Isabel II celebra su 94? cumplea?os sin pompa por las circunstancias
La reina de Inglaterra pasa su aniversario recluida en Windsor a la espera de organizar en el futuro alg¨²n acto p¨²blico de celebraci¨®n
En las ocasiones contadas en las que ha tenido que elegir, Isabel II ha sido capaz de anteponer la circunstancia a la pompa. Y la celebraci¨®n de su 94 cumplea?os, este martes 21 de abril, en medio de la crisis m¨¢s grave que sufre el Reino Unido en las ¨²ltimas d¨¦cadas, no va ser una excepci¨®n. No habr¨¢ salvas de honor por todo el pa¨ªs, como manda la tradici¨®n, ni los edificios institucionales estar¨¢n obligados a ondear la Union Jack (la bandera que representa a Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte)...
En las ocasiones contadas en las que ha tenido que elegir, Isabel II ha sido capaz de anteponer la circunstancia a la pompa. Y la celebraci¨®n de su 94 cumplea?os, este martes 21 de abril, en medio de la crisis m¨¢s grave que sufre el Reino Unido en las ¨²ltimas d¨¦cadas, no va ser una excepci¨®n. No habr¨¢ salvas de honor por todo el pa¨ªs, como manda la tradici¨®n, ni los edificios institucionales estar¨¢n obligados a ondear la Union Jack (la bandera que representa a Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte).
La monarca celebra siempre por partida doble su aniversario. Y es la segunda parte la que los devotos de la Corona esperan con mayor entusiasmo. La ceremonia del Trooping The Colour (el Desfile de los Estandartes), a principios de junio, congrega siempre a miles de personas en los alrededores del Palacio de Buckingham. Todo un despliegue de precisi¨®n militar y colorido para celebrar el cumplea?os de Isabel II, con cerca de 1.400 soldados desfilando, m¨¢s de 200 caballos y cerca de 400 m¨²sicos. Y la imagen m¨¢s identificada por todo el mundo con la Casa de los Windsor: todos los miembros de la Familia Real congregados en el balc¨®n del palacio en torno a la reina. Material suficiente para que los periodistas especializados dediquen d¨ªas a analizar la posici¨®n de cada uno de los miembros y sus gestos. ¡°De acuerdo con la recomendaci¨®n del Gobierno, ha sido acordado que el Desfile por el cumplea?os de la reina, conocido tambi¨¦n como Trooping the Colour, no se llevar¨¢ a cabo en su formato tradicional. Se est¨¢n tomando en consideraci¨®n una serie de opciones alternativas¡±, anunciaba en un somero comunicado el Palacio de Buckingham.
La reina permanece recluida junto a su esposo, Felipe de Edimburgo, en el castillo de Windsor. La decisi¨®n del Gobierno de Boris Johnson de imponer dr¨¢sticas medidas de confinamiento a la poblaci¨®n brit¨¢nica le pill¨® en uno de sus habituales escapadas de fin de semana, y decidi¨® que ya no regresar¨ªa al Palacio de Buckingham, en el centro de Londres. Desde esa fortaleza, en el sal¨®n elegido por los t¨¦cnicos de la BBC, Isabel II grab¨® su mensaje televisado a la naci¨®n. Solo un operador de c¨¢mara, pertrechado con el adecuado equipo de protecci¨®n sanitaria, comparti¨® espacio con la Monarca. El resto dirigi¨® la grabaci¨®n a trav¨¦s de micr¨®fonos y altavoces, en una sala contigua.
525 palabras son un poco m¨¢s que una columna de peri¨®dico. A buen ritmo, tres minutos de lectura en voz alta. Con casi 94 a?os y un car¨¢cter entrenado para mostrar neutralidad y temple en todo momento, cuatro minutos es un tiempo m¨¢s que razonable. M¨¢s que suficiente para dar un cari?oso tir¨®n de orejas y para demostrar que solo la tradici¨®n est¨¢ a la altura del tiempo presente. ¡°Esta vez nos toca unirnos al resto de las naciones del mundo en un prop¨®sito com¨²n, y hacer uso de los grandes avances de la ciencia y de nuestro compasivo instinto para sanar. Triunfaremos, y ese triunfo pertenecer¨¢ a cada uno de nosotros¡±, dec¨ªa Isabel II.
Aferrada a su tableta, la reina ha tenido tiempo estos d¨ªas de confinamiento para realizar un curso acelerado en nuevas tecnolog¨ªas que le permita estar al tanto de la situaci¨®n, participar en videoconferencias con su familia y mantener el necesario contacto con el Gobierno. Hasta que Boris Johnson cay¨® enfermo de la Covid-19, la monarca y el primer ministro no dejaron de hablar habitualmente.
Los brit¨¢nicos se aferran en circunstancias dif¨ªciles a un pasado glorioso que han sabido construir en su propia ventaja. La resistencia frente al blitz (el incesante bombardeo alem¨¢n durante la Segunda Guerra Mundial) o el ¡°sangre, sudor, esfuerzo y l¨¢grimas¡± de Winston Churchill. E Isabel II supo darles en su discurso esa dosis de exaltaci¨®n nacional. El We will meet again (nos reuniremos de nuevo) que muchos medios llevaron a sus primeras p¨¢ginas era un claro gui?o a la canci¨®n de Vera Lynn, la ¡°novia de las fuerzas armadas¡±, que permaneci¨® para siempre en el coraz¨®n y en el imaginario de los ciudadanos del Reino Unido. Pero bajo esa capa de nostalgia necesaria y de t¨®picos reconfortantes, el mensaje de la monarca era una llamada de atenci¨®n al aqu¨ª y al ahora. ¡°El orgullo de lo que somos no es parte de nuestro pasado. Define nuestro presente y nuestro futuro. Hemos tenido otros retos ante nosotros, pero este es diferente¡±, aseguraba. Durante cuatro minutos, 24 millones de brit¨¢nicos escucharon con atenci¨®n a la mujer que durante m¨¢s a?os ha permanecido sobre el trono del Reino Unido. Con un vestido color verde esperanza y sus eternos broche y collar de perlas, con una dicci¨®n impecable y un tono monocorde relajante, Isabel II apel¨® a la espiritualidad de los que rezan pero tambi¨¦n de los millenials que meditan. Y el s¨ªmbolo por excelencia de la estabilidad en el tiempo del Reino Unido supo apropiarse de los nuevos s¨ªmbolos de la ¨¦poca: ¡°Los momentos en los que hemos salido juntos a la calle a aplaudir a todos nuestros trabajadores esenciales ser¨¢n recordado como una expresi¨®n de nuestro esp¨ªritu nacional, y su s¨ªmbolo ser¨¢n los arco¨ªris dibujados por los ni?os¡±, dijo.