¡®El C¨¢rabo¡¯, la bella y desconocida revista sobre naturaleza que, tras 40 a?os, est¨¢ en peligro de extinci¨®n
Teresa Vicetto, la editora de esta joya editorial, explica que llevan 100 n¨²meros publicados, con ilustraciones a plumilla. Cada uno se centra en un tema: la tortuga, las grullas, el erizo, el mu¨¦rdago, el sapo¡
La transmisi¨®n de los conocimientos del ser humano a trav¨¦s de un soporte f¨ªsico como es el papel ha originado objetos llenos de belleza. A la cabeza est¨¢n los libros, pero tambi¨¦n hay aprendizaje en otros formatos impresos, como las revistas. Si se piensa en una revista de naturaleza, enseguida vendr¨¢n a la mente hermosas im¨¢genes de animales y de paisajes, muchos de ellos ex¨®ticos. Pero no hay que olvidar la enorme riqueza con la que cuenta el entorno m¨¢s cercano. En 1972, el naturalista Pierre D¨¦om decidi¨® divulgar sobre los animales y las plantas m¨¢s comunes, y cre¨® en Francia una de las r...
La transmisi¨®n de los conocimientos del ser humano a trav¨¦s de un soporte f¨ªsico como es el papel ha originado objetos llenos de belleza. A la cabeza est¨¢n los libros, pero tambi¨¦n hay aprendizaje en otros formatos impresos, como las revistas. Si se piensa en una revista de naturaleza, enseguida vendr¨¢n a la mente hermosas im¨¢genes de animales y de paisajes, muchos de ellos ex¨®ticos. Pero no hay que olvidar la enorme riqueza con la que cuenta el entorno m¨¢s cercano. En 1972, el naturalista Pierre D¨¦om decidi¨® divulgar sobre los animales y las plantas m¨¢s comunes, y cre¨® en Francia una de las revistas m¨¢s hermosas que se puedan leer: La Hulotte. Y con gran ¨¦xito, a juzgar por los m¨¢s de 150.000 suscriptores que tiene en ese pa¨ªs.
Teresa Vicetto, periodista, se enamor¨® de esta publicaci¨®n, igual que quienquiera que la tenga en sus manos. Pero no le bast¨® con leerla y disfrutarla, sino que se aventur¨® a traducirla y editarla en Espa?a con el nombre de El C¨¢rabo. ¡°Esos peque?os cuadernillos eran una joya¡±, relata Vicetto, ¡°y Pierre D¨¦om accedi¨® a que hici¨¦ramos la versi¨®n en espa?ol, siempre y cuando no modific¨¢ramos el original. Como as¨ª ha sido. Este a?o cumplimos 40 a?os de la edici¨®n en espa?ol y casi 100 n¨²meros editados¡±. Unos cuadernos con los que disfrutan y aprenden desde bi¨®logos hasta escolares.
PREGUNTA. ?Qu¨¦ es lo que tiene El C¨¢rabo que no tienen otras revistas de naturaleza?
RESPUESTA. Cada cuadernillo es un peque?o libro que trata un tema: la tortuga, las grullas, el erizo, el mu¨¦rdago, el sapo¡ con dibujos excepcionales a plumilla, compaginados con vi?etas humor¨ªsticas. Al estilo de las f¨¢bulas, de gran tradici¨®n literaria, los protagonistas son los animales y las plantas que toman la palabra para contar sus propias historias, con un trasfondo de humor, pero con una moraleja que ense?a c¨®mo comportarse ante la naturaleza.
P. ?Con qu¨¦ equipo editorial cuenta El C¨¢rabo?
R. Es muy reducido, pero estamos compenetrados. Carlos Varillas se encarga de la producci¨®n, paqueter¨ªa y env¨ªos y yo de la traducci¨®n y edici¨®n. Pero luego hay un trabajo de distribuci¨®n y difusi¨®n que realiza sobre todo Benigno Varillas. El C¨¢rabo es trimestral, pero implica mucho trabajo.
