El homicidio de Andy, un crimen grabado como si fuera una pel¨ªcula

Lo que comenz¨® como una discusi¨®n sin sentido, como lo son casi todas las que estallan en un bar de madrugada, acab¨® con un hombre desangrado sobre el asfalto de una calle en Madrid. La noche del 17 de octubre de 2020, Yohandr¨¦s B., al que todos sus allegados llamaban Andy, se vio envuelto en una pelea con otro grupo de clientes, molestos porque hab¨ªan tenido un encontronazo con sus amigas. Esa disputa se traslad¨® a la calle, y all¨ª, sobre la calzada, fue donde Andy fue apu?alado hasta la muerte, sin posibilidad alguna de sobrevivir a las cuchilladas que le produjeron una p¨¦rdida de sangre mas...

Lo que comenz¨® como una discusi¨®n sin sentido, como lo son casi todas las que estallan en un bar de madrugada, acab¨® con un hombre desangrado sobre el asfalto de una calle en Madrid. La noche del 17 de octubre de 2020, Yohandr¨¦s B., al que todos sus allegados llamaban Andy, se vio envuelto en una pelea con otro grupo de clientes, molestos porque hab¨ªan tenido un encontronazo con sus amigas. Esa disputa se traslad¨® a la calle, y all¨ª, sobre la calzada, fue donde Andy fue apu?alado hasta la muerte, sin posibilidad alguna de sobrevivir a las cuchilladas que le produjeron una p¨¦rdida de sangre masiva. Lo llamativo de este caso es que pocas veces los cr¨ªmenes son grabados como si de una pel¨ªcula macabra se tratase por un vecino que, adem¨¢s, comenta la escena. Un jurado popular ha encontrado culpable por unanimidad a Ever T. por este homicidio.

Andy comenz¨® el ¨²ltimo d¨ªa de su vida como otro cualquiera. Qued¨® con sus amigos Adis e Iv¨¢n para celebrar que este ¨²ltimo hab¨ªa encontrado un trabajo y se marchaba de Madrid. Estuvieron tomando algo en diferentes sitios y acabaron la fiesta en el establecimiento La Choza Boliviana, en Usera, en Madrid. All¨ª, en la planta baja, comenz¨® una trifulca entre este grupo de amigos cubanos y otro de ciudadanos bolivianos. Una mujer se quej¨® de que Andy e Iv¨¢n les hab¨ªan hecho fotos. Ellas se lo dijeron a sus amigos y empez¨® una pelea dentro del establecimiento.

El bar cerr¨® a las once de la noche, era a¨²n ¨¦poca de restricciones pand¨¦micas y la reyerta continu¨® en el exterior. En un momento dado, los integrantes de la disputa se dispersaron. Ese es el punto en el que un vecino que se hallaba cerca del bar esa noche ¡°sinti¨® que iba a pasar algo¡±, como asegur¨® en el juicio por este caso, y empez¨® a grabar. Cinco v¨ªdeos que se incorporaron a la investigaci¨®n y que han supuesto una prueba fundamental para la culpabilidad del que ha acabado siendo encontrado responsable de la muerte de Andy.

Las grabaciones llevan incorporados comentarios del autor. ¡°Esto parece de telenovela¡±, ¡°ay, lo van a matar¡±, ¡°esto es de pel¨ªcula¡±, ¡°madre del amor hermoso¡±, se oye decir al improvisado c¨¢mara del macabro episodio. El ep¨ªlogo de las im¨¢genes es la llegada inmediata de la polic¨ªa nacional con el autor de los v¨ªdeos diciendo: ¡°agente, lo he grabado todo¡±. En la vista oral, este hombre cont¨® que no lleg¨® a presenciar, y, por tanto, no registr¨®, el momento exacto del apu?alamiento, pero que vio a un hombre ¡°hacer el gesto de Hulk¡± y que recordaba pensar ¡°lo han matado¡±.

En las grabaciones se ven las carreras por la calle de los implicados en la pelea y a las mujeres, amigas de una y otra parte, gritando. En uno de los clips aparece la v¨ªctima con un cuchillo en la mano. ¡°Cre¨ªa que iban a matarme a golpes¡±, asegur¨® su amigo en el juicio. Tambi¨¦n se oye a uno del grupo de los bolivianos gritar desesperadamente: ¡°?Ever, va con cuchillo!¡±. Lo siguiente que se ve es a la amiga de Andy llevarse las manos a la cabeza mientras da vueltas en torno a su amigo tirado en el suelo, rodeado de tres agresores y ya mortalmente herido. Uno de ellos le increpa: ¡°?Huev¨®n!¡±. Pero Andy parece que ya ha empezado a perder la consciencia. Pocos minutos despu¨¦s, Homicidios ya hab¨ªa detenido al responsable de la muerte.

Ever, al que advierten en el v¨ªdeo, es al que el jurado ha considerado culpable de este homicidio. Un hombre que adem¨¢s hab¨ªa sido pareja de la mujer con la que comenz¨® la disputa en el bar y cuyos restos biol¨®gicos fueron identificados en el mango y la hoja del cuchillo con el que fue apu?alado Andy. Sus huellas estaban presentes en otra arma hallada en la escena.

¡ªRecuerdo dar patadas para intentar quitarle los cuchillos¡ª asegur¨® en su declaraci¨®n.

¡ªEntonces, ?c¨®mo puede haber tantos restos suyos en ellos? ¡ª le repregunt¨® el fiscal Ignacio Stampa.

Ante esto, Ever no tuvo respuesta.

El Ministerio P¨²blico acusaba a otros tres hombres participantes en la reyerta de actuar conjuntamente como autores del homicidio, pero finalmente el jurado encontr¨® responsable del crimen al que empu?aba el arma y se la clav¨® a su v¨ªctima en el pecho sin posibilidad de defensa y con la clara intenci¨®n de causar la muerte. Los miembros del jurado no encontraron cre¨ªble la tesis de la leg¨ªtima defensa, entre otros motivos, por la superioridad num¨¦rica que exist¨ªa sobre la v¨ªctima, que se encontraba sola en el momento de la agresi¨®n mortal. Las pruebas recopiladas tras el homicidio no han dejado lugar a dudas a los ciudadanos ordinarios que ten¨ªan que tomar esta decisi¨®n.

Andy ten¨ªa 33 a?os, era cubano, aunque resid¨ªa en Espa?a desde hac¨ªa varios a?os, y estaba separado de una mujer con la que ten¨ªa un hijo peque?o. A las pocas horas de su fallecimiento, sus amigos montaron un peque?o altar justo donde ¨¦l muri¨®, con unas flores, velas y la palabra ¡°Cuba¡± pintada en el asfalto.

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