Miriam y Cari Lapique, dos estilos diferentes de vivir en la ¡®jet set¡¯ espa?ola

En Espa?a, como en muchos otros pa¨ªses, la llamada alta sociedad lo es por cuna, por fama o por econom¨ªa. En el caso de la familia Lapique todos esos mundos se han cruzado en dos de sus miembros m¨¢s conocidos, las hermanas Miriam y Cari Lapique, la primera de ellas de actualidad reciente por haber perdido a causa del coronavirus a su marido, el empresario Alfonso Cortina. La madre de ambas era Caritina Fern¨¢ndez de Liencres y Liniers, presenci...

En Espa?a, como en muchos otros pa¨ªses, la llamada alta sociedad lo es por cuna, por fama o por econom¨ªa. En el caso de la familia Lapique todos esos mundos se han cruzado en dos de sus miembros m¨¢s conocidos, las hermanas Miriam y Cari Lapique, la primera de ellas de actualidad reciente por haber perdido a causa del coronavirus a su marido, el empresario Alfonso Cortina. La madre de ambas era Caritina Fern¨¢ndez de Liencres y Liniers, presencia frecuente de la alta sociedad madrile?a de los a?os sesenta y setenta, casada con el abogado Manuel Lapique, un pareja que igual se dejaba ver en los tablaos madrile?os donde se reun¨ªan artistas, empresarios y nobleza, como en las fiestas de esa Marbella que ya empezaba a florecer de la mano de Alfonso de Hohenlohe. Se la conoc¨ªa como vizcondesa de Villamiranda, y as¨ª incluso figur¨® cuando la revista ?Hola! inform¨® sobre su fallecimiento, ocurrido el 10 de septiembre de 2015. Pero tal t¨ªtulo nunca lleg¨® a ser suyo por esas idas y venidas familiares que dejan por el camino algunos honores menores, en este caso el vizcondado de Villa de Miranda, que para todos los efectos dej¨® de existir en el a?o 1991, seg¨²n public¨® ABC tras consultar a la Diputaci¨®n de la Grandeza de Espa?a.

Con o sin t¨ªtulo, de los hermanos Lapique, Manuel, Pedro, Miriam y Cari, han sido las f¨¦minas las que, de distintas maneras y con diferentes estilos de vida, m¨¢s se han asomado a los medios de comunicaci¨®n. Cari Lapique, 67 a?os, en estos tiempos ser¨ªa una influencer, aunque ese t¨¦rmino ni se hab¨ªa inventado cuando ella brillaba en las fiestas marbell¨ªes. Comenz¨® trabajando como vendedora en una de las boutiques de El Corte Ingl¨¦s del Paseo de la Castellana y, despu¨¦s, durante casi 15 a?os, tuvo su propia tienda de la exclusiva marca C¨¨line en Madrid. Pero su notoriedad p¨²blica lleg¨® de la mano del empresario Carlos Goyanes, con quien se cas¨® en Marbella en 1975, despu¨¦s de que ¨¦l lo estuviera durante tres a?os con la actriz y cantante Pepa Flores, Marisol, a qui¨¦n descubri¨® su padre, el productor Manuel Goyanes.

Una primera boda que paraliz¨® Espa?a porque la fama de Marisol estaba en pleno apogeo, y un segundo bod¨®n, con Cari Lapique, en el que firm¨® como testigo Carmen Franco, la hija del dictador, y al que acudi¨® todo el que pintaba algo en la jet set patria de la ¨¦poca. Despu¨¦s llegaron dos hijas, Caritina y Carla, un esc¨¢ndalo que llev¨® a Carlos Goyanes a pasar cinco meses en la c¨¢rcel como presunto implicado en la Operaci¨®n Mago contra el narcotr¨¢fico, y muchas portadas en las revistas del coraz¨®n. El oscuro episodio qued¨® en el pasado despu¨¦s de ser absuelto y la familia se recompuso y reanud¨® una vida m¨¢s centrada y tranquila en la que sus hijas tomaron el relevo en las revistas durante los a?os en los que algunos noviazgos sonados las convirtieron en noticia rosa.

Miriam Lapique, que el pr¨®ximo 21 de abril cumplir¨¢ 63 a?os, ha llevado una trayectoria mucho m¨¢s discreta que su hermana pero est¨¢ a¨²n mejor relacionada. Casada con el empresario Alfonso Cortina que falleci¨® el 6 de abril a los 76 a?os a causa del coronavirus, siempre ha ocupado un discreto segundo plano en ese c¨ªrculo social exclusivo que re¨²ne a empresarios y socialit¨¦s en actos y eventos de lo m¨¢s diverso. A muchos de ellos asist¨ªa acompa?ada por su hermana, tambi¨¦n con su marido, nieto del que fuera alcalde de Madrid Alberto Alcocer y Ribacoba, hijo de Pedro Cortina, ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno de Carlos Arias Navarro y hermano del pol¨¦mico empresario Alberto Cortina.

El matrimonio siempre ha dado la imagen de una pareja unida desde que se casaron en octubre de 1979 en la parroquia marbell¨ª de Nuestra Se?ora de la Encarnaci¨®n, y su presencia en la vida social ha sido m¨¢s moderada que la de su hermana, aunque por la profesi¨®n de Alfonso Cortina y las amistades de ambos s¨ª se les ha podido fotografiar en alguna reuni¨®n feliz o luctuosa de ese grupo exclusivo en el que las relaciones fluct¨²an al mismo ritmo que los negocios y la diversi¨®n. El ¨¦xito de su uni¨®n ha sido, a juicio de observadores cercanos, que Miriam Lapique prim¨® siempre ser el apoyo y la compa?¨ªa de su esposo en los numerosos viajes y compromisos a los que le oblig¨® su profesi¨®n a lo largo de los a?os.

Alfonso Cortina lleg¨® a ser presidente de Repsol y Portland Valderribas pero desde que se jubil¨® se volc¨® en la finca que ten¨ªa en Ciudad Real, en Retuerta del Bullaque, que pas¨® de ser un lugar de recreo al lugar donde comenz¨® a plantar vi?as como entretenimiento, a crear un vino como diversi¨®n, Pago de Vallegarc¨ªa, y a convertirlo en un negocio que produc¨ªa 200.000 botellas anuales que llegaban a distintos pa¨ªses de Europa, China y Jap¨®n. Un negocio en el que le sirvieron de mucho los consejos de su gran amigo Carlos Falc¨®, marqu¨¦s de Gri?¨®n, que tambi¨¦n falleci¨® el 20 de marzo a causa de la Covid-19. En esta finca se encontraba con su esposa cuando se empez¨® a encontrar mal y tuvo que ser ingresado en un hospital de Toledo y la vida descarg¨® su golpe m¨¢s duro sobre Miriam Lapique.