P. ?Por qu¨¦ la revista solo es accesible por suscripci¨®n?
R. Es un producto peque?o y artesanal, por lo tanto, est¨¢ al margen de los circuitos de comercializaci¨®n y distribuci¨®n en quioscos. Los suscriptores son la base que asegura su continuidad. Y todos los n¨²meros ya publicados se pueden encontrar en nuestra web.
P. Sorprende c¨®mo El C¨¢rabo es capaz de contar una informaci¨®n muy t¨¦cnica de forma amena. ?Cree que la revista puede ser ¨²til para acercar la naturaleza a los alumnos?
R. Es muy ¨²til como herramienta para profesores en los colegios e institutos porque permite trabajar con los alumnos libremente a partir de los cuadernillos. All¨ª est¨¢ la informaci¨®n y la ilustraci¨®n, para que el profesor la use a su estilo. No es un material ya conformado, sino una base. De ah¨ª su ¨¦xito en los centros escolares.
P. ?C¨®mo son los lectores de la revista?
R. Son los m¨¢s entusiastas que conozco. Recibo muchas cartas y correos electr¨®nicos cont¨¢ndome que esperan con ilusi¨®n la llegada del siguiente cuaderno. Somos una familia. Y yo siento que tengo la deuda con ellos de seguir ofreci¨¦ndoles los cuadernillos. Editar cada n¨²mero es para m¨ª muy enriquecedor porque me sumerjo totalmente en el tema que trata, busco informaci¨®n de la especie que sea y su problem¨¢tica, y lo reflejo en la edici¨®n espa?ola. Tambi¨¦n la parte humor¨ªstica requiere adaptar ese humor a aspectos conocidos para el lector hispano, ?que no se r¨ªe de las mismas cosas que el franc¨¦s!
P. ?Las plantas tambi¨¦n tienen cabida en El C¨¢rabo?
R. El mundo vegetal, como no pod¨ªa ser de otra manera, es el protagonista de algunos de los n¨²meros m¨¢s emblem¨¢ticos: los cuadernos dedicados a los alisos, a la p¨ªcea, a las flores de la primavera, a las formas de los ¨¢rboles, a la hiedra¡
P. Precisamente, acab¨¢is de lanzar un concurso de fotograf¨ªa sobre la hiedra, ?en qu¨¦ consiste?
R. Los dos ¨²ltimos n¨²meros publicados tratan sobre esta especie, una planta muy frecuente que es excepcional, pero poco conocida. El concurso, que cuenta con varios premios, pretende reunir fotos de esta maravillosa planta que nos env¨ªen los lectores. La hiedra de su casa, del pueblo, la m¨¢s grande que hayan visto¡ Quienes quieran participar tienen de plazo hasta el 30 de enero.
P. La hiedra es una planta muy jardinera¡
R. Es curioso, pero en muchos cuadernos se traslada el mensaje de hacer de nuestro jard¨ªn una zona confortable para los animales. Hay siempre ideas pr¨¢cticas: c¨®mo hacer cajas-nido para que aniden las aves, la construcci¨®n de comederos para p¨¢jaros en invierno, un refugio para el erizo¡ Respetar al topo en nuestro entorno no destruyendo las toperas. Convivir con los caracoles. Nos ense?a que cualquier trocito del que dispongamos ¡ªno hace falta tener un gran jard¨ªn¡ª, puede servir de refugio y zona de respeto para los animales.
P. ?Cu¨¢l es el futuro de El C¨¢rabo?
R. El futuro depende siempre de que confluyan varios elementos. En una publicaci¨®n los lectores son fundamentales, por lo tanto, necesitamos que la gente joven se una al tren y nos permita seguir caminando. Y, por supuesto, que el gran artista y autor, Pierre D¨¦om, siga creando cada n¨²mero como hasta ahora, consiguiendo una peque?a obra de arte. Nosotros seguiremos ofreciendo la versi¨®n en espa?ol.