Fr¨ªo, guitarras, cartas y pasta en la primera noche de la acampada por Palestina en la Complutense de Madrid
El movimiento estudiantil de la capital monta una acampada en r¨¦plica a las manifestaciones en EE UU, Francia y el resto de Espa?a
La oscuridad se desploma a ritmo de guitarra y casta?uelas en el campamento estudiantil propalestino levantado en la Ciudad Universitaria. Un grupo de 20 alumnos de la Facultad de Filosof¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ambienta la primera noche de acampada con cl¨¢sicos de la Transici¨®n, buler¨ªas y rock. Sin m¨¢s luz que la de una vela que se va fundiendo en el c¨¦sped, los chavales encar...
La oscuridad se desploma a ritmo de guitarra y casta?uelas en el campamento estudiantil propalestino levantado en la Ciudad Universitaria. Un grupo de 20 alumnos de la Facultad de Filosof¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ambienta la primera noche de acampada con cl¨¢sicos de la Transici¨®n, buler¨ªas y rock. Sin m¨¢s luz que la de una vela que se va fundiendo en el c¨¦sped, los chavales encararan con buen ¨¢nimo una noche que amenaza con ser larga. Sobre el mantel que adorna la escena se aprecian los restos de una empanadilla de at¨²n, una copa, un poemario de Baudelaire y un ejemplar de La sociedad del espect¨¢culo (1967), del te¨®rico pol¨ªtico Guy Debord. Este grupo ocupa una esquina, la m¨¢s animada, del rect¨¢ngulo en el que unas 80 carpas, con m¨¢s de 200 estudiantes, han pernoctado este martes en apoyo al pueblo palestino, como ha sucedido en los campus de EE UU, Francia o de otras ciudades espa?olas como Valencia, Barcelona o Pamplona.
Los madrile?os quieren alargar la acampada, al menos hasta el s¨¢bado, ante la amenaza del Gobierno regional, que ha citado a los rectores para pedir ¡°que la pol¨ªtica se quede por fuera de las aulas¡±. Por su parte, el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, ha criticado a los acampados: ¡°Ya que tienen tanta sensibilidad por las causas humanitarias, a m¨ª gustar¨ªa que, al menos, se manifestaran con tanta firmeza en condena de Ham¨¢s, como lo que est¨¢n haciendo en condena de Israel, que es un Estado que ejerci¨® su derecho a la leg¨ªtima defensa¡±. En la misma l¨ªnea se ha expresado el portavoz del PP, Borja S¨¦mper, que ha dicho este mi¨¦rcoles en una entrevista en Antena 3 que tiene ¡°la sensaci¨®n¡± de que estas manifestaciones ¡°est¨¢n destinadas para ir contra Israel y a favor de Hamas¡±. ¡°Yo creo que Ham¨¢s es una organizaci¨®n que debe ser exterminada porque es una organizaci¨®n terrorista e Israel es un Estado democr¨¢tico que se defiende¡±, ha dicho. Quien s¨ª les ha mostrado su apoyo a los estudiantes ha sido la ministra de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades, Diana Morant, que ha mostrado su ¡°orgullo¡± por los que se manifiestan en las universidades espa?olas a favor de la poblaci¨®n palestina.
El campamento copa la margen izquierda de la entrada al edificio de estudiantes de la UCM, a escasos metros de la salida del metro. Durante todo el d¨ªa, debajo de un chopo que no para de llorar pelusa, una mesa plegable, cinco sillas y tres voluntarios conforman un puesto de informaci¨®n al que acuden desorientados y donantes. Los voluntarios explican cu¨¢les son las zonas habilitadas para las carpas, los protocolos de seguridad o la programaci¨®n.
¡°Lo que m¨¢s nos preguntan es qu¨¦ donar¡±, detalla uno de los j¨®venes de la Complutense. Una quincuagenaria sonriente se acerca al final de la tarde y suelta un pu?ado de monedas en un vaso de pl¨¢stico. ¡°Es todo lo que tengo hoy, ma?ana asalto el banco y vuelvo¡±, bromea. Los chavales le responden con una sonrisa y le devuelven otra broma. El lugar tambi¨¦n sirve como punto violeta para prevenir la violencia de g¨¦nero.
Las facultades m¨¢s cercanas al campamento, la de Odontolog¨ªa y Medicina, permanecen abiertas hasta las 21.00. Despu¨¦s, la vejiga despierta el padecimiento de unas o el ingenio de otros. De cena, los organizadores ofrecen un plato de pasta con carne, lo que arranca un aplauso atronador al cocinero, tambi¨¦n voluntario, cuando horas despu¨¦s se presenta con una bolsa llena de mantas, listo para pasar la noche.
Uno de los interlocutores de los estudiantes es un joven de 22 a?os, militante de la asamblea estudiantil URJ Combativa de la Universidad Rey Juan Carlos y alumno de Filosof¨ªa en Fuenlabrada. Cuenta que el autodenominado Bloque Interuniversitario por Palestina, organizador del campamento, comenz¨® a afianzarse en las primeras manifestaciones contra la guerra en la Franja convocadas en Madrid. Los l¨ªderes prefieren no identificarse ante los medios por temor a represalias.
El portavoz describe al grupo como un movimiento horizontal, aunque con ¡°un grupo motor¡±, encargado de preservar el rumbo ideol¨®gico del campamento y de comunicarse con la prensa. Tienen l¨ªnea directa con la direcci¨®n de la Universidad, que ha delimitado sus l¨ªneas rojas a cuestiones b¨¢sicas de convivencia como evitar las fogatas y el consumo de alcohol y drogas. Tambi¨¦n deben utilizar los ba?os del aparcamiento y no deben hacer pintadas, aunque podr¨¢n portar pancartas. A cambio de eso, los estudiantes esperan que no haya intentos de desalojo. El portavoz aclara que ¡°esta acampada no pretende ser un sitio de ocio, sino una respuesta activa a un problema serio como es el genocidio palestino¡±.
