Arte urbano e intervenci¨®n en el espacio p¨²blico para ponerse ¡°en la piel del otro¡±
Cinco estudiantes de la Escuela de Arte y Superior de Dise?o IDarte de Vitoria transforman un paso subterr¨¢neo de Bilbao para reflexionar sobre sus peligros
El paso soterrado de peatones de la plaza San Pio X en Bilbao, en el borde norte del Puente de Deusto, se ha convertido en un laberinto de obst¨¢culos. El color amarillo lim¨®n de todas sus paredes alerta del peligro. Para cruzar de un lado a otro, o bien hacia la Universidad de Deusto o hacia el centro de la villa, hay que apartar con los brazos las tiras de goma que tejen una inquietante y blanda tela de ara?a. Esas gomas, que permanecer¨¢n desde este jueves hasta el d¨ªa 25 simbolizan el miedo que da cruzarlo, la escasa accesibilidad de sus escaleras, el temor que provoca a veces la oscuridad e...
El paso soterrado de peatones de la plaza San Pio X en Bilbao, en el borde norte del Puente de Deusto, se ha convertido en un laberinto de obst¨¢culos. El color amarillo lim¨®n de todas sus paredes alerta del peligro. Para cruzar de un lado a otro, o bien hacia la Universidad de Deusto o hacia el centro de la villa, hay que apartar con los brazos las tiras de goma que tejen una inquietante y blanda tela de ara?a. Esas gomas, que permanecer¨¢n desde este jueves hasta el d¨ªa 25 simbolizan el miedo que da cruzarlo, la escasa accesibilidad de sus escaleras, el temor que provoca a veces la oscuridad en sus usuarios, y tienen como objetivo acelerar la reflexi¨®n sobre unas soluciones de movilidad del pasado que en el presente deber¨ªan pasar por soterrar los coches, y no a los ciudadanos. Un debate mundial a la vista de los riesgos que incorporan a la vida en los nucleos urbanos.
¡°La idea es extender durante una semana a todos los usuarios del paso lo que muchos colectivos sienten cuando lo atraviesan¡±, explican Nerea Sanz y Eire Vila, dos de las integrantes del equipo cuyo proyecto se enmarca en la Bilbao Bizkaia Design Week 2021. Su idea se ha ganado, entre muchos otros proyectos, el derecho a intervenir el puente. Antes de afrontar el reto hicieron una encuesta entre los usuarios de los dos t¨²neles en ¡°V¡± bajo la rotonda, de 22 y 35 metros. Las conclusiones confirmaron todos sus temores. ¡°A la gente no le gusta, todos reportaban que era desagradable, les provocaba temor, que era oscuro porque algunas luces fallan y encima las continuas pintadas ensombrecen el tr¨¢nsito¡±, explica Vila. ¡°Todo esto nos reafirm¨® en el proyecto como una manera de que la gente se ponga en la piel del otro: besteen azalean¡± relata Sanz.
¡°La idea del juego como proyecto transformador y de comunicaci¨®n me pareci¨® muy interesante, explica Jon Gorospe (Vitoria 1986), un artista reconocido por numerosas instituciones p¨²blicas y privadas, como el Museo Salomon R. Guggenheim (USA) o la Fundaci¨®n Sasakawa (Jap¨®n-Escandinavia). Viene de Lisboa de inaugurar una exposici¨®n y la semana que viene se traslada a Roma a cortar la cinta de otra muestra con sus obras. Gorospe, exalumno de IDarte ha ejercido como tutor del equipo. ¡°Este proyecto era el que mejor sintetizaba y desarrollaba el concepto de arte como una herramienta de transformaci¨®n al servicio de los ciudadanos¡±, ha explicado el artista que ha intervenido diversos espacios urbanos en diversas capitales en los cinco continentes. Esta semana ofrecer¨¢ una conferencia en el seno de la Bilbao Bizkaia Design Week 2021. ¡°Nos ha aportado su experiencia y su conocimiento en al proyecto¡±, explica Sanz.
El proyecto del grupo vitoriano se llama Ioki, en recuerdo del tradicional juego infantil que se basaba en dar saltos con unas gomas. Unas cintas el¨¢sticas, ¡°de las que compran mayoritariamente las mujeres en las mercer¨ªas¡± -relata con intenci¨®n el equipo-, que permiten a las personas interactuar con ellas en un juego de dar y recibir, de aportar y de reflexionar. Un argumento con el que quieren devolver a las personas al centro de la vida en la ciudad, y al urbanismo, y al dise?o urbano como las herramientas para arreglar y satisfacer las necesidades de los ciudadanos.
El resto del equipo formado por Amaia Pidal, Andrea del Hoyo y Jakue Arruabarrena pintaban con aerosoles las estructuras met¨¢licas de los accesos. Todav¨ªa dispon¨ªan de unas horas antes de la inauguraci¨®n de la instalaci¨®n y su experiencia en el interior de los t¨²neles les confirma que ¡°no deber¨ªan existir los pasos soterrados de estas caracter¨ªsticas¡±, dicen casi al un¨ªsono, ¡°o en todo caso deber¨ªan ser mucho m¨¢s luminosos y proporcionar mejores sensaciones¡±, aportan al debate. Amaia, Andrea y Jakue son alumnos de cuarto. La elecci¨®n de los equipos fue decisi¨®n del centro universitario para reproducir mejor las condiciones laborales a las que se enfrentar¨¢n en breve. ¡°Llegas a equipos que ya est¨¢n hechos y a cuyos integrantes no conoces, y tienes que adaptarte¡±, explica una de las profesoras del centro educativo vitoriano que les acompa?a. Las redes sociales ya est¨¢n empezando a distribuir el proyecto. Tanto la escuela como el hastag #IOKI profundizan ya en los argumentos del grupo.
Un funcionario del Ayuntamiento alucina con la nueva imagen del paso soterrado. Del blanco manchado con mil grafitis al amarillo chill¨®n hay un abismo, pero le da mucha luminosidad al puente y un punto de alegr¨ªa que hace diferente el tr¨¢nsito. Tras cotejar que los estudiantes ten¨ªan los permisos en orden para hacer la intervenci¨®n, se ocupa de apuntar las especificaciones de la pintura amarilla usada, para seguir con ese mismo tono cuando las paredes vuelvan a mancharse. Ser¨¢ el ¨²nico resto que quede de la intervenci¨®n. Los ganchos de la pared que sujetan la red de gomas se eliminar¨¢n despu¨¦s de la provocadora intervenci¨®n urbana, el mismo d¨ªa 25. ¡°Es emocionante, es la primera vez que se hace realidad un dise?o del grupo¡±, explica Eire. Ser¨ªa otro ¨¦xito que, adem¨¢s, provocara una intervenci¨®n, en este caso municipal, para mejorarlo.