El Gobierno de Pozuelo expulsa del pleno municipal a un grupo de vecinos por protestar contra la tala de 70 hect¨¢reas de bosque
Integrantes de la plataforma Salvemos Montegancedo irrumpen en el Ayuntamiento para pedir la paralizaci¨®n de una urbanizaci¨®n de lujo de 1.050 viviendas en medio de un paraje natural
Pocos minutos antes de entrar al pleno municipal, una docena de vecinos esperan con nerviosismo en la explanada de la Plaza Mayor de Pozuelo de Alarc¨®n. Gema Rodr¨ªguez se guarda una peque?a pancarta entre el pantal¨®n y el vientre para evitar cualquier decomiso al ingresar y avisa a su vecina Susana Bennike, una danesa en Madrid poco acostumbrada al activismo vecinal, de que este jueves no es un d¨ªa para ponerse blandos, que hay que actuar con decisi¨®n. ¡°Yo soy un poquito [de buena] pasta para esto¡±, responde Bennike, como confirmaci¨®n de que no est¨¢ ¡°muy habituada a esas cosas¡±. Dentro, las concejales discuten el orden del d¨ªa, que incluye una pregunta de la bancada socialista sobre el futuro del bosque de Montegancedo, de 70 hect¨¢reas, amenazado por un proyecto de urbanizaci¨®n de lujo de 1.050 viviendas. La titular del ¨¢rea de Medio Ambiente del Gobierno, M¨ªriam Picazo Alonso, confirma que el proyecto ¡°se terminar¨¢ aprobando¡±, una afirmaci¨®n que lleva al l¨ªmite a los vecinos que comienzan a gritar desde las sillas en contra del equipo de Gobierno. La alcaldesa, Paloma Tejero Toledo (PP), ordena la expulsi¨®n de los sublevados.
El pleno municipal de este jueves en Pozuelo de Alarc¨®n no ha tenido nada que envidiarle los del Congreso de los Diputados, con todo y las trifulcas que se producen all¨ª. Con una excepci¨®n, en el recinto municipal se palpaba la mayor¨ªa aplastante del PP, con 12 concejales copando las dos filas de la derecha de la sala y cuatro m¨¢s en la mesa principal. Pasado el medio d¨ªa, el socialista ?ngel Gonz¨¢lez Bascu?ana ha preguntado al equipo de Gobierno: ¡°?Son conscientes del da?o que va a provocar al equilibrio medioambiental de Pozuelo el desarrollo urban¨ªstico de Montegancedo?¡±. La encargada de responder ha sido Picazo, quien subray¨® que el proyecto cuenta ¡°con todos los informes favorables¡±, y aclar¨® que la urbanizaci¨®n no tiene marcha atr¨¢s.
Los vecinos segu¨ªan el debate con inquietud. El tiempo se acababa y la alcaldesa estaba a punto de dar la palabra al siguiente concejal en la ronda de preguntas. Nadie se atrev¨ªa a sacar los carteles ni a pronunciar palabra, hasta que uno de los vecinos grit¨® ¡°paremos el ecocidio¡±. Solo era empezar: tras la primera interrupci¨®n, una alharaca cop¨® todo el recinto. Cada vecino dijo lo que quiso y las palabras se perdieron en un mar de alegatos ininteligibles, hasta que las quejas individuales desembocaron en un coro colectivo que ped¨ªa ¡°no al ecocidio¡±. La alcaldesa llam¨® al orden un par de veces, antes de solicitar a los vecinos que abandonaran el recinto.
Un primer grupo de d¨ªscolos se retir¨® a petici¨®n de la alcaldesa y un pu?ado m¨¢s esper¨® a que entraran las fuerzas de seguridad. Una de las afectadas se acerc¨® hasta la mesa principal para recriminar al Gobierno local, antes de que un agente vestido de paisano y otro uniformado de la Polic¨ªa Nacional la escoltaran hasta abandonar la sala. Acto seguido, Tejero responsabiliz¨® al Gonz¨¢lez Bascu?ana por lo que llam¨® un ¡°bochornoso espect¨¢culo¡± y lo acus¨® de querer derogar la propiedad privada por alentar la paralizaci¨®n de las obras. ¡°Pozuelo no es Venezuela¡±, ha remarcado la alcaldesa.
El bosque de Montegancedo no solo es un terreno donde los vecinos pasean y se ejercitan, sino tambi¨¦n un oasis para la fauna y la vegetaci¨®n. Daniel Fuentes, doctor en ciencias ambientales, ha identificado en este espacio m¨¢s de cien especies de animales, entre mam¨ªferos, reptiles, anfibios y aves. El estudio en el que ha registrado estos hallazgos constata, adem¨¢s, la presencia de ¡°numerosos ejemplares¡± de encinas y pinos pi?oneros ¡°de m¨¢s de cien a?os de edad y algunos cercanos a los doscientos a?os¡±, as¨ª como amapolas, rosales silvestres, jaras, entre otras flores. Este ecosistema posee una charca natural que sirve de bebedero a la fauna local y aves migratorias.
En el exterior, la bronca no mengu¨®. Los vecinos desplegaron un par de pancartas de gran tama?o frente al consistorio en las que se le¨ªa ¡°No queremos pol¨ªticos en guerra contra la naturaleza¡± y ¡°Salvemos Montegancedo¡±, el nombre de la plataforma vecinal creada para frenar la urbanizaci¨®n. Poco dur¨® la actuaci¨®n porque ocho agentes de la Polic¨ªa Nacional, dos de ellos vestidos de paisano, se acercaron a los vecinos e identificaron a cinco, dado que la concentraci¨®n no hab¨ªa sido avisada a la Delegaci¨®n de Gobierno. Bennike no daba cr¨¦dito a lo que ve¨ªa: ¡°No me lo puedo creer. Todav¨ªa estoy temblando¡±, ha afirmado mientras mostraba sus palmas vibrantes.
A la salida del pleno, el concejal Gonz¨¢lez Bascu?ana conden¨® la ¡°soberbia¡± de la alcaldesa Tejero, a quien acus¨® de ¡°coartar la libertad de los vecinos para protestar¡±. Un recurso de reposici¨®n interpuesto por PSOE oblig¨® hace una semana a paralizar moment¨¢neamente las obras, aunque no por mucho tiempo. Gonz¨¢lez Bascu?ana ha adelantado a EL PA?S: ¡°Estamos trabajando en otros elementos jur¨ªdicos para intentar paralizar el desarrollo de este desastre¡±.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter sobre Madrid, que se publica cada martes y viernes.