaci¨®n ni mimo, pero les bast¨® para tener el poder de atracci¨®n suficiente para llevar a su madriguera a las menores. ¡°Lo que m¨¢s nos preocupa es esta manera de captar a chicas tan j¨®venes a trav¨¦s de las redes sociales. Ellos no ten¨ªan ni siquiera que hacer el esfuerzo de convencerlas porque como ve¨ªan sus v¨ªdeos de humor, no pensaban que les pudiera pasar nada malo¡±, apunta uno de los investigadores encargados del caso. ¡°Todo pod¨ªa comenzar con un me gusta, ellos respond¨ªan dando gracias por seguirlos y as¨ª comenzaba todo¡±, agrega.
Ni siquiera ellos mismos eran conscientes de la gravedad de tener relaciones sexuales en esas condiciones: con ni?as a las que hab¨ªan dado droga, con una intimidaci¨®n ambiental evidente porque se encontraban en la casa de uno de ellos y bajo la supuesta fascinaci¨®n de su fama en redes sociales. Para ellos se hab¨ªa convertido en algo tan habitual que incluso se hab¨ªan tatuado la palabra ¡°chorri¡±. En la vivienda hab¨ªa una pizarra en la que apuntaban los nombres de los participantes en esas fiestas y el n¨²mero de veces que cada uno hab¨ªa consumido estupefacientes. Seg¨²n las pesquisas, los investigadores sostienen que ellos eran conscientes de la edad de las chicas a las que llevaban a casa.
Cuando fueron detenidos, se encontraba en la vivienda otra menor y descubrieron que en el sal¨®n hab¨ªa varias c¨¢maras de videovigilancia. Las grabaciones de estos dispositivos, as¨ª como sus m¨®viles y ordenadores, fueron requisados. Los agentes cuentan ahora con un ingente material en el que bucear para reconstruir todo lo que sucedi¨® en esa vivienda y hasta qu¨¦ punto llegaron las agresiones. Las investigaciones tienen constancia de que estas pr¨¢cticas comenzaron en agosto, pero creen que hay m¨¢s chicas que podr¨ªan haber ca¨ªdo en su red de atracci¨®n.
Aunque el juez dict¨® en un primer momento prisi¨®n provisional para el mayor de ellos como presunto autor de dos delitos de agresi¨®n sexual, uno de violaci¨®n, exhibicionismo, pornograf¨ªa infantil y cinco delitos contra la salud p¨²blica, hace unos d¨ªas revoc¨® esta medida y le concedi¨® la libertad a la espera de que prosigan las pesquisas. Las v¨ªctimas siguen su proceso de recuperaci¨®n despu¨¦s de haber pasado por una experiencia as¨ª. Dos de los padres de las afectadas se pusieron en contacto con los agentes para saber a qu¨¦ recursos pod¨ªan acceder para empezar un tratamiento. Una de ellas tiene la condici¨®n de testigo protegido.
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