Los vecinos de Pozuelo claman contra una urbanizaci¨®n de lujo de 1.050 viviendas que pretende arrasar 70 hect¨¢reas de bosque
Cerca de 300 ¨¢rboles han sido ya talados, antes de que el recurso de reposici¨®n interpuesto por el PSOE frenara moment¨¢neamente las obras
El silencio armonioso que envuelve la urbanizaci¨®n La Caba?a, en el oeste de Pozuelo de Alarc¨®n, se ha visto cortado de golpe por la llegada de la maquinaria pesada y el rugido de las motosierras. El motivo es la construcci¨®n de la urbanizaci¨®n Montegancedo, que transformar¨¢ 70 hect¨¢reas de bosque en un barrio de lujo de 1.050 viviendas, lo que supone la llegada de cerca de 4.000 residentes a una zona en la que hoy viven menos de 2.000. Esta obra contempla, inicialmente, la tala de un millar de ¨¢rboles solo para la construcci¨®n de los viales. Cerca de 300 ya han sido cortados desde inicios de junio, entre ellos encinas con troncos de hasta 40 cent¨ªmetros de di¨¢metro. El da?o ¡°es irreversible¡±, seg¨²n ha denunciado la plataforma vecinal Salvemos Montegancedo en un comunicado. Un recurso del PSOE ha paralizado moment¨¢neamente las obras, aunque es una medida transitoria. Los promotores han insistido en que se trata de un ¡°urbanizaci¨®n sostenible¡±, mientras que el Ayuntamiento resalta que ¡°el proyecto cuenta con todos los informes preceptivos favorables¡±, una afirmaci¨®n que no cuela entre los vecinos que atestiguan en tiempo real la destrucci¨®n de su pulm¨®n verde. Este jueves los afectados asistir¨¢n al pleno municipal donde preguntar¨¢n al consistorio por el futuro de la urbanizaci¨®n.
Luis Segundo Arana Sastre, de 66 a?os, es uno de los portavoces de Salvemos Montegancedo. El proyecto de la nueva urbanizaci¨®n amenaza con arrasar mucho m¨¢s que el lugar donde suele ir a pasear. ¡°A m¨ª me borra la infancia, yo he nacido aqu¨ª y por todos esos montes he estado con mi padre y ha sido nuestro territorio de caba?as y paseos. Me destroza un poco toda la memoria de lo que significa Pozuelo para m¨ª¡±, confiesa, quien no solo es vecino de toda la vida, sino tambi¨¦n doctor en arquitectura, una rama en la que ha trabajado como catedr¨¢tico por 12 a?os y como arquitecto municipal por el mismo periodo de tiempo. El hombre alerta de un impacto medioambiental mucho mayor cuando se incluyan las talas necesarias para levantar las edificaciones e incluso eleva hasta 5.000 los ejemplares que pueden ser cortados al final del proyecto.
El bosque de Montegancedo es un oasis natural para los vecinos. Diariamente se pueden observar residentes en bicicleta, corriendo o caminando con los perros. Aqu¨ª peregrinan algunos pensionistas durante el paseo matinal y, los fines de semana, llegan familias enteras a respirar aire limpio. Un estudio sobre el valor medioambiental de este paraje, firmado por el doctor en ciencias ambientales, Daniel Fuentes, contabiliza en este espacio m¨¢s de cien especies animales entre mam¨ªferos, reptiles, anfibios y aves, algunas de ellas de gran importancia como el ¨¢guila imperial, el buitre negro o el milano real. El informe constata, adem¨¢s, la presencia de ¡°numerosos ejemplares¡± de encinas y pinos pi?oneros ¡°de m¨¢s de cien a?os de edad y algunos cercanos a los doscientos a?os¡±, as¨ª como jaras, retamas, amapolas y rosales silvestres.
Los vecinos del oeste de Pozuelo no solo temen las afectaciones al medio ambiente, sino tambi¨¦n la perturbaci¨®n de la tranquilidad a causa de las obras y el aumento significativo de residentes. La zona m¨¢s afectada por el proyecto es La Caba?a, fronteriza con el predio de Montegancedo. La urbanizaci¨®n de cerca de 1.500 habitantes ver¨¢ triplicado el n¨²mero de residentes en este sector por la contrucci¨®n de la nueva urbanizaci¨®n. Joaqu¨ªn Plaza, vecino e integrante de la plataforma, resalta que ¡°uno de los problemas que tiene Pozuelo es el de la movilidad¡±, algo que amenaza con agravarse con la llegada de los 2.000 nuevos vehiculos que supondr¨¢ el nuevo barrio. Arana teme que La Caba?a ¡±va a quedar confinada entre la operaci¨®n ARPO ¨Cque levantar¨¢ 5.500 viviendas en el Oeste de Pozuelo¨C y el eje de la avenida de Montegancedo que saldr¨¢ a la M-40. ¡°La dejar¨¢n como una isla que, pat¨¦ticamente, quedar¨¢ envejecida como esas colonias que han aparecido en Madrid con el tiempo¡±, ha lamentado Arana.
