Una segunda vida para sillas, mesas y cajoneras: el mobiliario reacondicionado llega a la oficina
Reoffice es la ¨²nica empresa espa?ola que se dedica de manera profesional y a gran escala a restaurar muebles usados de alta gama para volver a ponerlos en el mercado. Y lo hace desde hace 32 a?os, cuando no se sab¨ªa qu¨¦ era aquello de ¡®econom¨ªa circular¡¯
Cuando en 1992 el empresario Francisco Montiel abri¨® su tienda de muebles de oficina en Murcia nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de econom¨ªa circular, sostenibilidad o reacondicionamiento. Empez¨® a trabajar esos conceptos sin ni siquiera saberlo, guiado por la intuici¨®n de que gran parte del mobiliario que las empresas tiraban a la basura pod¨ªan tener una segunda vida y, por tanto, un valo...
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Cuando en 1992 el empresario Francisco Montiel abri¨® su tienda de muebles de oficina en Murcia nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de econom¨ªa circular, sostenibilidad o reacondicionamiento. Empez¨® a trabajar esos conceptos sin ni siquiera saberlo, guiado por la intuici¨®n de que gran parte del mobiliario que las empresas tiraban a la basura pod¨ªan tener una segunda vida y, por tanto, un valor econ¨®mico. Hoy, 32 a?os despu¨¦s, su firma Reoffice es la ¨²nica en Espa?a que se dedica de manera profesional y a gran escala a reparar muebles de oficina de alta gama para sacarlos de nuevo al mercado a un precio asequible y en perfectas condiciones.
No son muebles de segunda mano al uso, explica a EL PA?S el director general de la empresa, Jos¨¦ Miguel Cegarra, sino muebles ¡°como si fueran nuevos¡±, porque pasan por un completo proceso de restauraci¨®n artesanal que Montiel empez¨® a hacer ¡°para deshacerse de un problema¡± con el que se encontraba de forma recurrente: cuando entregaba los muebles nuevos a un cliente, este muchas veces le ped¨ªa que se llevara los viejos. ¡°A las empresas, una renovaci¨®n de mobiliario les supone un enorme coste a?adido, porque tienen que pagar lugares donde almacenar lo que ya no van a usar, camiones para transportarlo y tasas de gesti¨®n de residuos¡±, se?ala Cegarra. Montiel comenz¨® a vender esos muebles viejos en el mismo estado en que los recib¨ªa, pero aquello no le reportaba apenas ganancias, y se le ocurri¨® que si los arreglaba podr¨ªa sacarles algo m¨¢s de beneficio. A d¨ªa de hoy, el 45% de la facturaci¨®n de aquella modesta tienda en Molina de Segura (seis millones de euros en 2023) corresponde a la venta de muebles reacondicionados.
En un contexto en el que las compa?¨ªas miran cada vez con mejores ojos la sostenibilidad, en el que la econom¨ªa circular es un valor a?adido y en el que la responsabilidad social corporativa es casi una obligaci¨®n, son cada vez m¨¢s los empresarios que ven como un plus contar con este tipo de muebles, como explica Adela Hern¨¢ndez, directora de operaciones en Let?s Flow Studios, una empresa especializada en Design Thinking que lleva a?os apostando por el mobiliario reacondicionado para sus eventos, y que lo ha introducido tambi¨¦n en sus oficinas. ¡°Creemos en la segunda oportunidad, la sostenibilidad es un tema muy presente en muchos de los proyectos y trabajos que realizamos para empresas, y este tipo de mobiliario es totalmente acorde con nuestra filosof¨ªa¡±, se?ala.
Adem¨¢s de esa cada vez m¨¢s extendida conciencia sostenible de las empresas, otra de las claves del ¨¦xito de este modelo es que, una vez terminado el proceso de reparaci¨®n, ¡°el producto queda mejor que cuando estaba nuevo¡±, remarca, orgulloso, Jorge Chocho, uno de los 70 operarios que se encarga, a mano y pieza a pieza, de esas reparaciones. Los ¡°reofficers¡±, como los denomina el director general, son una plantilla joven, con una media de edad de 38 a?os, pero experta, con una antig¨¹edad en torno a 12 a?os de media en la empresa. Chocho, que lleva nueve a?os en el oficio, conoce al detalle los mecanismos de una silla de oficina: sus manos meten y sacan tornillos, cambian pistones, incluso fabrican peque?as piezas de pl¨¢stico, madera o metal que estaban deterioradas en la silla original. El arreglo le puede llevar media hora si es sencillo, un par de horas si la cosa es ¡°grave¡±. Pepa S¨¢nchez, que tambi¨¦n lleva una d¨¦cada trabajando en esto, se encarga de cortar y coser la tapicer¨ªa. Ella misma elabora los patrones de los diferentes modelos y los corta en las telas que encarga cada cliente: ¡°Todo es personalizado¡±, se?ala. Algo que es posible porque las reparaciones no se hacen de golpe sobre los productos comprados, sino sobre los vendidos.