Sobre la financiaci¨®n, explica que los fondos provienen ¡°de las cajas de resistencia que tienen las distintas organizaciones¡±, unidas en un fondo com¨²n. Tambi¨¦n se han abierto espacios de donaciones, como el tarro del punto de informaci¨®n, para que los ciudadanos puedan contribuir con efectivo, enseres o material de acampada.
El campamento coincide con la semana previa a los ex¨¢menes finales, por lo que se ha delimitado una zona de estudio alejada de las carpas. Celia del Barrio, portavoz del Sindicato de Estudiantes en Madrid, ha confesado que ¡°hay mucha presi¨®n¡± por la instalaci¨®n del campamento en la v¨ªspera de las pruebas, ya que muchos estudiantes dependen de las buenas notas para mantener una beca.
La preocupaci¨®n de los alumnos no ha pasado inadvertida para un grupo de profesores que ha querido respaldar la acampada. ?ngeles Diez, docente de Ciencias Pol¨ªticas y Sociolog¨ªa, detalla: ¡±Quer¨ªamos ver cu¨¢les eran las necesidades de los chicos de la acampada y una era no perder el curso. As¨ª que nos organizamos: estamos haciendo un Excel donde escribimos la materia que impartimos, para formar grupos de tutor¨ªas para los ex¨¢menes¡±. Empiezan este mi¨¦rcoles y no solo con eso. ¡°Nos han pedido ayuda para hacer unos talleres sobre c¨®mo organizar ruedas de prensa y para informarse m¨¢s de lo que sucede en Palestina y preparar el argumentario¡±, a?ade Diez.
Los profesores de Filolog¨ªa, ?rabe y Ciencias Pol¨ªticas ya preparan algunas charlas, mientras los docentes de Periodismo formar¨¢n en oratoria a los portavoces. Los profesores que acudieron este martes al campamento se despidieron de sus alumnos entrada la noche con la promesa de instalar la carpa al d¨ªa siguiente.
La asamblea es uno de los momentos m¨¢s participativos de la jornada. En esta reuni¨®n diaria, estudiantes y profesores proponen acciones complementarias, plantean sugerencias o esclarecen dudas. En la de este martes, un portavoz de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM) sugiere conformar un grupo de investigaci¨®n sobre los v¨ªnculos de las instituciones educativas con empresas que financien la guerra de Israel en Espa?a. Otra alumna propone la redacci¨®n un manifiesto y un protocolo en caso de redada. Y una estudiante de Harvard ofrece abrir un canal de comunicaci¨®n entre la acampada de Madrid y las de campus estadounidenses como Columbia y Cambridge.
Todo se somete a una votaci¨®n que consiste en un aplauso en se?al de aprobaci¨®n o una X, representada con un cruce de antebrazos, en caso contrario. En esta ¨¢gora se ha planteado y aprobado un calendario de intervenciones al margen del campamento con piquetes informativos, el primero convocado para este mi¨¦rcoles a las 8.30 a la salida de la estaci¨®n de Ciudad Universitaria o talleres como el que impartir¨¢ este mi¨¦rcoles el colectivo ecologista Extinction Rebeli¨®n sobre desobediencia civil y resistencia pac¨ªfica.
El despertar estudiantil
Cerca de la medianoche, cuando las carpas emergen de la tierra como jorobas grises en el horizonte negro, la mayor¨ªa de los alumnos se divide en cuatro grupos, mientras el resto se queda en la carpa viendo alguna pel¨ªcula o jugando a las cartas. Un joven toca en la guitarra La legia y una muchacha improvisa un solo con la flauta travesera.
Con la llegada de la madrugada, los estudiantes se refugian por goteo en las tiendas. Y, con los primeros rayos del sol, antes de las 7.00, el campamento comienza a salir de su letargo. Ojerosos y lega?osos, los alumnos salen como reci¨¦n paridos de las carpas, enrollados en mantas que arrastran como entes. Este mi¨¦rcoles se celebrar¨¢ la conferencia de las 11.00 y la asamblea de las 17.00.
Aroa, estudiante de Econom¨ªa de la Carlos III, es una de las primeras en levantarse. Debe viajar una hora en transporte p¨²blico hasta Getafe para presentar un trabajo. Despu¨¦s, volver¨¢ al campamento para estudiar todo el d¨ªa. Lo m¨¢s dif¨ªcil de la primera noche para ella y para la mayor¨ªa de los j¨®venes han sido el viento y el fr¨ªo. ¡°No tra¨ªa esterilla, as¨ª que me he puesto una manta por debajo y otra encima, pero, claro, dormir en el suelo es complicado¡±, comenta, mientras toma caf¨¦ con leche de un termo que acompa?aba con galletas. ¡°Pensaba ¡®si lo estoy pasando mal por dormir en una carpa, imag¨ªnate a la pe?a que le han reventado la casa [en Palestina] y me dec¨ªa: ¡®Bueno, no estoy tan mal¡±.
Los primeros portavoces en despertar han salido con los ojos vidriosos para hablar con la prensa. El fr¨ªo y el ba?o han sido las mayores necesidades de la primera noche en Ciudad Universitaria, por lo que pedir¨¢n a la universidad que habilite los aseos del estacionamiento 24 horas.
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