El bulo de las empresas de patinetes para evitar ir a los barrios de Madrid: ¡°Ah¨®rrate una multa y no circules por aqu¨ª¡±
Vallecas, San Blas o Villaverde aparecen como zonas prohibidas en los mapas de sus aplicaciones a pesar de que las tres compa?¨ªas autorizadas deben prestar servicio en toda la ciudad
Todos los madrile?os deber¨ªan tener derecho a un patinete compartido cerca de casa. Al menos esa es la teor¨ªa, lo que dicen las reglas del Ayuntamiento de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida. En la pr¨¢ctica, amplias zonas de la ciudad aparecen en rojo en los mapas de las tres empresas autorizadas el a?o pasado para operar en Madrid (Lime, Dott y Tier): Villaverde, San Blas, Carabanchel... todos son distritos perif¨¦ricos. Cuando los usuarios clican en el mapa sobre esas ¨¢reas rojas aparecen mensajes de advertencia: ¡°Zona de e...
Todos los madrile?os deber¨ªan tener derecho a un patinete compartido cerca de casa. Al menos esa es la teor¨ªa, lo que dicen las reglas del Ayuntamiento de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida. En la pr¨¢ctica, amplias zonas de la ciudad aparecen en rojo en los mapas de las tres empresas autorizadas el a?o pasado para operar en Madrid (Lime, Dott y Tier): Villaverde, San Blas, Carabanchel... todos son distritos perif¨¦ricos. Cuando los usuarios clican en el mapa sobre esas ¨¢reas rojas aparecen mensajes de advertencia: ¡°Zona de exclusi¨®n¡±, ¡°zona prohibida¡±, ¡°ah¨®rrate una multa y no circules por aqu¨ª¡± (algo que es falso), o los patinetes ¡°no funcionar¨¢n y no podr¨¢s estacionar dentro de esta zona¡± (tambi¨¦n falso).
Las tres empresas ganaron las licencias que salieron a concurso el a?o pasado a condici¨®n de que prestaran servicio ¡°en todas las zonas de la ciudad sin posibilidad por parte del autorizado de establecer exclusiones de servicio¡± (salvo limitadas excepciones como la M-30, jardines o zonas peatonales). De hecho, para asegurar este cumplimiento, las empresas est¨¢n obligadas a hacer una redistribuci¨®n diaria, seg¨²n la convocatoria. No es cierto que los usuarios puedan ser multados por circular o aparcar en esas zonas.
Sin embargo, el Ayuntamiento no ha impedido esta exclusi¨®n desde que hace diez meses entraron en vigor las licencias. Una portavoz del ¨¢rea de Medio Ambiente, dirigida por Borja Carabante, asegura, tras las preguntas de este peri¨®dico, que van a investigar a las empresas y que valorar¨¢n las medidas a adoptar.
Las tres empresas, todas de ¨¢mbito internacional, fueron las ganadoras de una competici¨®n por las licencias municipales que supuso una reordenaci¨®n del mercado. En mayo de 2023 salieron de las calles madrile?as las compa?¨ªas perdedoras y quedaron solo las tres autorizadas, con 6.000 patinetes en su conjunto. El Ayuntamiento no les cobra por el uso del espacio p¨²blico y ellas pueden lucrarse con las tarifas que impongan a los usuarios. ?Y qu¨¦ saca de esto la ciudadan¨ªa madrile?a? Los patinetes tienen potenciales beneficios para todos porque son ¡°una soluci¨®n efectiva para reducir el parque circulante (de coches) y consecuentemente las emisiones¡±, seg¨²n la propia convocatoria del concurso municipal. Por eso, la concesi¨®n de la licencia conlleva reglas como el reparto de los veh¨ªculos por toda la ciudad.
Cuando este mercado ha operado libremente, se ha visto que las compa?¨ªas han antepuesto su inter¨¦s al de la ciudadan¨ªa. Pas¨® en 2018, cuando las empresas de patinetes desembarcaron en tromba en Madrid y se hizo evidente el problema de la desigual distribuci¨®n territorial porque las compa?¨ªas se concentraban en las zonas tur¨ªsticas. Esto tiene una l¨®gica empresarial: seg¨²n fuentes de este sector, los turistas representan en Madrid aproximadamente el 60% de la clientela.
No dejar atr¨¢s a los vecinos ha sido una preocupaci¨®n municipal desde aquellos tiempos de Manuela Carmena. En febrero de 2019, el equipo de la exalcaldesa introdujo un sistema de autorizaciones que impon¨ªa unas condiciones. El Ayuntamiento autoriz¨® a 18 compa?¨ªas, concediendo a cada una un sector de la ciudad, de modo que los 21 distritos quedaban cubiertos.
Pronto comprobaron que las empresas se saltaban esas normas, cuenta el entonces gerente de la Empresa Municipal de Transportes, ?lvaro Fern¨¢ndez Heredia: ¡°Descubrimos que a las 9.00, cuando hac¨ªamos la comprobaci¨®n diaria, ten¨ªan sus patinetes en Carabanchel Alto, pero a las 9.05 se los llevaban al centro¡±.
En esos casos retiraron la licencia a la empresa, dice Fern¨¢ndez Heredia, que hoy es concejal de M¨¢s Madrid en el Ayuntamiento de la capital. Critica que ahora el Ayuntamiento de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida no act¨²e: ¡°Si no vigilan las licencias urban¨ªsticas, ?c¨®mo van a controlar los patinetes?¡±.
Cada una de las tres operadoras de patinetes excluye distintas zonas de la ciudad, todas en la periferia. Dott se limita a prestar servicio en la almendra central y algunas zonas de Ciudad Lineal, Moratalaz y Carabanchel (Madrid R¨ªo). Lime y Tier cubren algo m¨¢s de territorio, pero todas dejan fuera amplias zonas de la ciudad en Villa de Vallecas, Carabanchel o Villaverde, entre otras.
Dott y Lime han admitido a EL PA?S que no tiene sentido econ¨®mico operar en esas zonas excluidas. ¡°Hay zonas que aparecen como no-circulables, pero es para evitar que los patinetes vayan a zonas con poca demanda¡±, dice el director de asuntos p¨²blicos de Dott en Espa?a, Gerard Sellares, que explica que ponen el aviso de multa para ¡°desincentivar¡±.
Fuentes de Lime responden que ¡°la colocaci¨®n y el despliegue de patinetes dependen de la demanda y el uso real de los veh¨ªculos el¨¦ctricos de micromovilidad por parte de los usuarios¡±.
Tier se escuda diciendo que prestan servicio en los 21 distritos de Madrid. Sin embargo, los l¨ªmites de su ¨¢rea de servicio apenas cubren terreno de los distritos perif¨¦ricos.
Este no es el ¨²nico incumplimiento de estas empresas. Como ha contado EL PA?S, dos de las compa?¨ªas, Lime y Dott, tambi¨¦n est¨¢n siendo cuestionadas porque ganaron sus licencias gracias a que propusieron unos cursos de seguridad vial que les dieron puntos necesarios para imponerse a la competencia, pero que casi un a?o despu¨¦s no han impartido. Adem¨¢s, dos empresas que quedaron fuera, Bird y Voi, han interpuesto recursos judiciales pidiendo la nulidad de esas autorizaciones porque encuentran otras irregularidades en la valoraci¨®n de las ofertas, como los puntos que se dio a la tecnolog¨ªa de cada empresa.
Escribe al autor a fpeinado@elpais.es o fernandopeinado@protonmail.com
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