Si la historia te ha hecho pensar y t¨² tambi¨¦n quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
Recuerdo que cuando estaba encerrado para estudiar selectividad aprovechaba alg¨²n rato muerto para escribir una lista motivadora de "cosas divertidas que hacer cuando esto acabe". Tras varias semanas de encierro, la lista parec¨ªa la agenda de una estrella del rock. Termin¨® la selectividad y apenas cumpl¨ª un par de esos deseos. Me di cuenta de que aquellas ambiciones no me pertenec¨ªan a m¨ª, sino a una persona sometida a un estado de excepci¨®n que buscaba evadirse imagin¨¢ndose un personaje que no era. Hab¨ªa perdido la oportunidad de hacer la lista correcta, rebajando las expectativas para trabajar las emociones que necesitaba y as¨ª poder esquivar las posibles frustraciones.
Susana Arroyo es profesora de espa?ol en una universidad de China, sali¨® del pa¨ªs justo antes del confinamiento por el coronavirus y no pudo seguir con sus clases en persona, pero decidi¨® continuar haci¨¦ndolas desde la distancia. Despu¨¦s de estar 50 d¨ªas encerrados, Susana plante¨® el mismo ejercicio de motivaci¨®n personal a sus alumnos: ¡°?Qu¨¦ har¨¦is vosotros cuando termine la cuarentena?¡±.
Sus estudiantes respondieron conforme a expectativas terrenales: ¡°Ir¨¦ a comer a un restaurante con todos mis amigos¡±, ¡°Ir¨¦ al gimnasio¡±... Pero muchos de ellos coincidieron en una respuesta ins¨®lita que sorprendi¨® a su maestra: ¡°Iremos a Wuhan de vacaciones, para ayudar a la regi¨®n a recuperarse¡±.
Esta forma de empat¨ªa social nos marca un aprendizaje b¨¢sico en tiempos de coronavirus. La respuesta a c¨®mo superar esta crisis no est¨¢ en consolarnos con el ¡°Ya saldremos de esta¡±; no est¨¢, ni siquiera, en pintarse la cara con pinturas de guerra. La realidad no va a cambiar porque te enfades con ella. La respuesta est¨¢ en darnos una pausa para saber encontrarnos, para aprender a resistir sin dejarnos arrastrar por el miedo, para saber apreciar mejor lo que antes tuvimos y para potenciar nuestros lazos y afectos con lo que todav¨ªa tenemos. Volver a Wuhan, para ayudar, es una forma de darnos cuenta de que todo aquello que estamos haciendo ahora casi por obligaci¨®n lo deber¨ªamos haber hecho ayer, y que a¨²n estamos a tiempo de hacerlo ma?ana.
Solidaridad, ciudadan¨ªa, causas sociales, cooperaci¨®n, activismo y emprendimiento social son algunos de los elementos que siempre han formado parte de Pienso, Luego Act¨²o, pero ahora, m¨¢s que nunca, son ingredientes indispensables para convertir esta crisis en una oportunidad de cambio que fortalezca los lazos de nuestra sociedad. Durante casi un a?o y medio, hemos conocido las historias de personas incre¨ªbles que ya estaban cambiando el mundo y, en este contexto, mientras imaginamos posibles futuros tras la pandemia, su ejemplo nos recuerda la necesidad de ser ¨²tiles. Es hora de actuar, y as¨ª lo hemos hecho.
Encontrar nuestra oportunidad
Diana de Arias supo encontrarse y sacar oportunidad a una pausa. Cuando solo ten¨ªa 23 a?os sufri¨® un ictus que la dej¨® con secuelas y seis meses parada: ¡°Durante toda esa rehabilitaci¨®n entend¨ª algo muy importante, y es que la vida te pone retos, pero se pueden aprovechar, se puede aprender much¨ªsimo de ellos¡±. Tras recuperarse, acab¨® la carrera y dise?¨® Decedario, un juego que ayuda a otros a superar las secuelas del Da?o Cerebral Adquirido (DCA).
¡°Quitarse ese miedo y tener la valent¨ªa a la hora de cambiar cosas que t¨² crees que deben cambiar es algo que est¨¢ en nuestras manos¡±, nos recordaba Cristina Romero, una madre preocupada por el desperdicio de alimentos en el colegio de su hijo y que, tras reunir m¨¢s de 250.000 firmas, ha conseguido cambiar la ley de su comunidad.
La oportunidad personal de Diana y de Cristina es ahora una experiencia colectiva a nivel mundial que nos afecta a todos. Una forma globalizada de experimentar todos a la vez la necesidad de encontrar lo verdaderamente importante de nuestras vidas, de poner en valor los detalles y de utilizar la pausa para aprender a actuar sin importar qui¨¦n eres o de d¨®nde vienes.
Nuestro objetivo siempre ha sido servir de altavoz para apoyar a personas an¨®nimas que se enfrentan mediante la acci¨®n a retos que parec¨ªan imposibles. Ahora, el mismo esp¨ªritu que luchan por expandir nuestros protagonistas se ha visto replicado en iniciativas que alivian los efectos del contexto actual. Y no son cientos, sino miles. Por eso, actuando como enlace y altavoz, Pienso, Luego Act¨²o se ha convertido en una herramienta con la que poder actuar en el presente. Basta recorrer las iniciativas que cientos de personas ya han puesto en marcha para encontrar inspiraci¨®n, razones y v¨ªas para que todos podamos colaborar o aceptar proposiciones de ayuda durante este periodo de crisis, cuando la cooperaci¨®n es m¨¢s importante que nunca.
