Tajo, c¨®mo matar a un r¨ªo
Un viaje entre Espa?a y Portugal para contar c¨®mo el cambio clim¨¢tico y la gesti¨®n de sus aguas amenazan la supervivencia del r¨ªo m¨¢s largo de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Durante los ¨²ltimos 40 a?os, el agua que llena los embalses de la cabecera de esta corriente fluvial se ha reducido ya a casi la mitad, lo que acent¨²a el debate sobre el futuro del trasvase Tajo-Segura
Tajo, c¨®mo matar a un r¨ªo
¡®Tajo-Segura, ni una gota m¨¢s¡¯, reza una pegatina en el cristal de un coche en Chillar¨®n del Rey, uno de los pueblos ribere?os ubicados en los alrededores de Entrepe?as y Buend¨ªa, los embalses de la cabecera del Tajo. ¡°La gente est¨¢ indignada porque estando tan cerca del pantano, tenemos muchos problemas con el agua. Y se la est¨¢n llevando¡±, lamenta la alcaldesa Maribel D¨ªaz. Es verano, la poblaci¨®n de esta localidad de Guadalajara se multiplica por seis ¡ªen invierno no llegan a 50¡ª y un dep¨®sito no es suficiente para que todos puedan ducharse o cocinar. ¡°Nos tienen que suministrar con camiones cisterna que vienen de pueblos de alrededor¡±, explica la alcaldesa. Una paradoja teniendo en cuenta que se encuentran a un kil¨®metro y medio de Entrepe?as, una masa enorme de agua con una capacidad m¨¢xima de 835 hect¨®metros c¨²bicos, es decir, lo suficiente como para abastecer a una poblaci¨®n de m¨¢s de cuatro millones de habitantes durante un a?o.
En 1979, la puesta en marcha del trasvase Tajo-Segura obr¨® el milagro de convertir miles de hect¨¢reas de terreno casi des¨¦rtico de las provincias de Alicante, Almer¨ªa y Murcia en un oasis formado por tierras de cultivo de frutas y hortalizas que ha contribuido de forma decisiva a que Espa?a sea considerada como la huerta de Europa. Pasados 40 a?os, el agua que llena los pantanos de la cabecera del Tajo, desde donde se desv¨ªa una gran parte hacia el sureste espa?ol, es mucha menos y no se ha vuelto a contar con los vol¨²menes embalsados anteriores a la creaci¨®n del trasvase, cuando a esta zona se la conoc¨ªa como ¡°los mares de Castilla¡±.
¡°Antes del trasvase ten¨ªamos m¨¢s de 15 manantiales. Ahora solo nos queda uno¡±, cuenta Maribel D¨ªaz. ¡°Extraer agua del embalse es muy caro porque implica mucho tratamiento y las subidas y bajadas de su caudal requieren un sistema de bombeo muy complejo. Por eso tenemos un pozo¡±, aclara. Cada vez que se realiza una transferencia de agua hacia el trasvase, el volumen embalsado desciende en altura y el pantano funciona como una esponja: lo absorbe todo, hasta el agua de los manantiales que est¨¢n alrededor.
El efecto 80
¡°En los ¨²ltimos 40 a?os se ha producido una reducci¨®n muy clara de las aportaciones en la cabecera del Tajo¡±, explica Teodoro Estrela, director general del Agua. El m¨¢ximo responsable de la gesti¨®n de los recursos h¨ªdricos del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y Reto Demogr¨¢fico del Gobierno de Espa?a, muestra su preocupaci¨®n ante un problema que padecen de forma directa los pueblos ribere?os como Chillar¨®n del Rey, pero que se traslada a los regantes del trasvase Tajo-Segura y al resto de poblaciones que dependen del curso del r¨ªo m¨¢s largo de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica a lo largo de m¨¢s de 1.000 kil¨®metros entre Espa?a y Portugal.
Desde 1958 ¡ªfecha en la que estaban operando ambos pantanos¡ª hasta 1980, la media de entradas de agua (aportaciones naturales) en ambos embalses fue de 1.437 hect¨®metros c¨²bicos, mientras que la cantidad promedio desde octubre de 1980 hasta septiembre de 2019 fue de 737, seg¨²n datos del Centro de Estudios y Experimentaci¨®n de Obras P¨²blicas (CEDEX) y de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo. Es decir, en los ¨²ltimos 40 a?os el agua que ha llegado a la cabecera del Tajo ha sido casi la mitad. Este descenso en las aportaciones forma parte del fen¨®meno llamado efecto 80, que ha afectado a gran parte de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica hasta la actualidad.
