Si la historia de Guillermo y Marta te ha hecho pensar y t¨² tambi¨¦n quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
Hasta este lugar llegan antiguas estrellas del cine, del circo o de la publicidad que, superado el ocaso de sus a?os de gloria, son abandonadas o expulsadas de esa sociedad a la que nunca pertenecieron. Llegan hasta aqu¨ª tambi¨¦n adultos separados de sus madres al nacer y a los que el trauma de vivir cautivos toda una vida les ha dejado secuelas f¨ªsicas y psicol¨®gicas que permanecer¨¢n para siempre. Es el caso de Guille, que creci¨® aliment¨¢ndose a base de refrescos y patatas fritas y que dos a?os despu¨¦s de llegar aqu¨ª, por fin, pudo acostumbrarse de nuevo a beber agua. A este lugar m¨¢gico llegan los primates para volver a aprender a ser primates.
Dice Guillermo Bustelo, fundador y director de Rainfer, que ¨¦l aqu¨ª tambi¨¦n ha aprendido a ser m¨¢s humano. ¡°El estudio de los chimpanc¨¦s es una forma de conocernos a nosotros mismos. ?De d¨®nde venimos? Me apasiona no solamente estudiarlos sino observarlos, ver sus conductas. Muchas veces me veo reflejado en ellos, en mis ego¨ªsmos, en mis necesidades¡±, explica. Guillermo iba para bioqu¨ªmico, pero se convirti¨® en primat¨®logo. Lleva media vida dedic¨¢ndose a recoger almas rotas, animales arrancados por la fuerza de su h¨¢bitat, para ayudarlos a recomponerse. Y para eso ha tenido la suerte de contar con su hija. Juntos, han crecido aprendiendo de los primates y de ellos mismos, de sus diferencias, de lo que les hace ser humanos: de ella, ¡°su perseverancia¡±, dir¨¢ el padre, y de ¨¦l, ¡°su enorme generosidad¡±, dir¨¢ la hija.
Creciendo entre animales heridos
Los recuerdos de infancia de Marta Bustelo, directora t¨¦cnica del centro, est¨¢n llenos de ¡°bichos¡±. ¡°Era la casa de los animales m¨¢s que de las personas. Siempre estaba llena de bichos, daba igual de qu¨¦ especie. Al resto de compa?eros les gustaba venir porque siempre hab¨ªa alg¨²n animalillo que ten¨ªamos recogido¡±.
Rodeada de ¡°bichos¡± heridos, Marta creci¨® aprendiendo a cuidarlos. ¡°Mi padre ten¨ªa esa sensibilidad de recoger a un animal que estaba en malas condiciones, pero no ten¨ªa la capacidad de cuidar. Yo empec¨¦ a aprender a hacerlo, al empatizar con esos animales ves lo que les sienta bien y lo que sufren¡±, cuenta ella.
Poco a poco, el inter¨¦s se fue centrando en los primates. Empezaron con una nave para los peque?os tit¨ªs, que era el grupo con el que m¨¢s se traficaba en aquel momento. Luego siguieron con animales m¨¢s grandes: cercopitecos, macacos y sobre todo chimpanc¨¦s, que son los animales que m¨¢s apasionan a Guillermo por su proximidad a los seres humanos. Hoy el santuario cuenta con m¨¢s de 130 primates de m¨¢s de 20 especies distintas.
De los primeros contactos con primates, Marta recuerda las manos. ¡°Recuerdo mucho respeto, en parte miedo. No saber c¨®mo enfrentarme a un animal as¨ª y ver mucha similitud. Las manos tan parecidas a las nuestras. Como ni?a no sab¨ªa bien c¨®mo tratarlos, te generan mucho respeto¡±. De los mejores momentos, Marta se agarra a cualquiera en el que alguno de los primates heridos logr¨® superar traumas profundos. Todos los monos a los que el circo les quit¨® las ganas de jugar y que un d¨ªa, despu¨¦s de a?os de trabajo y terapia, salieron afuera, saltaron, treparon, empezaron a gritar en libertad: monos volviendo a ser monos. ¡°Nos ha pasado con varios chimpanc¨¦s, no solo con Tarz¨¢n y Loti, con Guille tambi¨¦n¡ Ese momento ¨²ltimo que dan ese empujoncito. Las miradas, lo que te transmiten. Te sientes orgulloso de ellos, ?ol¨¦!, lo hab¨¦is conseguido¡±.