Hay quienes est¨¢n haciendo m¨¢s llevadera la experiencia de los m¨¢s peque?os, como Aprendices Visuales con sus cuentos con pictogramas, o la ONG Amasol, quienes proporcionan ayuda imprescindible a familias monoparentales. Otros muchos, como los coaches de Hookipa o los miembros de ConnectYayos, est¨¢n ofreciendo ayuda a los mayores proporcionando herramientas de comunicaci¨®n y cuidados para aliviar el miedo y la soledad del colectivo m¨¢s vulnerable frente a la epidemia. Desde GastroAplausos cuidan de quienes no pueden parar, llevando comida a hospitales. Y hay quienes est¨¢n ya dispuestos a pensar en futuro, como las iniciativas AdoptaUnBar o CuandoVolvamos, estableciendo redes de solidaridad para que podamos adquirir productos y servicios en el presente y disfrutarlos cuando finalice la cuarentena, con el objetivo de que peque?as y medianas empresas puedan afrontar el embate de la crisis.
La abuela de Mossa, que con 90 a?os est¨¢ cosiendo patrones de mascarillas desde su casa recordando viejos tiempos de modista; las personas que est¨¢n dejando comida gratis en las carreteras para los camioneros que nos abastecen; los voluntarios que levantan el tel¨¦fono para tranquilizar a nuestros mayores; los polic¨ªas que bailan el Cantajuegos para quitarles el susto a nuestros hijos... No son ciudadanos de ¨¦lite ni superh¨¦roes, son parte de este tejido humano que nos define y representa. Ese lugar donde todos estamos sin necesidad de pedir permiso: ¡°T¨² tambi¨¦n puedes ayudar, t¨² tambi¨¦n puedes disfrutar, t¨² tambi¨¦n eres capaz de hacer lo que te propongas en esta vida¡±, nos motivaba hace unos meses Teresa Silva, una pionera del deporte adaptado que tambi¨¦n consigui¨® cambiar su vida y la de cientos de personas tras un accidente de paracaidismo.
Con un enemigo en com¨²n, nuestras diferencias se desvanecen y juntos nos hacemos m¨¢s fuertes. Ra¨²l Oliv¨¢n, promotor de FrenalaCurva.net, una iniciativa de colaboraci¨®n ciudadana, habla de la resiliencia c¨ªvica en tiempos de pandemia, esa capacidad que tenemos como sociedad de adaptarnos el¨¢sticamente para sobreponernos y superar juntos las crisis que nos afectan a todos. Y cuanto mayor sea la crisis, mayor es esa fuerza de superaci¨®n colectiva: tras la peste negra vino el Renacimiento; tras la gripe espa?ola, los felices a?os 20¡ Quiz¨¢, pasada la pandemia, todos sepamos que este era el momento de pensar, para luego actuar.
Mientras reflexionamos juntos podemos ser parte de la soluci¨®n y del cambio que viene, buscar ese rinc¨®n donde compartir, ese talento que regalar, ese detalle que todos tenemos para sentirnos eslab¨®n de la cadena de las iniciativas recogidas en Pienso, Luego Act¨²o.
Cuando todo esto haya pasado
Y cuando todo esto haya pasado, disfrutaremos como nunca de esa ca?a al sol de los domingos, o de ese multitudinario concierto, volveremos a odiar los lunes y a amar los s¨¢bados, volveremos a correr para llegar a tiempo y a revolvernos en la cama para llegar tarde. Pero quiz¨¢s dejemos m¨¢s tiempo el coche aparcado, quiz¨¢s cojamos m¨¢s los libros para leer y el tel¨¦fono para llamar a los abuelos. Es probable que aplaudamos m¨¢s veces a los que lo merecen, que valoremos mejor el trabajo en equipo y a aquellos que lo dieron todo para que nosotros podamos mirar al frente. Nos daremos cuenta de que tenemos m¨¢s cosas que nos unen que las que nos separan, y de que no hace falta ser excepcional para echarnos una mano y salir juntos de cualquier problema.
Cuando volvamos tendremos la certeza de que el dinero destinado a ciencia e investigaci¨®n es el mejor invertido; que, protegiendo lo colectivo, nos protegemos primero a nosotros; que los que no tienen casa no pueden refugiarse en ella cuando huyen de la guerra; que hay valor infinito en los sanitarios, pero tambi¨¦n en cajeras, en taxistas y en camioneros¡ O que nuestros mayores son m¨¢s resilientes de lo que cre¨ªmos y los j¨®venes m¨¢s c¨ªvicos de lo que nos contaron. Cuando volvamos seremos diferentes porque habremos aprendido, seguro, a ser mejores.
Contenido adaptado del v¨ªdeo
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Escucha la historia
(Diana de Arias) La vida te pone retos, pero se pueden aprovechar, se puede aprender much¨ªsimo de ellos.
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(Ricardo Higuera) Estamos viviendo en una sociedad en donde las estructuras nos llaman a ser individualistas, a desconfiar, a aislarnos del mundo¡
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(Las Lideresas de Villaverde) Y la generosidad para hacer ciudadan¨ªa es fundamental.
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(Aurora Moreno) La esencia, el fondo, el n¨²cleo es la cooperaci¨®n.
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(Jos¨¦ Mar¨ªa Gal¨¢n) O sea, act¨²a o no hay cambio.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.