Las claves del crimen de los asesinos de Borja Villac¨ªs: una cita fatal y una huida torticera
La investigaci¨®n apunta a que el grupo de la v¨ªctima hab¨ªa quedado con sus agresores para resolver unas rencillas, pero estos ¨²ltimos lo sorprendieron al ir armados
Un guion de una pel¨ªcula no habr¨ªa imaginado la escena que se vivi¨® este martes en la carretera que une el distrito de Fuencarral y Alcobendas, en Madrid. Tres ocupantes paran un coche gris a escasos cuatro metros de una v¨ªa de cuatro carriles tremendamente transitada. Empiezan a manipular el veh¨ªculo y a arrojar objetos en el descampado. Dos de los ocupantes vestidos de negro se ocultan tras un gran ¨¢rbol. La ...
Un guion de una pel¨ªcula no habr¨ªa imaginado la escena que se vivi¨® este martes en la carretera que une el distrito de Fuencarral y Alcobendas, en Madrid. Tres ocupantes paran un coche gris a escasos cuatro metros de una v¨ªa de cuatro carriles tremendamente transitada. Empiezan a manipular el veh¨ªculo y a arrojar objetos en el descampado. Dos de los ocupantes vestidos de negro se ocultan tras un gran ¨¢rbol. La mujer, con un vestido vaporoso, se pone al volante de un veh¨ªculo abollado y arranca. Acaban de matar al hermano de la que fuera vicealcaldesa de Madrid. Y han tirado varias pruebas en un descampado frente a un hotel y el edificio de Mediaset, una productora audiovisual en la que decenas de personas, entre clientes y empleados, observan at¨®nitos la escena, aun sin saber que a pocos kil¨®metros Borja Villac¨ªs yace muerto en una cuneta.
El v¨ªdeo que recoge este episodio es una de las piezas clave en la investigaci¨®n por el homicidio del hermano de Bego?a Villac¨ªs, de 41 a?os, y relacionado con el mundo ultra y el narcotr¨¢fico, como atestiguan varias causas judiciales. Una hora despu¨¦s, la mujer que conduce es detenida a 20 kil¨®metros del lugar, en un lavadero de coches en el paseo de Santa Mar¨ªa de la Cabeza, en el centro de Madrid. No pasa desapercibida. Lleva el airbag fuera del volante, un lateral muy da?ado y un vestido que se identifica perfectamente con el que se ve en el v¨ªdeo. Se trata de M. J. P., de 52 a?os, residente en un pueblo de Toledo y con varios antecedentes en la Guardia Civil por lesiones y delitos contra la salud p¨²blica. Cuenta una absurda versi¨®n en la que explica que la han secuestrado. Las pesquisas indican que es la madre de uno de los implicados en el crimen.
La investigaci¨®n est¨¢ bajo secreto de sumario, los polic¨ªas trabajan a destajo y la b¨²squeda de los dos sospechosos ha sido intensa. Desde ayer, todos los testigos y la detenida han prestado declaraci¨®n en las dependencias de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid. En las horas posteriores al crimen, varias unidades de la Polic¨ªa Nacional, incluidos perros, drones, helic¨®pteros y caballos, han peinado sin descanso el ¨¢rea por la que hab¨ªan escapado los agresores. Para tratar de dar con ellos, pero tambi¨¦n para rastrear m¨¢s objetos que hayan dejado por el camino. Al final, la detenci¨®n se ha producido este mi¨¦rcoles a mediod¨ªa.
La hip¨®tesis que cobra fuerza es que Borja y dos amigos suyos quedaron con el hijo de la detenida para resolver alg¨²n asunto, pero la reuni¨®n se torci¨® y acab¨® de forma fatal. Uno de los integrantes del grupo que qued¨® con el de Borja, llamado K. P., se present¨® acompa?ado y armado, y acabaron tendiendo una emboscada a Borja y sus acompa?antes. ?l falleci¨® acribillado a tiros por un arma larga, otro amigo result¨® herido en la cabeza, aunque su vida no corre peligro, y el tercero sali¨® ileso. El segundo de ellos, de 27 a?os, lleg¨® hasta el hospital Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz en un coche. Los agresores escaparon a toda velocidad y pararon a apenas cinco minutos de ese punto, donde tiraron varias armas dentro de una bolsa que despu¨¦s fueron recuperadas por la Polic¨ªa Nacional.
Todav¨ªa no se puede decir si el hermano de Villac¨ªs era el objetivo o fue una v¨ªctima colateral, ni si los atacantes sab¨ªan de qui¨¦n era hermano, pero su cuerpo estaba acribillado, con balas en la cabeza y el t¨®rax y un brazo semiamputado. Consigui¨® salir del coche y caminar unos metros hasta derrumbarse en la cuneta. El testimonio de los dos colegas de Borja resultar¨¢ fundamental a la hora de conocer el m¨®vil exacto del crimen y qu¨¦ relaci¨®n previa exist¨ªa con los agresores. En la zona tambi¨¦n hab¨ªa algunos viandantes que pudieron ver la escena.
Todo apunta a que los agresores iban preparados para las medidas m¨¢s extremas si ese encuentro no iba como ellos quer¨ªan, aunque hubo varios errores en la planificaci¨®n. El primero es que los homicidas alquilaron el coche en el que acudieron a la cita con su nombre real. El segundo es el lugar elegido tanto para cometer el crimen como para deshacerse de las pruebas y escapar. Ambas son carreteras muy transitadas. El punto en el que muri¨® Villac¨ªs se encuentra a pocos metros de unas instalaciones del CNI y entre dos conocidos restaurantes. El lugar en el que dejaron las armas est¨¢ a la vista no solo de los conductores que pasan por la carretera, sino tambi¨¦n de dos grandes edificios. Todo esto contribuy¨® a que la huida acabara resultando torticera, y que los tres ocupantes del coche fueran identificados casi desde el principio, aunque lo cierto es que dos de ellos a¨²n est¨¢n a la fuga.
La investigaci¨®n tambi¨¦n tendr¨¢ que dilucidar si el grupo de los agresores distribu¨ªa droga de alguien relacionado con el entorno de Borja y eso pudo provocar un desencuentro entre ambas facciones. Villac¨ªs permanec¨ªa investigado desde 2021 en una causa en la Audiencia Nacional, en la que la Guardia Civil acusa a una veintena de personas de distribuir droga proveniente de Latinoam¨¦rica y blanquear los beneficios con la compraventa de veh¨ªculos y otros objetos de lujo. Seg¨²n estas pesquisas, Borja era el encargado de vigilar una finca en la que la organizaci¨®n guardaba droga.
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