Muchos vecinos que han renunciado a una vida en la metropoli, en busca de la tranquilidad rural se declaran angustiados al ver sus planes escaparse entre los dedos. Una de ellas es Susana Bennike, natural de Dinamarca y afincada en Pozuelo. Es amante de los espacios verdes y se mueve en bicicleta. ¡°Hemos venido a vivir aqu¨ª para que nuestros hijos vivan al lado de la naturaleza, para que se suban a los ¨¢rboles y aprendan de los animales¡±, ha explicado esta vecina, antes de preguntar ¡°?Tu sabes lo que hemos pagado por tener estas noches de silencio?¡±, seguramente mucho, teniendo en cuenta que hablamos del municipio con la renta media m¨¢s alta de Espa?a, hoy gobernado con mayor¨ªa absoluta por el Partido Popular.
De momento, un recurso de reposici¨®n presentado por el PSOE oblig¨® el 11 de julio a paralizar las obras. El concejal socialista de Pozuelo de Alarc¨®n Helio Cobaleda ha se?alado que, aunque la medida ¡°va a durar poco¡±, est¨¢n evaluando ¡°nuevas iniciativas judiciales ante las evidentes zonas oscuras y falta de evaluacion ambiental que hay en la tramitacion¡±.
Este martes, una comitiva del PSOE ha visitado el lugar de las obras, acompa?ada de una treintena de vecinos. Entre las asistentes, estaba Luisa Cabello, quien ha asistido con b¨¢culo, botas de senderista y una camiseta de la plataforma. ¡°Me parece absolutamente fuera de este tiempo que alguien planee destruir este bosque. Yo me pregunto c¨®mo le explicar¨¢n esto a tus hijos¡±, afirma la residente. Los vecinos han cerrado filas para proteger su patrimonio natural. Cada quien aporta como puede y, en ese af¨¢n, se dan casos como el de C¨¦sar L. Araque, quien ha compuesto dos canciones en honor al bosque, con un mensaje claro: ¡±Dejad Montegancedo en paz¡±
La plataforma vecinal ha llamado la atenci¨®n en un comunicado sobre otras talas similares que amenazan el tejido verde de otros municipios de la Comunidad: ¡±Tenemos noticias de otros ejemplos de proyectos urban¨ªsticos que amenazan con ser nuevos ecocidios en los municipios de Alcobendas, Boadilla del Monte, San Sebasti¨¢n de los Reyes, Torrelodones, Villaviciosa de Od¨®n y diferentes distritos de Madrid como el que amenaza al Pinar de la Elipa¡±.
Arana ha tildado de ¡°marketing perverso¡± la estrategia publicitaria de las constructoras que promocionan este tipo como proyectos sotenibles. ¡°No reflexionamos sobre lo que significa vivir en la naturaleza, que es un esnobismo muy contempor¨¢neo, y al final no te das cuenta de que cuando compras una casa en la naturaleza, previamente has esquilmado la naturaleza¡±.
Las inmobiliarias Aedas Homes y Pryconsa son las impulsoras de Montegancedo. Aedas, que adquiri¨® el terreno en 2017, es propietaria del 50% del suelo, en el que proyecta construir 529 viviendas. Pryconsa dispone de cerca del 20% del terreno, que usar¨¢ para levantar 204 pisos. El 30% del suelo restante ser¨¢ entregado sin coste al Ayuntamiento, ¡°lo que permitir¨¢ la construcci¨®n de cerca de 300 viviendas que se incorporar¨¢n al Plan Municipal de Vivienda¡±, seg¨²n ha precisado por escrito el consistorio, que resalta adem¨¢s la propiedad privada de la parcela que, no obstante, nunca ha estado vallada ni utilizada, m¨¢s que por los vecinos durante todos estos a?os. EL PA?S se ha puesto en contacto con Aedas, que ha preferido ce?irse a las declaraciones del Ayuntamiento. Ha sido imposible contactar con Pryconsa.
Crimen, barbaridad, atrocidad, ecocidio o sinsentido son algunas de las palabras con las que los vecinos intentan describir las primeras talas a causa de la urbanizaci¨®n de Montegancedo. Han pasado m¨¢s de dos d¨¦cadas desde que el predio se sac¨® a subasta, como una premonici¨®n de lo que ya es una realidad. Aunque est¨¢n acostumbrados a vivir en calma, los vecinos se perfilan como persistentes y combativos. En palabras de Plaza: ¡°Somos una especie a extinguir. Ahora, les va a costar, porque hay algunos que no sabemos rendirnos¡±.
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