Las series marca Espa?a
Por Natalia Marcos
En 2015 las series espa?olas empezaron a despertar del letargo con una peque?a pero ruidosa revoluci車n. Varias propuestas tra赤an aires frescos a un panorama que necesitaba quitarse complejos de encima. Se estrenaron t赤tulos como El Ministerio del Tiempo o Vis a vis, apuestas arriesgadas que demostraron que otras tem芍ticas y otra ambici車n est谷tica y narrativa son posibles. ※Este es el punto cero de la nueva ficci車n contempor芍nea en este pa赤s§, aventuraba a este diario el guionista y productor ?lex Pina en la presentaci車n de la primera temporada de Vis a vis. En 2018, Pina ha recogido un Emmy y ha firmado un acuerdo con Netflix convertido en una estrella internacional gracias al 谷xito mundial de La casa de papel.
Ese mismo a?o aterriz車 Netflix en Espa?a. La plataforma de v赤deo bajo demanda abri車 paso a los servicios online de HBO y Amazon, que desembarcaron un a?o despu谷s. Todos manifestaron desde el principio su intenci車n de producir en Espa?a. Y as赤 ha sido. Netflix ya ha estrenado Las chicas del cable, ?lite y la segunda temporada de Paquita Salas, adem芍s de varias pel赤culas, y tiene en producci車n un pu?ado de nuevas ficciones. Tan firme es la apuesta que su primer centro de producci車n en Europa estar芍 en Madrid. El envite de las plataformas online llev車 al 車rdago de Movistar +, con propuestas m芍s autorales.
No es que antes no se hicieran buenas series espa?olas, que no se atrevieran a innovar o que no se fijaran en ellas fuera de nuestras fronteras. Por supuesto que ocurr赤a. TVE ya hac赤a grandes series con grandes presupuestos en los a?os setenta y ochenta. Pero se impusieron ciertas limitaciones que poco a poco se han ido rompiendo. Con la llegada de las televisiones privadas, y su dependencia de unos anunciantes que piden determinados resultados de audiencia, se apost車 por historias que pudieran gustar a toda la familia, con tramas para atraer desde los m芍s peque?os hasta los abuelos. La innovaci車n pod赤a llevar al fracaso de audiencia, un riesgo que nadie estaba dispuesto a correr, especialmente tras la crisis econ車mica de 2008.
Las producciones espa?olas se han vuelto m芍s valientes, han salido de su zona de confort
La narraci車n seriada llena horas y horas de tiempo libre de unos espectadores cada vez m芍s acostumbrados a consumir ficci車n extranjera. De esas tendencias exteriores se han ido nutriendo tambi谷n los guionistas espa?oles, que en este nuevo marco se han convertido en preciados objetos de deseo para un mercado necesitado de contenido diferenciador. Grupos como Atresmedia presumen de sus series, convertidas en se?a de identidad m芍s all芍 de las cifras de audiencia. A?os de trabajo en la televisi車n en abierto ha hecho posible que hoy estemos donde estamos.
Las producciones espa?olas se han vuelto m芍s valientes, han salido de su zona de confort y han dejado a un lado la centralidad madrile?a para contar historias desde Barcelona, Sevilla, el Pa赤s Vasco, Asturias o Galicia. T赤tulos como La peste, El d赤a de ma?ana o Gigantes ahondan en universos donde la corrupci車n moral campa a sus anchas. Una comedia con cap赤tulos de 30 minutos en blanco y negro como Arde Madrid es tema de conversaci車n m芍s all芍 de los c赤rculos seri谷filos. Los chicos del instituto de ?lite se convierten en un fen車meno internacional. Paquita Salas se come torreznos en todo el mundo con su salto de Atresmedia a Netflix. La ciencia ficci車n y el terror se dan la mano con el drama familiar en horario de m芍xima audiencia en Televisi車n Espa?ola con Estoy vivo. La cuidada apuesta, formal y narrativamente, de Fari?a y su historia de narcos gallegos recibe premios y aplausos generalizados. Toda una instituci車n como Cu谷ntame se atreve a jugar con una narraci車n no lineal en algunos de sus cap赤tulos. Incluso en breve TNT estrenar芍 una comedia ambientada en el mundo de la pol赤tica, Vota Juan. Aires frescos, vientos de renovaci車n.
Los nuevos h芍bitos de consumo, desligados cada vez m芍s, y sobre todo en el caso de la ficci車n, de un d赤a y una hora establecidos por una cadena, han propiciado historias m芍s serializadas, con m芍s continuidad entre cap赤tulos, pensadas para degustar en marat車n o poco a poco, a gusto del consumidor. Tramas m芍s exigentes con el espectador y m芍s ambiciosas en su argumento. Historias que buscan conquistar un mercado global desde lo m芍s puramente local. Nuestras series son nuestras mejores embajadoras. Las series ya son marca Espa?a.