El asesinato de la presidenta de la comunidad, fruto de una obsesi¨®n: ¡°Si no llega a ser por la familia, habr¨ªa sido el crimen perfecto¡±
La celeridad en la denuncia por la desaparici¨®n de Pilar en Carabanchel en febrero de 2023 fue clave para resolver el crimen en dos d¨ªas. La investigaci¨®n refleja que la acusada subi¨® v¨ªdeos a Tiktok la misma noche del homicidio con el nombre de la v¨ªctima y se qued¨® su nombre del buz¨®n ¡°como trofeo¡±
?Cu¨¢nto tardar¨ªa en darse cuenta su entorno de que le ha pasado algo grave? El de Pilar Moreno, una hora. ¡°Si no llega a ser por su familia, este habr¨ªa sido el crimen casi perfecto¡±, sentencia el subinspector de homicidios que investig¨® la muerte de esta mujer de 68 a?os, presidenta de una comunidad de propietarios de Carabanchel, en Madrid. El 27 de febrero de 2023, sobre las nueve de la ma?ana,...
?Cu¨¢nto tardar¨ªa en darse cuenta su entorno de que le ha pasado algo grave? El de Pilar Moreno, una hora. ¡°Si no llega a ser por su familia, este habr¨ªa sido el crimen casi perfecto¡±, sentencia el subinspector de homicidios que investig¨® la muerte de esta mujer de 68 a?os, presidenta de una comunidad de propietarios de Carabanchel, en Madrid. El 27 de febrero de 2023, sobre las nueve de la ma?ana, esta mujer entr¨® en la casa de Marta C., que hab¨ªa decidido, como describe el veterano polic¨ªa, ¡°quitar a Pilar de en medio, la ¨²nica soluci¨®n posible en su cabeza¡±. Pero Marta no contaba con las f¨¦rreas rutinas de la mujer y con el estrecho contacto que manten¨ªa con su familia, con la que hablaba cada noche y cada ma?ana sin excepci¨®n. Cuando dieron las once de la ma?ana y sus hermanos a¨²n no hab¨ªan recibido su mensaje de buenos d¨ªas, empezaron a buscarla y frustraron los planes de Marta.
Este crimen nace de una ¡°bola de nieve¡±, explica el subinspector, que se fue creando las semanas previas. La presunta asesina quer¨ªa dejar la casa en la que hab¨ªa vivido con su novio en Carabanchel. Se acababa el contrato de alquiler y la pareja hab¨ªa roto. Pero hab¨ªa un problema. ¡°En diciembre fuimos a una junta de vecinos y nos enteramos de que hab¨ªa facturas pendientes¡±, relat¨® Cristina, la propietaria de la vivienda, que adem¨¢s tiene una relaci¨®n familiar con Marta, que entonces ten¨ªa 34 a?os. Esa situaci¨®n coincidi¨® con la llegada a la presidencia de la comunidad de Pilar, que se convirti¨®, junto con la administradora Prado, en la encargada de reclamar los pagos y de poner orden en las cuentas de la comunidad.
El intercambio de mensajes durante los dos meses previos al crimen entre Marta y Cristina, su casera, refleja la tensi¨®n creciente por las facturas impagadas. La polic¨ªa encontr¨® mensajes desde el 7 de febrero en los que Marta da decenas de explicaciones sobre los recibos, asegura que ha ido varias veces a la sucursal de Ibercaja y promete enviar copias de las transferencias para probar que las ha hecho.
Pero el tono va subiendo a medida que pasan los d¨ªas y la presidenta de la comunidad y la administradora insisten en que esos pagos no aparecen en la cuenta de la finca. ¡°Ir¨¦ a casa de Pilar y le echar¨¦ la puerta abajo hasta que me abra porque ya le he llamado un par de veces y no me ha abierto (...) y que venga a ver conmigo lo del puto banco. Esta mujer ya se est¨¢ flipando y me est¨¢ pidiendo recibos no s¨¦ de d¨®nde¡±, dice Marta en un audio de Whatsapp el 21 de febrero.
A Cristina se le va agotando la paciencia y decide poner soluci¨®n el lunes 27 de febrero, para lo que pide cita en Ibercaja y le comunica a Marta que van a ir juntas y que es posible que tambi¨¦n baje Pilar. Sin embargo, ese encuentro nunca se produce porque la presunta asesina manda un audio a la casera a las 10.54: ¡°No hace falta que vengas, acabo de salir del banco con Pilar (...) Los justificantes eran correctos, o sea, verdaderos, pero el n¨²mero de cuenta presentaba un error, as¨ª que he puesto una reclamaci¨®n¡±.
Seg¨²n la investigaci¨®n, en ese momento, Pilar ya hab¨ªa muerto. Marta asegura que se resbal¨® y se golpe¨® en la cabeza y, ante el terror, introdujo su cuerpo en una maleta que despu¨¦s calcin¨®. Los investigadores no creen la tesis del accidente por el contexto previo y por los actos posteriores, aunque debido al estado en el que qued¨® el cuerpo, ha sido imposible determinar el modo en el que falleci¨®.
