Najat el Hachmi: ¡°Tir¨¦ el velo a la basura porque anulaba mi identidad¡±
La ganadora de Premio Nadal en 2021 narra las dificultades que padeci¨® cuando emigr¨® a Espa?a con ocho a?os: desde la xenofobia hasta el machismo que le negaba dedicarse a su vocaci¨®n de escritora
Para la escritora Najat el Hachmi (Nador, Marruecos, 1979) el tren representa la idea de libertad. A¨²n recuerda su primer viaje. Ten¨ªa ocho a?os y se dirig¨ªa a Vic desde Barcelona. Era tramo corto, el ¨²ltimo, de un viaje como inmigrante junto a su familia que comenz¨® unos d¨ªas antes en su pueblo natal. ¡°Pasamos la noche en un ferri, despu¨¦s en autocar desde M¨¢laga hasta Barcelona y de Barcelona el ¨²ltimo trayecto fue en tren. Era como ir a una vida completamente nueva. Ese viaje fue como nacer otra vez. Nuestras vidas cambiaron completamente¡±, narra El Hachmi a la periodista Joana Bonet durante esta videoentrevista a bordo de un tren. En ese nuevo hogar, la escritura fue sus alas para seguir viajando y un instrumento para entender los problemas a los que ten¨ªa que enfrentare por ser mujer e inmigrante. Vocaci¨®n que la llev¨® a convertirse en novelista y a ganar el Premio Ramon Llull de novela en 2008, el Sant Joan de Narrativa en 2015 y el Nadal el a?o pasado.
El Hachmi explica que sus primeros a?os en Vic no fueron f¨¢ciles. Desde muy pronto sufri¨® la xenofobia y las agresiones verbales de algunos de sus compa?eros de clase y vecinos. ¡°No es solamente el ¡®mora de mierda¡¯, sino tambi¨¦n el ¡®esto no lo puedes hacer porque eres una mora de mierda¡¯ o ¡®?c¨®mo vas a ser escritora si eres una ¡®mora de mierda?¡±, cuenta. Tambi¨¦n padeci¨® la falta de recursos, una situaci¨®n que hoy por hoy, opina, es la m¨¢s estigmatizada en la sociedad. ¡°La pobreza no la tolera nadie¡±, dice.
A esta exclusi¨®n se le sum¨® el hecho de ser mujer en una cultura donde no estaba bien visto su empoderamiento. Acab¨® revel¨¢ndose. ¡°No quem¨¦ el velo porque como todos est¨¢n hechos de poli¨¦ster, huele fatal cuando lo quemas. Pero s¨ª que tir¨¦ todos a la basura cuando dej¨¦ de llevarlo. El velo era una anulaci¨®n de mi propia identidad. Me sent¨ªa como humillada. Era la sensaci¨®n de haber acabado en esa situaci¨®n de sometimiento. Porque al final, est¨¢s cumpliendo una normal patriarcal que dice que las mujeres nos tenemos que vestir de una manera por ser mujeres, mientras que los hombres no importa c¨®mo se vistan o dejen de vestir¡±, subraya.
Para la escritora todav¨ªa est¨¢ pendiente el surgimiento de una revoluci¨®n sexual que ¡°desmonte la trampa de la anterior¡± en la que, dice, solo los hombres consiguieron beneficiarse de ella y a las mujeres se las convirti¨® en objetos. ¡°Mientras exista esa din¨¢mica de desigualdad, esas relaciones de poder dentro de la sexualidad y las mujeres sigamos convertidas en objetos, no habr¨¢ libertad sexual para todos¡±, afirma.
Como esta novelista, una docena de mujeres del mundo del emprendimiento, el deporte, la sostenibilidad, la ciencia, la cultura o la moda, pasar¨¢n cada 15 d¨ªas por Mujeres y viajeras para conversar con la periodista Joana Bonet. Una conversaci¨®n sobre experiencias, complicidad y libertad en el viaje de la vida.
A trav¨¦s de Mujeres y viajeras, Renfe quiere dar a conocer 12 mujeres, 12 viajes, sus vidas, sus motivaciones y sus anhelos¡ y compartir todas esas historias apasionantes que han vivido y vivir¨¢n a bordo de un tren. Unos di¨¢logos que buscan dar voz al papel esencial que las mujeres desempe?an en la sociedad actual.