¡°El Tajo, al igual que otras muchas cuencas de nuestro pa¨ªs, cada vez tiene menos agua. Estamos viviendo los riesgos clim¨¢ticos de una manera muy clara y los modelos de simulaci¨®n hidrol¨®gicos nos dicen que cada vez vamos a tener menos recursos h¨ªdricos. Eso quiere decir que la tenemos que gestionar con m¨¢s cautela¡±, advierte Teodoro Estrela.
¡°Han aumentado las temperaturas m¨¢ximas y las m¨ªnimas. En cuanto a las precipitaciones, en t¨¦rminos generales se puede decir que va a haber una reducci¨®n. Ambos factores afectan de forma indirecta al agua disponible¡±, aclara Ernesto Rodr¨ªguez, meteor¨®logo de la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet) y responsable del ¨¢rea encargada de realizar proyecciones clim¨¢ticas teniendo en cuenta la incidencia de los gases de efecto invernadero. ¡°A m¨¢s temperatura, m¨¢s evapotranspiraci¨®n [el agua que se va a la atm¨®sfera por la evaporaci¨®n y la transpiraci¨®n de las plantas] y m¨¢s sequedad de suelo, lo que hace que la tierra absorba m¨¢s agua y no la suelte para que llegue a los r¨ªos. Por tanto, ante un escenario de mayor temperatura y de menor precipitaci¨®n, se traduce en menor escorrent¨ªa, que es el agua que no absorbe el suelo y que va a parar al cauce de los r¨ªos¡±.
¡°Aunque los gestores no tuvieran una bola de cristal para saber qu¨¦ pod¨ªa deparar el futuro, cuando llegaron los embalses al 60% de su capacidad s¨ª podr¨ªan haber sido m¨¢s cautos. El no hacerlo condicion¨® los trasvases de los a?os siguientes¡±, arguye Antonio de Lucas Sep¨²lveda, ingeniero de caminos y autor de una tesis doctoral en la que hace un an¨¢lisis exhaustivo del funcionamiento del trasvase y de la gesti¨®n de las aguas excedentarias de la cuenca. ¡°No se dieron cuenta de la reducci¨®n de las aportaciones y continuaron decidiendo las salidas de acuerdo con la llegada de agua del periodo anterior a 1980, que fueron a?os especialmente h¨²medos. Desde 1979 se sucedi¨® un periodo seco que se alarg¨® m¨¢s de lo que hab¨ªa ocurrido antes¡±, matiza.
En funci¨®n del volumen de agua que tengan los embalses de cabecera a principios de cada mes, para el trasvase Tajo-Segura se destina una cantidad de hasta un m¨¢ximo anual de 650 hect¨®metros c¨²bicos (600 para la cuenca del Segura y 50 para la cuenca del Guadiana), tal como regula la normativa de explotaci¨®n actual. Los trasvases mensuales se realizan solo cuando las existencias conjuntas de agua entre Entrepe?as y Buend¨ªa son superiores a los 400 hect¨®metros c¨²bicos ¡ªentre ambos embalses tienen una capacidad m¨¢xima de almacenamiento de 2.500¡ª. Desde 1979, el promedio anual de agua trasvasada hasta el a?o hidrol¨®gico 2018-2019 ¡ªperiodo que va desde septiembre a octubre del a?o siguiente¡ª ha sido de 325 hect¨®metros c¨²bicos. Para entender lo que supone esto, la media de agua embalsada mensual de los pantanos de Entrepe?as y Buend¨ªa desde 1979 hasta junio de 2020 ha sido de 749 hect¨®metros c¨²bicos. Solo ha habido un a?o hidrol¨®gico en el que se hayan transferido m¨¢s de 600 hect¨®metros c¨²bicos (620) y fue en 2000-2001.
El resto de agua que no se traspasa, seg¨²n dicta un real decreto de 2014, hasta un m¨¢ximo de 365 hect¨®metros c¨²bicos al a?o, sigue el curso del r¨ªo hacia Portugal, aunque la media desde la inauguraci¨®n del trasvase hasta 2017 fue de 442. ¡°Cuando el Tajo pasa por Aranjuez [Madrid], llega muy agotado. Tenemos un problema muy serio con la disminuci¨®n de aportaciones, y si a esto le sumamos un trasvase, nos encaminamos a un escenario de r¨ªo pr¨¢cticamente muerto¡±, critica Miguel ?ngel S¨¢nchez, portavoz de la Plataforma en Defensa de los r¨ªos Tajo y Alberche.
