Jeffrey Epstein y Harvey Weinstein: historia de una amistad y una traici¨®n

Durante m¨¢s de una d¨¦cada, el abogado Brad Edwards ha tratado de defender con ah¨ªnco a las v¨ªctimas del magnate Jeffrey Epstein. Su persecuci¨®n al millonario comenz¨® en 2008, y adem¨¢s de lograr verle entre rejas, la experiencia le ha impulsado a escribir un libro en el que explica las andanzas del millonario y su corte. Si hace unos d¨ªas se publicaba un adelanto de Relentless pursuit, que es como se llama el volumen (y que podr¨ªa traducirse como Persecuci¨®n incansable), donde se hablaba de...

Durante m¨¢s de una d¨¦cada, el abogado Brad Edwards ha tratado de defender con ah¨ªnco a las v¨ªctimas del magnate Jeffrey Epstein. Su persecuci¨®n al millonario comenz¨® en 2008, y adem¨¢s de lograr verle entre rejas, la experiencia le ha impulsado a escribir un libro en el que explica las andanzas del millonario y su corte. Si hace unos d¨ªas se publicaba un adelanto de Relentless pursuit, que es como se llama el volumen (y que podr¨ªa traducirse como Persecuci¨®n incansable), donde se hablaba de la implicaci¨®n del pr¨ªncipe Andr¨¦s en el caso Epstein., ahora el diario The Sun avanza otro extracto del mismo. En ¨¦l, trata de la relaci¨®n entre los dos hombres, que dur¨® muchos a?os. Como integrantes de los c¨ªrculos del dinero y del poder, Epstein y Weinstein se conoc¨ªan; de hecho, eran amigos. Su amistad se fragu¨® durante d¨¦cadas, sobre todo por el inter¨¦s de Epstein en tener influencia en Hollywood.

De hecho, los dos abusadores ten¨ªan intereses mutuos y eso les hizo consolidar una inesperada amistad. Apenas hay im¨¢genes de ellos juntos, pero s¨ª una muy reveladora: ambos posan, junto a Ghislaine Maxwell, en el 18? cumplea?os de la princesa Beatriz, la hija de Andr¨¦s de Inglaterra. Una fiesta que se celebr¨® en los terrenos del castillo de Windsor y a la que los tres acudieron disfrazados (la tem¨¢tica era el siglo XVIII) y vestidos de etiqueta.

De hecho, Epstein trataba de utilizar al productor para impresionar a algunas mujeres, consigui¨¦ndoles peque?os papeles en pel¨ªculas menores a mediados de los 2000, sobre todo a j¨®venes estudiantes. Adem¨¢s, Epstein y su amiga ¨ªntima y madame, Ghislaine Maxwell, se jactaban de la buena relaci¨®n que manten¨ªan con el due?o de Miramax para ganarse a las chicas, como cuentan algunas de ellas. ¡°Le dije: ¡®?Pero qui¨¦n es Harvey?¡¯, y ella me solt¨® ¡®?Harvey Weinstein!", contaba Maria Farmer, otra de las.mujeres que acus¨® a Epstein de abusos.

Sin embargo, lleg¨® un punto en el que esa amistad se rompi¨®. Los abusos por una de las partes tuvieron que ver con el asunto. As¨ª lo explica Edwards en su libro."Weinstein estaba en el apartamento que Epstein ten¨ªa en Francia, d¨¢ndose un masaje con una de las chicas de Epstein, cuando intent¨® convertir el masaje en algo sexual", relata el abogado.¡°La muchacha rechaz¨® esos intentos y Harvey Weinstein la agredi¨® verbalmente. Pero lo que ¨¦l no sab¨ªa es que era una de las chicas favoritas de Epstein en ese momento. Jeffrey vio ese comportamiento como una falta de respeto hacia ¨¦l¡±, cuenta Edwards. ¡°Jeffrey entr¨® en la habitaci¨®n, se enfrent¨® a Harvey cara a cara y le dijo que jam¨¢s volviera¡±, narra el autor, que afirma haber o¨ªdo ¡°varias versiones de la historia de distintas personas". "Incluso a?os despu¨¦s y del propio Epstein, que llegaba a referirse a Weinstein como ¡®un cerdo¡¯. Imag¨ªnense¡±, a?ade.