Baile de m¨¢scaras
Ser famoso es menos importante, la mascarilla te devuelve al anonimato. Me gustar¨ªa estrenar alguna de Agatha Ruiz de la Prada o Carmen Lomana
Hemos decidido sumarnos al ritual de salir a caminar a ritmo r¨¢pido, en plan marianos rajoys, entre las 9 y 10 de la tarde. Es nuestra manera de recuperar la rutina. Por la ma?ana hay menos circulaci¨®n y la gente es m¨¢s sosegada. Pero por la noche, da m¨¢s impresi¨®n. Parece un baile de m¨¢scaras, sin m¨²sica de fondo pero con un ritmo invisible te?ido de ansiedad. Casi comparto opini¨®n con Mila Xim¨¦nez: tengo miedo de volver a la rutina.
Es probable que las palabras de la colaboradora de S¨¢lvame destilen un poco...
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Hemos decidido sumarnos al ritual de salir a caminar a ritmo r¨¢pido, en plan marianos rajoys, entre las 9 y 10 de la tarde. Es nuestra manera de recuperar la rutina. Por la ma?ana hay menos circulaci¨®n y la gente es m¨¢s sosegada. Pero por la noche, da m¨¢s impresi¨®n. Parece un baile de m¨¢scaras, sin m¨²sica de fondo pero con un ritmo invisible te?ido de ansiedad. Casi comparto opini¨®n con Mila Xim¨¦nez: tengo miedo de volver a la rutina.
Es probable que las palabras de la colaboradora de S¨¢lvame destilen un poco de s¨ªndrome de Estocolmo, s¨ªntomas de agorafobia o directamente salvamefobia, pero durante el confinamiento descubrimos el privilegio de estar con nosotros mismos y sentimos que ese interiorismo nos har¨ªa mejores, menos ego¨ªstas, menos consumistas. Pero parece que regresaremos m¨¢s o menos igual. Y es a eso a lo que le tenemos miedo. Todo el ejercicio de orden interior se desordenar¨¢ ante el primer tropiezo con cualquier vecino. En Madrid no ayuda nada encontrarte con la Puerta de Alcal¨¢ adornada por un lazo negro, iluminado por una luz violeta, una forma de honrar a los ca¨ªdos en la pandemia que parece m¨¢s bien el anuncio de una serie dist¨®pica ya vista. Observando el baile de m¨¢scaras te das cuenta de que la cara deja de existir. Es como una pesadilla comunista, no existe el individuo sino la masa. Y ser famoso es menos importante, la mascarilla te devuelve al anonimato. Me gustar¨ªa estrenar alguna mascarilla dise?ada por ?gatha Ruiz de la Prada o que recomiende Carmen Lomana porque no quiero perder el sentido del humor, ni las ganas de llamar la atenci¨®n.
Y en donde no lo esperaba, con la salida de Saray, la cuarta expulsada de MasterChef, fue donde encontr¨¦ una luz de esperanza. Saray, que tiene un car¨¢cter casi tan fuerte e impenetrable como un virus, llevaba desde el inicio actuando socarronamente contra los jueces, una de esas cosas que no puedes hacer en MasterChef. A Samantha la comparaba con Mal¨¦fica. Y el d¨ªa de su expulsi¨®n, pese a que Pepe Rodr¨ªguez acudi¨® en plan pacificador, como de poli bueno, para hacerle desistir de su idea de presentar una perdiz sin desplumar como elaboraci¨®n, Saray sigui¨® adelante con su estrategia y plant¨® delante de los jueces el cad¨¢ver animal sobre un desajustado lecho de hierbas sin denominaci¨®n.
No se hab¨ªa visto nada igual en los a?os del programa. Una rebeli¨®n. Jordi Cruz la expuls¨® de forma cruda y ella se march¨® del programa dando palmas y saltos como argumentos antisistema. La ya magn¨ªfica audiencia hirvi¨® en una hoguera de argumentos y opiniones. Saray aporta como ingredientes que es gitana, transexual y con ese car¨¢cter ind¨®mito que no tiene g¨¦nero ni origen. Yo, con el recetario de haber participado en el programa, aplaud¨ª en silencio. Me pareci¨® algo rabioso, sincero y televisivo. Porque alguien se quitaba la m¨¢scara. Y lo hac¨ªa con una crudeza vegana. Quiz¨¢s esa sea la manera de volver a la rutina, atrevi¨¦ndote a ser un poquito m¨¢s Saray.
¡°?Qu¨¦ me voy a poner yo a desplumar ese p¨¢jaro!¡±, matiz¨® Saray en una entrevista como postre para TVE. No me extra?ar¨ªa que en la nueva normalidad, que coincidir¨¢ con la repesca, Saray regrese al concurso. Y con todo su car¨¢cter, para decirle a Mila, que no, mi amor, la vida seguir¨¢ siendo jugosa a pesar de los miedos. Y que con el regreso a la rutina, volver¨¢n los chismes a las revistas, recuperando las p¨¢ginas que ahora ocupan los pasatiempos, sopa de letras y sudokus.