¡°Hay que empezar a cuidar el Tajo. Devolverle el agua y, desde luego, aplicar urgentemente soluciones en el Levante. El cambio clim¨¢tico no respeta a nadie. El Tajo est¨¢ muerto ahora mismo y el trasvase est¨¢ sentenciado¡±, opina con firmeza S¨¢nchez.
¡°Hay que empezar a cuidar el Tajo. Devolverle el agua y, desde luego, aplicar urgentemente soluciones en el Levante. El cambio clim¨¢tico no respeta a nadie"Miguel ?ngel S¨¢nchez, Plataforma en Defensa del Tajo y Alberche
Un vergel en el desierto
Una obra hidr¨¢ulica colosal de acueductos, canales y t¨²neles salva una distancia de 292 kil¨®metros para transportar el agua desde la cabecera del Tajo hasta el coraz¨®n de la huerta de Europa. ¡°Yo soy hijo de los almendros¡±, dice Jos¨¦ Vicente Andreu, de 56 a?os, mientras nos muestra las tierras que trabaja desde 2010, a?o en el que se convirti¨® en productor agr¨ªcola especializado en c¨ªtricos. La valla que delimita la finca de Villamilagros, en el t¨¦rmino municipal de Orihuela (Alicante), es como una l¨ªnea del tiempo. Afuera, una amplia extensi¨®n de tierra ¨¢rida y vetusta, en la que solo pueden crecer ¨¢rboles frutales de secano, como los almendros; de puertas para dentro, 20 hect¨¢reas de cultivo de clementinas y naranjos regadas con agua del trasvase.
Este ingeniero agr¨®nomo pertenece a la quinta generaci¨®n de una familia de labradores de Torremendo, una localidad situada en la comarca de la Vega Baja del Segura, en la Comunidad Valenciana. A diferencia de sus progenitores, ha corrido otra suerte gracias al agua del trasvase. ¡°Mis padres cultivaban trigo, cebada, oliva, almendros¡ Pura subsistencia¡±.
¡°Yo me puedo mantener porque me pas¨¦ a la agricultura ecol¨®gica que en Europa tiene una alta demanda¡±, enfatiza Jos¨¦ Vicente, que cultiva terrenos alquilados a agricultores que se van jubilando por falta de relevo generacional o porque no les compensa. ¡°Los precios no les parecen competitivos y los ingresos no les compensan frente al incremento de costes, como el del agua desalada para regar¡±.
En total, cuenta con 150 hect¨¢reas y produce alrededor de 2.000 toneladas anuales de cultivo ecol¨®gico de limones, pomelos, mandarina, adem¨¢s de varias hect¨¢reas de almendros y olivos. Como la mayor¨ªa de los empresarios agr¨ªcolas de las tierras regadas por el trasvase, Jos¨¦ Vicente exporta gran parte de su cosecha a pa¨ªses europeos. Desde hace a?os, Espa?a es el principal productor de frutas y el segundo de hortalizas de todos los Estados miembros ¡ªcon un 40% sobre el total y un 17,3%, seg¨²n datos de Eurostat de 2017¡ª y comercializa en el mercado europeo el 93% de su producci¨®n dirigida a la exportaci¨®n.
Hasta este invierno, los 80.000 regantes que como Jos¨¦ Vicente hacen uso del agua del trasvase han sufrido largos a?os de sequ¨ªa. Desde el a?o hidrol¨®gico de 2013-2014 hasta septiembre de 2019, han tenido que regar con un alto porcentaje de agua desalada al carecer de dulce por falta de entradas de agua en los embalses desde los pulmones de la cabecera del Tajo.
¡°Entre 2013 y 2015 estuvimos 18 meses sin ver llover¡±, a?ade. Baja la mirada cuando recuerda la campa?a de 2017-2018, que fue especialmente dura: ¡°La mitad del agua con la que regamos esta finca era desalada, y el coste se multiplic¨® por m¨¢s del doble con respecto a los a?os en los que reg¨¢bamos con agua dulce¡±. Antes de la sequ¨ªa, el riego de las 20 hect¨¢reas cultivos le supon¨ªan un desembolso de unos 30.000 euros por 100.000 metros c¨²bicos al a?o, pero desde que empezaron a hacer uso de agua desalada al 50%, el coste se elev¨® hasta los 70.000 euros, aproximadamente.
A los efectos de la sequ¨ªa, se sum¨® una ola de calor que durante cuatro d¨ªas de mayo de 2018 afect¨® gravemente a la cosecha. ¡°El lim¨®n peque?o, que est¨¢ a¨²n madurando, se muere. Perd¨ª el 40% de la producci¨®n, unas 300 toneladas [150.000 euros]¡±, lamenta. Adem¨¢s, ¡°tambi¨¦n hay olas de calor en meses como noviembre o febrero, con d¨ªas en los que las temperaturas superan los 30 grados¡±. En estas fechas son las naranjas las que sufren las alteraciones clim¨¢ticas: florecen como si detectasen que ya es primavera, maduran antes de tiempo, pero son de mala calidad y no tienen salida en el mercado.
