Flor de Pascua: c¨®mo cuidar (y lograr que sobreviva) la planta estrella de las navidades
La poinsetia o pascuero no es una planta f¨¢cil, ya que es muy sensible a la falta de luz, al exceso de agua y a la presencia de las temidas calefacciones. En su origen habr¨ªa que buscar qu¨¦ necesita y por qu¨¦ motivos
Una legi¨®n de millones de plantas se extiende en estos momentos por miles y miles de casas de todo el mundo. Est¨¢n colonizando rincones de los hogares, oficinas, recepciones de hoteles, centros comerciales, cafeter¨ªas. Si alguien no ha visto todav¨ªa ninguna este a?o es que no ha podido salir de casa, porque es la planta estrella de la Navidad. Se trata de la archiconocida flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima). Se la conoce por otros nombres populares como los de pascuero o poinsetia, haciendo referencia este ¨²ltimo a su antiguo nombre bot¨¢nico de Poinsettia pulcherrima. Se trata de una planta que desata amores y odios, muchos de estos ¨²ltimos ligados m¨¢s bien al periodo navide?o en el que se comercializa y regala con fruici¨®n. Porque, objetivamente, es una especie espectacular, con una anatom¨ªa que no deja indiferente a nadie.
Lo primero que impacta son sus hojas coloreadas. Aunque puedan parecer las flores, realmente son br¨¢cteas: hojas transformadas con una finalidad clara, que es la de atraer a los polinizadores a sus peque?as e insignificantes flores. Estas se encuentran justamente en medio de las br¨¢cteas, y tienen un color verde claro, amarillento y rojizo, y asemejan a unas peque?as bolitas en la punta de cada rama. Cada uno de los componentes de esta inflorescencia recibe el nombre bot¨¢nico de ciatio, una estructura propia de la familia a la que pertenece, la de las euforbias. Este grupo de plantas es muy querido por los jardineros, ya que las distintas especies de Euphorbia tienen una belleza que enamora, adem¨¢s de h¨¢bitos de crecimiento muy diferentes. As¨ª, se encuentran euforbias herb¨¢ceas, arbustivas o euforbias suculentas, estas ¨²ltimas con forma de cactus, con los que se confunden en muchos casos. Algo muy curioso de este g¨¦nero es la savia lechosa o l¨¢tex de color muy blanco. La poinsetia, a la m¨¢s m¨ªnima herida, la har¨¢ brotar en abundancia.
Cuando se regalan o entran por propia decisi¨®n en la casa, surgen los temores al pensar si se conseguir¨¢ que se mantengan vivas y sanas. Efectivamente, no es una de las plantas de m¨¢s f¨¢cil cuidado, ya que son muy sensibles a la falta de luz, al exceso de agua y a la presencia de las temidas calefacciones. En su origen habr¨ªa que buscar el porqu¨¦ de los cuidados que necesita. Este arbusto mexicano subtropical crece en los m¨¢rgenes de zonas boscosas monta?osas. Puede llegar a medir alrededor de cuatro metros de altura, como sabr¨¢n aquellas personas que la hayan visto en parques y jardines de Canarias o de las costas c¨¢lidas de la Pen¨ªnsula. As¨ª que le gusta la luz muy intensa y una humedad ambiental alta, junto a una temperatura c¨¢lida durante el d¨ªa que puede ser algo m¨¢s fresca en la noche.
Pues esos mismos ser¨¢n los par¨¢metros ideales para cultivarla. Hay que procurarle un lugar dentro de la casa con mucha intensidad lum¨ªnica, sin que all¨ª sea necesario el sol directo. La humedad ambiental es m¨¢s dif¨ªcil de mantener en las habitaciones con calefacci¨®n, desde luego, pero puede que no sea vital. El riego adecuado es el que respeta la sencilla regla de regar solo cuando el sustrato se haya secado pr¨¢cticamente por completo, en especial la primera capa. En cuanto a su nutrici¨®n, es recomendable aplicar un abono rico en f¨®sforo y potasio y bajo en nitr¨®geno. Los abonos espec¨ªficos para tomates, rosas o frutos del bosque suelen funcionar bien. Si se nota que la planta tiene hojas amarillas puede deberse a un exceso o falta de agua, o a un d¨¦ficit de luz para realizar correctamente la fotos¨ªntesis.
Como es una planta de las llamadas de ciclo corto, comienza a florecer cuando tiene m¨¢s de 12 horas de oscuridad, como les ocurre a los crisantemos (Chrysanthemum spp.) o al cactus de Navidad (Schlumbergera var.). Entonces, se activa la floraci¨®n y la formaci¨®n de esas br¨¢cteas. En las distintas variedades de poinsetia pueden ser, aparte de color rojo, de tonos rosas, blancos, crema o incluso amarillentos.
A medida que la planta comience a tirar las hojas al final del periodo de floraci¨®n es el momento en el que entra en reposo. Es un proceso natural que hay que respetar. Es entonces cuando se la debe regar mucho menos, dejando que el sustrato se seque a¨²n m¨¢s. Cuando unas semanas despu¨¦s se note que nuevas yemas comienzan a desarrollarse, es el momento perfecto para podarla. Es una planta que no tiene una buena tendencia a ramificar, por lo que deben ser las personas, con una poda en¨¦rgica, las que potencien el crecimiento m¨¢s denso. De otra forma, la planta alargar¨¢ mucho sus tallos, y se tendr¨¢ una planta m¨¢s desgarbada, no tan compacta.
Para proceder a esta poda de mantenimiento se acorta cada tallo, para dejarlo entre 10 y 20 cent¨ªmetros de altura. Al igual que se puede hacer con otras plantas de interior, es ideal sacar la poinsetia al exterior en los meses c¨¢lidos, para que reciba una mayor cantidad de luz, sin sol directo. Si se quiere, tambi¨¦n es muy buen momento para trasplantarla a una maceta un poco mayor.
Si despu¨¦s del nuevo crecimiento se poda de nuevo ligeramente cada nuevo tallo, cortando la yema terminal de cada uno, se favorecere un crecimiento todav¨ªa m¨¢s denso. Es muy importante que esta poda no se efectue m¨¢s all¨¢ del mes de julio, o se corre el riesgo de que no se produzca la floraci¨®n invernal.
S¨ª se puede conseguir que florezca otro a?o m¨¢s, aunque seguramente no ser¨¢ tan espectacular como el primero. Para conseguirlo, a finales de septiembre o primeros de octubre hay que procurarle 14 horas de oscuridad cada noche, y luego darle luz intensa el resto del d¨ªa. Hay personas que la tapan con una bolsa completamente opaca, con una papelera met¨¢lica o con una caja de cart¨®n para conseguir esa oscuridad necesaria. Una vez que se aprecia que las hojas se colorean, lo que ocurrir¨¢ en noviembre, si todo ha ido bien, se puede dejar de cubrir a la planta. Es un proceso laborioso en el que hay que evitar todo tipo de luz artificial. Incluso la de una farola en la calle o la del cuarto de ba?o que entre en su estancia interrumpir¨¢ el proceso de estimulaci¨®n de la floraci¨®n.
Otra opci¨®n, mucho m¨¢s c¨®moda, es no hacer nada, y dejar a la poinsetia en la estancia m¨¢s oscura de la casa, y ver si la planta puede formar las br¨¢cteas en alg¨²n momento. Por ejemplo, a Menchu Garc¨ªa, jardinera en sus ratos libres, las poinsetias de su oficina se le coloreaban en el mes de marzo, en una Navidad fuera de ¨¦poca. Sea cuando sea que florezcan, siempre ser¨¢n bienvenidas.
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