La inversi¨®n de toda una vida
Guillermo y su familia han invertido en este lugar toda su vida: la juventud, las vacaciones, la energ¨ªa, el dinero. Hace cuatro a?os se vieron al borde del abismo ante la posibilidad de tener que cerrar. Hagamos cuentas: todos los primates consumen mensualmente dos toneladas de frutas y verduras, adem¨¢s de piensos especiales, legumbres, pasta, arroz, l¨¢cteos, etc¨¦tera. En gastos veterinarios y medicamentos la suma aumenta bastante porque hay animales con trastornos cr¨®nicos que necesitan medicaci¨®n de por vida. En total, el gasto mensual rebasa los 14.000 euros que, a lo largo de los m¨¢s de 20 a?os de historia del centro, se han financiado a trav¨¦s de la empresa familiar de Guillermo y de una min¨²scula subvenci¨®n p¨²blica.
Si hoy siguen adelante, si lograron superar el abismo del cierre, es gracias a su perseverancia y a la solidaridad de las personas que decidieron apoyar un lugar tan imprescindible como este. ¡°Gracias a salir a la luz p¨²blica la gente empez¨® a ayudarnos para no cerrar: donaciones, crowdfunding, apadrinamientos... Gracias a ellos hemos podido salir y nos podemos gestionar¡±.
Ahora tambi¨¦n consiguen financiarse a trav¨¦s de las visitas guiadas y educativas, una labor de sensibilizaci¨®n imprescindible para alejarnos de esa idea de que, bajo la etiqueta de mascota, vale todo.
Cuentan Guillermo y Marta que los primates que llegan aqu¨ª han sufrido maltrato de todo tipo. Primero, por haber sido forzados a vivir cautivos; despu¨¦s est¨¢ el maltrato f¨ªsico y psicol¨®gico. Son aislados del resto, enjaulados de por vida, obligados a desarrollar conductas que no son las propias: un mono mirando un m¨®vil, un mono pidiendo un taxi, un mono bebiendo alcohol, un mono haciendo lo que le ordenan los humanos. Llegan con graves problemas de salud, con los cuerpos deformados, pero lo m¨¢s dif¨ªcil de superar, sin duda, son siempre las heridas psicol¨®gicas.
Son animales salvajes, no mascotas
La cr¨ªtica a la cultura del mascotismo de animales salvajes no ha estado siempre clara o, al menos, no ha sido lo suficientemente visibilizada. Dicen que cada vez que triunfa una pel¨ªcula con un mono como protagonista, aumenta la venta de estos animales. Los due?os se dan cuenta luego de que su cuidado es inabarcable y los encierran, los vuelven a vender o se deshacen de ellos. Solo si tienen suerte, acaban en refugios o santuarios como Rainfer.
Seg¨²n la organizaci¨®n internacional WWF, el comercio de animales salvajes representa un negocio sangriento que mueve miles de millones de euros al a?o, un crimen equiparable por volumen de negocio al tr¨¢fico de drogas y armas cuyo riesgo "compensa" a los traficantes, por estar menos perseguido y penado que los dos anteriores.
Durante muchos a?os, la ubicaci¨®n de Rainfer ha permanecido oculta. La idea siempre ha sido que fuera un lugar tranquilo y en paz para que los primates se rehabilitaran de la mejor forma posible. Tambi¨¦n estaba el peligro de los robos y de que los primates volviesen a caer en las redes de maltrato. Ahora que reciben visitas, es m¨¢s dif¨ªcil mantener oculta su ubicaci¨®n, pero la seguridad con la que cuentan es mucho m¨¢s fuerte.