Las situaciones climatol¨®gicas que describe el agricultor alicantino coinciden con algunos de los efectos reales del calentamiento global que expertos como Mar G¨®mez, jefa de meteorolog¨ªa de Eltiempo.es, lleva tiempo explicando: ¡°En Espa?a avanzamos hacia una desertificaci¨®n en la mayor parte del territorio y la costa mediterr¨¢nea es una de las m¨¢s vulnerables al cambio clim¨¢tico. En los pr¨®ximos a?os nos vamos a encontrar con climas m¨¢s ¨¢ridos, semi¨¢ridos y subh¨²medos, y la parte m¨¢s ¨¢rida va a ser el sureste peninsular, sobre todo la cuenca del J¨²car y del Segura, que son zonas donde se van a percibir m¨¢s d¨¦ficit de precipitaciones¡±.
Dulce o salada, la guerra del agua
El embalse de La Pedrera est¨¢ a cinco minutos en coche desde la finca de Jos¨¦ Vicente Andreu. El color del polo que viste el productor de c¨ªtricos se confunde con el azul turquesa de una masa de agua que tiene una capacidad de almacenamiento de 250 hect¨®metros c¨²bicos. ¡°A este embalse llega pr¨¢cticamente la mitad del agua del trasvase Tajo-Segura y se mezcla con el agua de la desaladora de Torrevieja¡±, explica. Desde aqu¨ª, se distribuye a las comunidades de regantes ubicadas en la zona de la Pedrera (unas 30.700 hect¨¢reas brutas de riego), como la de Jos¨¦ Vicente, y Campo de Cartagena (33.079), principalmente.
¡°El agua desalada no tiene pr¨¢cticamente minerales y las plantas los necesitan para nutrirse. Por eso hay que mezclarla con agua dulce¡±, se queja el agricultor, aunque este no es su principal problema. Frente a los 30 c¨¦ntimos de euros que paga por el metro c¨²bico de agua dulce del Segura y del trasvase, por la misma cantidad, es decir, mil litros de agua desalada, paga 80 c¨¦ntimos. ¡°No obtenemos la suficiente rentabilidad como para poder pagar esos precios¡±, a?ade. Al precio que establece el Estado por el agua del trasvase y por la desalada de plantas como la de Torrevieja, que es p¨²blica, cada comunidad de regantes le suma un precio asociado al mantenimiento de las infraestructuras.
Seg¨²n sus c¨¢lculos, Jos¨¦ Vicente solo va a necesitar un 15% de agua desalada hasta el final de este a?o hidrol¨®gico por el volumen de lluvias que ha habido, pero la tendencia al uso del agua desalada como recurso de riego alternativo al trasvase est¨¢ en alza. Y no solo por las alteraciones clim¨¢ticas que apuntan a un futuro con menos lluvias y temperaturas m¨¢s altas, sino tambi¨¦n para evitar la sobreexplotaci¨®n de los acu¨ªferos que se viene dando desde hace mucho tiempo.
Como incide una investigaci¨®n publicada por Datadista en 2019, para regar las tierras de la cuenca hidrogr¨¢fica del Segura se han sobreexplotado acu¨ªferos subterr¨¢neos desde hace d¨¦cadas. Una manera de completar el agua que necesitaban durante los a?os de sequ¨ªa, cuando no llegaba suficiente agua del trasvase, pero tambi¨¦n en aquellos a?os en los que s¨ª han tenido una dotaci¨®n ¨®ptima desde la cuenca del Tajo.
En 2005, el Gobierno espa?ol elabor¨® un nuevo Plan Hidrol¨®gico Nacional que anulaba el anterior para poner coto a la sobreexplotaci¨®n de acu¨ªferos y potenciar el agua desalada como recurso h¨ªdrico alternativo ante la necesidad de agua dulce, entre otros prop¨®sitos.