Pasadas las diez de la ma?ana, un sobrino de Pilar ya hab¨ªa llamado varias veces a su t¨ªa y un hermano acudi¨® ese mismo d¨ªa a la vivienda en su busca, donde encontr¨® su ropa preparada para ir al gimnasio, su documentaci¨®n y su m¨®vil. Lo desbloquearon y leyeron que la ¨²ltima conversaci¨®n la hab¨ªa mantenido con Cristina, la casera de Marta, que le comunicaba la cita en la entidad bancaria de esa ma?ana. Ese sobrino lleg¨® a llamar, la misma noche del crimen, a la presunta asesina de su t¨ªa para preguntarle si sab¨ªa algo de ella. En esa conversaci¨®n, la acusada ya cambi¨® de versi¨®n seg¨²n las preguntas del sobrino.
Poco despu¨¦s acudieron a comisar¨ªa a presentar una denuncia por desaparici¨®n que pronto lleg¨® a las manos del Grupo de Secuestros y Desaparecidos de la Polic¨ªa Nacional en Madrid. ¡°Nos hicimos cargo muy r¨¢pido porque desde el principio nos pareci¨® muy inquietante y las primeras investigaciones nos conduc¨ªan a que la ¨²nica persona que pod¨ªa estar vinculada a lo que le hubiera pasado a Pilar era Marta¡±, explic¨® ante el tribunal el jefe de este grupo.
Al d¨ªa siguiente, los agentes montaron un seguimiento de la sospechosa, que los llev¨® hasta su pueblo, Las Ventas con Pe?a Aguilera, en Toledo. All¨ª observaron a la mujer pararse un rato en una escombrera que despu¨¦s ser¨ªa clave en la historia. La mujer acusada del crimen se lleg¨® a creer tanto que hab¨ªa ¡°ganado la batalla¡± que cre¨ªa tener con Pilar que la noche del asesinato subi¨® unos confusos v¨ªdeos a la red social TikTok en los que mencionaba a la v¨ªctima. ¡°Nos estaba retando, ella cre¨ªa que todo le hab¨ªa salido bien¡±, sentencia la jefa del grupo V de homicidios.
El 1 de marzo, la propietaria del piso de Marta permiti¨® a los investigadores inspeccionar la casa, en la que hallaron gotas de sangre. ¡°Para nosotros fue concluyente, se confirman todas nuestras teor¨ªas¡±, explic¨® el jefe de Desaparecidos. Al mismo tiempo que se realizaba la inspecci¨®n, los agentes encontraron a Marta en los alrededores del piso, hab¨ªa vuelto a Madrid. En ese momento la detuvieron y prepararon un registro en la vivienda de su pueblo para el d¨ªa siguiente. Cuando la arrestaron, Marta llevaba encima el papel del buz¨®n con el nombre de su v¨ªctima. Los investigadores de homicidios y las psic¨®logas que la examinaron lo interpretaron como que se hab¨ªa quedado con ¡°un trofeo¡±.
Era ya de madrugada cuando dos agentes se dirigieron a Las Ventas con Pe?a Aguilera en un coche, mientras que en otro iban el jefe del grupo y la letrada de la administraci¨®n de justicia. Estaban a punto de llegar al lugar del registro cuando los polic¨ªas que viajaban con Marta comunicaron que la detenida hab¨ªa dicho que no ten¨ªa sentido entrar en la casa. ¡°De perdidos al r¨ªo, la he quemado y la he tirado a la escombrera¡±, aseguran los agentes que confes¨® la sospechosa. El hallazgo de los restos fue lo que dinamit¨® por completo el plan de Marta y convirti¨®, oficialmente, la desaparici¨®n en un homicidio. Tan solo 48 horas despu¨¦s de la denuncia, el crimen estaba resuelto.
¡°?C¨®mo pudo hacer esto si no tiene ninguna patolog¨ªa mental?¡±. Esta ha sido una de las numerosas preguntas que el jurado popular ha formulado durante las dos semanas que ha durado el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid. La psiquiatra que la examin¨® respondi¨® que tambi¨¦n se mata ¡°por maldad¡±. Los miembros del jurado han planteado decenas de preguntas, como si no acabaran de entender qu¨¦ tipo de obsesi¨®n lleva a alguien a hacer lo que hizo Marta. Algo que no se explican ni su propia madre, que tambi¨¦n testific¨® en el juicio muy afectada y de forma muy breve: ¡°No tenemos ni idea de qu¨¦ se le pas¨® por la cabeza¡±. Ese mismo examen psicol¨®gico mostr¨® que a la acusada le preocupaba sobremanera la imagen que iba a quedar de ella en su pueblo.
El jurado popular tendr¨¢ que alcanzar la semana que viene una decisi¨®n sobre el caso. La fiscal¨ªa considera que se trata de un homicidio y pide 13 a?os de prisi¨®n. El abogado de la familia, Santiago Torres, lo eleva a 28 a?os porque para ¨¦l existen indicios suficientes de que Marta plane¨® el crimen y Pilar no tuvo escapatoria posible. La defensa de la acusada plantea un homicidio imprudente, en el que la v¨ªctima falleci¨® por un accidente y Marta no la socorri¨®, por lo que pide tres a?os de c¨¢rcel.