Cegarra compra ¡°oficinas completas de grandes multinacionales, con cientos de piezas, cada una en condiciones diferentes¡±. Impresiona ver el ¡°cementerio¡± de objetos que son las nueve naves industriales de la empresa, en las que se acumulan miles de sillas, mesas, estanter¨ªas, armarios, cajoneras. Algunos muebles parecen, al menos a simple vista, en buenas condiciones. Otros, dan la impresi¨®n de haber agotado de lejos su ciclo vital. Los operarios hacen un ¡°triaje¡± y separan los trastos: los hay que solo necesitan una limpieza a fondo, otros tienen piezas rotas, les faltan componentes, necesitan nueva tapicer¨ªa o una capa de pintura. ¡°Algunos est¨¢n en muy mal estado y se decide que no compensa restaurarlos. En esos casos, se extraen las piezas que pueden servir como recambios. Todo lo que es posible reutilizar, se reutiliza¡±, explica Cegarra. Solo en torno al 10% del material que compone las sillas, entre el 15 y 20% del resto de muebles que entra en Reoffice, no es aprovechado y acaba en operadores de reciclaje. Es ¡°el mundo al rev¨¦s¡± de lo que ocurre con el residuo de mobiliario en Europa, donde, seg¨²n los datos recogidos por la European Environment Bureau, se generan cada a?o 10,78 millones de toneladas de residuos procedentes de mobiliario, de los que solo en torno al 2% son recuperados. Aproximadamente entre el 80 y el 90% de estos residuos terminan siendo incinerados, ya que la inmensa mayor¨ªa de los componentes de los muebles (en torno a un 92%) no son materiales reciclables.
Con la selecci¨®n de los muebles hecha, Reoffice acondiciona una sola pieza de cada lote que recibe y pone las fotos en su p¨¢gina web indicando el n¨²mero de unidades de las que dispone. Cuando un cliente hace un pedido, se restauran tantas piezas como haya comprado, y con los requisitos (colores, tiradores, ruedas) que haya solicitado. El tiempo medio que las piezas pasan en el almac¨¦n hasta que alguien las compra es de solo tres meses y medio.
Otra de las grandes motivaciones de las empresas para comprar muebles reacondicionados es su precio: en la web de Reoffice hay sillas desde 39 euros; la m¨¢s cara en estos momentos cuesta 699 euros. ¡°Me vas a decir que, por ese dinero, te compras una nueva. Posiblemente, pero no esta silla¡±, explica Cegarra. Porque hablamos de una silla ergon¨®mica de la marca estadounidense Herman Miller, que en el mercado supera los 1.900 euros. ¡°Es el Mercedes de las sillas. Por eso, jam¨¢s tocamos ning¨²n elemento del dise?o original, de sus caracter¨ªsticas ergon¨®micas. Yo te puedo arreglar un Mercedes, pero tiene que seguir siendo un Mercedes¡±, resume.
De media, la diferencia de precio entre los productos de Reoffice y los nuevos es de un 70%. La compa?¨ªa solo restaura muebles de alta gama. En sus almacenes acumulan marcas nacionales e internacionales de renombre como Wilkhahn, Dile Office, Haworth, Steelcase, Knoll, Gil Est¨¦vez, Akaba, Vitra o Delaoliva, por poner algunos ejemplos. ¡°No reacondicionamos importaciones ni ikeas. Solo muebles de calidad, que aportan un valor a?adido a quien los adquiere¡±, se?ala. Buena parte de sus clientes son pymes que, ¡°de no ser por los precios sustancialmente reducidos que tienen este tipo de muebles, no podr¨ªan acceder a ellos¡±.
Roberto Lifante, consejero delegado de la consultora murciana TK Analytics, est¨¢ a punto de abrir una delegaci¨®n de la empresa en Madrid en la que todo el mobiliario ser¨¢ reacondicionado. Calcula que han invertido un 25% de lo que les habr¨ªa costado nuevo. ¡°Son muebles con un acabado que, si no te lo dicen, no te das cuenta de que son usados. Hacen el mismo papel que un mueble nuevo, suponen un gran ahorro econ¨®mico y es un paso m¨¢s en nuestra apuesta como empresa por la sostenibilidad¡±, explica.
Las ampliaciones de plantilla generan otro importante nicho de mercado para este tipo de mobiliario, como narra el arquitecto Juan Francisco Cruz, que comenz¨® a buscar el mismo modelo de sillas que ya ten¨ªa en su estudio, Matiz, cuando entraron a trabajar nuevos profesionales. Las encontr¨® en Reoffice, lo que le permiti¨® no desechar su propio mobiliario y dar una segunda vida a otro. Ahora su estudio se ha hecho un habitual de los muebles reacondicionados y ha comenzado a ofrecerlos en los proyectos que lleva a cabo; el ¨²ltimo, un edificio de oficinas de 5.000 metros cuadrados, con cuatro alas con 150 puestos de trabajo en cada una de ellas. El arquitecto convenci¨® a la compa?¨ªa para reacondicionar su propio mobiliario antiguo y adquirir los elementos que necesitaban tambi¨¦n reacondicionados.
De hecho, varios estudios de arquitectura trabajan ya de forma recurrente con Reoffice, porque, como explica Carlos Abad¨ªa, de Moho Arquitectos, ¡°la sostenibilidad no solo es colocar placas solares¡±, sino que la reutilizaci¨®n es un factor clave, pero muy dif¨ªcil de introducir en la construcci¨®n. Hacerlo a trav¨¦s del mobiliario, considera, ser¨¢ tendencia en los pr¨®ximos a?os, como ya lo es en campos como la tecnolog¨ªa o la telefon¨ªa. La prueba est¨¢ en que todos los clientes a los que les han propuesto este tipo de muebles los han acabado aceptando, aunque al principio tuvieran reticencias. ¡°El rechazo solo parte del desconocimiento, es cuesti¨®n de dar difusi¨®n para que todos lo quieran¡±, argumenta.