20 pasos separan las puertas de Pilar, la presidenta de una comunidad de vecinos, y la acusada de su asesinato
La polic¨ªa detiene a una mujer por matar a su compa?era de rellano en Carabanchel por un conflicto por el pago de unas deudas. La presunta asesina abandon¨® el cad¨¢ver en una escombrera de un pueblo de Toledo
Cada ma?ana muy temprano, M., una vecina de Carabanchel o¨ªa a su vecina calentar la leche del caf¨¦ en el horno microondas. Su ventana da con la de la casa de la mujer que, a pesar de que estaba jubilada, segu¨ªa despert¨¢ndose muy pronto. ¡°Desde hace unos d¨ªas, no o¨ªa el ruido del microondas¡±, cuenta M. en el umbral de su casa. Esa mujer menuda y madrugadora era Pilar M., de 68 a?os, la presidenta de la comunidad desde el pasado octubre. Met¨®dica y organizada como era, Pilar se hab¨ªa puesto manos a la obra para poner las cuentas vecinales en orden. Exist¨ªa una deuda con respecto a la calefacci¨®n central y hab¨ªa que instar a algunos vecinos a abonar sus cuotas, cuentan varios residentes. Esta gesti¨®n de los pagos pudo ser el motivo del final de Pilar, que desapareci¨® el pasado viernes, el d¨ªa en que, seg¨²n varios testimonios, hab¨ªa quedado con una vecina de rellano para aclarar s¨ª hab¨ªa pagado lo que le correspond¨ªa .
Pilar, de 68 a?os, era presidenta desde octubre. En la junta de vecinos de ese mes, le toc¨® el puesto por turno, ya que el resto de propietarios que llevaban m¨¢s tiempo viviendo en el inmueble ya hab¨ªan pasado por el cargo. Ella se hab¨ªa trasladado a esa casa, en la que viv¨ªa sola, hace unos tres a?os. ¡°Poco antes de la pandemia¡±, cuenta Ana, una mujer que vive en la misma planta que Pilar, la tercera, desde hace cuatro d¨¦cadas. ¡°Al parecer ella ten¨ªa muchas amigas en el barrio, era muy activa¡±, resume. Precisamente Ana fue la que empez¨® a colaborar con Pilar en enero para revisar las cuentas de la comunidad y ver de d¨®nde se pod¨ªa recortar y c¨®mo acababan con la deuda que hab¨ªan adquirido. En esta finca hay calefacci¨®n central y la escalada de precios del gas ha hecho que muchas comunidades que todav¨ªa cuentan con este sistema se queden sin caja para asumir el incremento. Muchas han optado por aprobar derramas para afrontarlo y otras por reducir las horas que est¨¢ encendida. ¡°Este invierno no hemos tenido calefacci¨®n m¨¢s que un mes¡±, desliza otra residente en el portal del edificio, flanqueado por una peluquer¨ªa y una agencia de viajes cerrada.
En enero, Ana y Pilar hab¨ªan quedado en empezar a poner orden. A veces en casa de una y otras en casa de la otra, se reun¨ªan rodeadas de papeles. ¡°A m¨ª me daba hasta verg¨¹enza que viniera a la m¨ªa porque ella era tremendamente ordenada, todo impoluto, limp¨ªsimo¡±, cuenta Ana. Esta finca de Carabanchel tiene cuatro alturas divididas en rellanos con largos pasillos en los que hay una decena de puertas por piso. Los vecinos son una mezcla de residentes de toda la vida e inquilinos que viven de alquiler. En la puerta del fondo a la derecha, en esa tercera planta, viv¨ªa una mujer de unos 30 a?os de este segundo tipo. Se hab¨ªa mudado hac¨ªa unos 10 meses a vivir de alquiler. Se llama Marta y era una de las que deb¨ªan cuotas a la cuenta comunitaria.
Pilar le hab¨ªa reclamado esas transferencias varias veces. ¡°Ella siempre le ense?aba supuestamente los recibos en el m¨®vil, pero el ingreso nunca aparec¨ªa en la caja com¨²n¡±, explica una vecina. Al final, Pilar opt¨® por quedar con Marta para bajar juntas a la sucursal de Ibercaja que hay apenas a unos pasos del portal para cerciorarse de que los pagos no se hab¨ªan realizado. Parece que ambas hab¨ªan concertado esta cita el viernes. Pilar hab¨ªa dejado preparada en la cama la ropa de deporte que se iba a poner despu¨¦s y las llaves y el m¨®vil en casa. Nunca lleg¨® a la sucursal.
El pasado s¨¢bado la familia de Pilar, preocupada por la falta de noticias, present¨® una denuncia por desaparici¨®n en la comisar¨ªa de Carabanchel. Algunos de ellos fueron a su casa el fin de semana y la encontraron vac¨ªa. Toda su documentaci¨®n estaba en la vivienda y la mujer no sufr¨ªa ning¨²n tipo de demencia que pudiese hacer pensar que se hab¨ªa perdido. El lunes, varios de sus allegados acudieron de nuevo al inmueble a preguntar puerta por puerta a los vecinos si alguien sab¨ªa algo de la mujer. Nadie la hab¨ªa visto. Cuando llamaron a la puerta de Marta, nadie respondi¨®.
El terminal telef¨®nico fue clave para dar con la supuesta culpable de la desaparici¨®n de Pilar. En ese m¨®vil, los investigadores encontraron el largo historial de desavenencias con Marta con motivo de la gesti¨®n de Pilar como presidenta de la comunidad. Este mi¨¦rcoles por la noche, las pesquisas condujeron hasta Las Ventas Con Pe?a Aguilera, un municipio toledano de 1.200 habitantes a hora y media de Madrid. All¨ª ha sido hallado un cad¨¢ver carbonizado y desmembrado en una escombrera a las afueras del pueblo. A falta de la confirmaci¨®n definitiva del ADN, todo apunta a que se trata del cuerpo de Pilar. Las Ventas Con Pe?a Aguilera es la localidad de origen de la familia de Marta, seg¨²n fuentes cercanas al caso. La vecina ha sido detenida como responsable de la muerte de la presidenta de su comunidad. La propietaria del piso en el que estaba alquilada Marta ten¨ªa previsto mudarse a esa vivienda el mes que viene, apuntan algunos vecinos.
Las puertas de Pilar y Marta est¨¢n a una distancia de apenas 20 pasos. Un grupo de vecinas las miran desde el otro lado del extenso pasillo, sin poder creer lo que ha sucedido en su rellano. La vivienda de la supuesta autora est¨¢ precintada y tiene pegado un cartel de la polic¨ªa cient¨ªfica. Esa casa es el lugar que los investigadores del grupo V de homicidios apuntan como el lugar en el que Pilar fue asesinada y que despu¨¦s la responsable quem¨® los restos en el municipio toledano. La autopsia tendr¨¢ que determinar c¨®mo se produjo el crimen. En el portal de Carabanchel, un cartel se?ala que ese tramo de la calle cuenta con videovigilancia. Puede que esas c¨¢maras grabaran la huida de la presunta asesina. ¡°Solo quiero decir que Pilar era una buena mujer y buena presidenta que estaba organizando todo muy bien¡±, sentencia una vecina al salir del portal.
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