¡°De los 80 hect¨®metros c¨²bicos que somos capaces de desalar, casi el 90% de nuestra producci¨®n fue destinada para riego¡±, afirma Javier Zapatera, jefe de planta de la desaladora de Torrevieja, la m¨¢s grande de Europa. Desde que se puso en marcha en 2015 para paliar la carest¨ªa de agua por la sequ¨ªa, ha producido un total de 230 hect¨®metros c¨²bicos, de los cuales, 193 han sido para los regantes del trasvase y 36 para abastecimiento. ¡°Me han pedido 250 hect¨®metros c¨²bicos para el pr¨®ximo a?o, pero no tenemos esa capacidad¡±, dice Zapatera. Seg¨²n fuentes de Aguas de las Cuencas Mediterr¨¢neas (Acuamed), la empresa p¨²blica que gestiona la planta, se est¨¢ licitando un proyecto de ampliaci¨®n para que tenga una capacidad de producci¨®n de 120 hect¨®metros c¨²bicos.
Adem¨¢s de la de Torrevieja, en la zona del levante espa?ol llevan operando casi una decena de plantas desaladoras desde hace unos a?os para abastecer a la poblaci¨®n y para la agricultura. La de ?guilas y Valdelentisco tambi¨¦n son p¨²blicas y destinan la mayor parte de su producci¨®n para regad¨ªo, aunque no todo el volumen de agua desalada es para los regantes del trasvase. Y tambi¨¦n est¨¢n en fase de ampliaci¨®n ante el incremento de la demanda.
¡°?Se puede sustituir trasvase por desalaci¨®n? ?Claro! Ahora bien, si t¨² aumentas el volumen de agua desalada, la media te da un precio que no es compatible con la agricultura del Levante. Y no podemos pagar el agua desalada por adelantado¡±, reitera Lucas Jim¨¦nez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats). ¡°?T¨¦cnicamente es posible? S¨ª, pero no solo aqu¨ª, tambi¨¦n en Castilla-La Mancha. Podemos crear desaladoras aqu¨ª e impulsar el agua hasta donde queramos¡±, dice con sorna el representante del mayor sindicato de regantes de Espa?a.
¡°?Se puede sustituir trasvase por desalaci¨®n? ?Claro! Ahora bien, si t¨² aumentas el volumen de agua desalada, la media te da un precio que no es compatible con la agricultura del Levante"Lucas Jim¨¦nez, Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura
En su tono se desprende un aire combativo. Jim¨¦nez lleva a?os batallando a nivel pol¨ªtico para defender la importancia del trasvase a nivel nacional frente al cuestionamiento de su viabilidad por la carest¨ªa del agua en la cabecera del Tajo y la amenaza del cambio clim¨¢tico. ¡°El control que tenemos del agua es una enfermedad. Producimos productos rentables, pero luchamos contra la escasez de agua y unos precios desorbitados. Regamos m¨¢s, s¨ª, pero en la cuenca del Segura tambi¨¦n reutilizamos en torno a 110-115 hect¨®metros c¨²bicos de aguas residuales y depuradas¡±.
¡°La reutilizaci¨®n del agua en la cuenca del Segura ha avanzado mucho, pero no puede ser la fuente alternativa de recursos¡±, matiza Teodoro Estrela, director general del Agua. Para Estrela, la apuesta deben ser otras alternativas, como el uso del agua desalada. ¡°Creo que la desalaci¨®n integrada, conectando distintas desaladoras de una misma zona, ya aporta mucho¡±.
Sobre las cr¨ªticas de Scrats por el alto coste del agua desalada, Estrela afirma que es cierto que su uso para regad¨ªo cuesta m¨¢s que el que se utiliza para abastecimiento, pero subraya que los costes de la desalaci¨®n han ido disminuyendo considerablemente. ¡°Hace algunos a?os habl¨¢bamos de un coste de un euro por metro c¨²bico, pero hemos bajado a la mitad¡±.
¡ª?Es viable el trasvase Tajo-Segura en un futuro con mayor escasez de agua?
¡ªLo que s¨ª que s¨¦ es que cada vez hay menos y menos podremos derivar para el trasvase.
A unos 200 kil¨®metros en coche desde Entrepe?as y Buend¨ªa, el agua que llega a Talavera de la Reina (Toledo), tras su paso por Madrid, es cada vez m¨¢s escasa y de peor calidad. El Tajo empieza a agonizar en este punto, todav¨ªa a otros 500 kil¨®metros hasta desembocar en Lisboa. El r¨ªo internacional m¨¢s largo de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica no entiende de guerras pol¨ªticas: solo necesita m¨¢s agua.
Esta serie de reportajes sobre el r¨ªo Tajo se ha realizado gracias a la beca Reporters in the Field, promovida por la asociaci¨®n n-ost y la Fundaci¨®n Robert Bosch, y se publica simult¨¢neamente en EL PA?S (Espa?a), Di¨¢rio de Not¨ªcias (Portugal) y Contacto (Luxemburgo).