El refugio est¨¢ lleno de peque?as microhistorias con nombres propios a los que una se engancha inmediatamente despu¨¦s de la primera visita o tras un paseo por su web. Est¨¢ la historia de Borja, de Manuela, de Guille, Sammy, Lucy, Boris¡ y as¨ª, hasta los m¨¢s de 130 primates que viven en este hogar hoy o que pasaron por aqu¨ª antes. Guillermo nunca olvidar¨¢ a Lil¨ª. Dice que fue la chimpanc¨¦ m¨¢s inteligente que ha conocido. ¡°Su muerte me afect¨® mucho porque era una chimpanc¨¦ con la que ten¨ªa un v¨ªnculo muy grande, la rescat¨¦ de peque?a de un zool¨®gico. Me quer¨ªa mucho, me gritaba cada vez que me ve¨ªa. Se me muri¨® en los brazos por una enfermedad contagiosa. Cuando se me muri¨® me dedic¨® la ¨²ltima sonrisa¡±, recuerda Guillermo.
Nadie nunca va a poder devolver a estos primates la libertad que les arrebataron al sacarlos de su h¨¢bitat. Nadie podr¨¢ volver a hacerlos salvajes porque no podr¨ªan sobrevivir en un ambiente en el que nunca han estado. Pero existen lugares m¨¢gicos donde se dejan la vida por ayudarles a volver a ser primates. Hay esfuerzos que nos hacen ser m¨¢s humanos.
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Contenido adaptado del v¨ªdeo de Guillermo y Marta
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Un mono no es una mascota. Muchos son explotados y abandonados cuando ya no sirven para publicidad o el circo. Guillermo y su hija Marta crearon Rainfer, un santuario de primates donde se les regala una segunda oportunidad para ser felices.
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(Guillermo) Siempre me han gustado los animales, desde peque?o. Me he especializado a lo largo de los a?os en la cognici¨®n de primates, en estudiar la mente de los chimpanc¨¦s, observarlos. Ver sus conductas es tambi¨¦n una forma de entendernos a nosotros mismos.
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(Guillermo) Empezamos con una nave para los peque?os tit¨ªs, que era lo que m¨¢s se traficaba en aquel momento. Luego empezamos con animales m¨¢s grandes, cercopitecos, macacos y, sobre todo, con los chimpanc¨¦s que son los que m¨¢s me apasionan por su proximidad a nosotros, y poco a poco fue creciendo. La mayor¨ªa de los chimpanc¨¦s que tenemos son de circo y otro origen tambi¨¦n es el mascotismo. Cuando ya no pueden aguantar al animal lo sueltan al campo y tenemos que ir a capturarlo. Hab¨ªa que cuidarlos, tratarlos, medicarlos y ahi empece precisamente involucrando a mi hija.
01:18
(Marta) Rainfer es un proyecto que nace a ra¨ªz de la necesidad que hab¨ªa en Espa?a de crear centros de rescate de primates.
01:33
(Marta) Los primates que tenemos aqu¨ª no es el mejor sitio donde pueden estar, es el ¨²nico. Nunca van a llegar a ser primates como los que hay en libertad, tienen unos trastornos tan graves que no sabr¨ªan defenderse, estarian totalmente perdidos y muchos de ellos tienen medicaci¨®n diaria y enfermedades cr¨®nicas bastantes graves.
01:57
(Guillermo) Llevamos 24 a?os rescatando animales, conserv¨¢ndolos, cuid¨¢ndolos y tratando de conseguir su bienestar, d¨¢ndoles una segunda oportunidad.
02:12
(Guillermo) Cuando ves c¨®mo ha llegado un animal y c¨®mo se est¨¢ relacionando al cabo de los a?os es cuando te sientes orgulloso, simplemente, de ver a esos individuos.
02:22
(Marta) Nosotros siempre los hemos considerado los grandes olvidados de la sociedad porque, a pesar de que se les ha explotado much¨ªsimo, nadie ha tenido en consideraci¨®n el qu¨¦ pasa despu¨¦s con ellos, este primate luego va a vivir 50 a?os m¨¢s, d¨®nde va a acabar... Para eso nacimos y a eso nos dedicamos.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.
