Los 50 a?os de Naomi Campbell, modelo y mujer de armas tomar
La ¡®diosa de ¨¦bano¡¯ mantiene su eterna imagen de rebeld¨ªa y autenticidad mientras sigue acumulando proyectos y luchando por innumerables causas
Diez a?os, quiz¨¢ once. Ese era el tiempo que pronosticaban que durar¨ªa en el mundo de la moda aquella chiquilla alta, espigada, de perfecto rostro y oscura piel cuando fue descubierta, con apenas 15 a?os, pasando una tarde de compras en Covent Garden, cerca de Londres. Se llama Naomi Campbell y se ha convertido, 35 a?os despu¨¦s y cuando alcanza los 50, en una de las modelos m¨¢s ricas, famosas y exitosas del planeta, y tambi¨¦n en uno de...
Diez a?os, quiz¨¢ once. Ese era el tiempo que pronosticaban que durar¨ªa en el mundo de la moda aquella chiquilla alta, espigada, de perfecto rostro y oscura piel cuando fue descubierta, con apenas 15 a?os, pasando una tarde de compras en Covent Garden, cerca de Londres. Se llama Naomi Campbell y se ha convertido, 35 a?os despu¨¦s y cuando alcanza los 50, en una de las modelos m¨¢s ricas, famosas y exitosas del planeta, y tambi¨¦n en uno de los rostros m¨¢s pol¨¦micos, llamativos y perseguidos del mundo de los famosos.
Su madre (y ejemplo a seguir, Valerie Morris) quiso que, antes de entrar en ese mundo, acabara el colegio y los ex¨¢menes. Ella no puedo esperar y corri¨® a los brazos de la agente Beth Boldt, aunque hizo caso a Morris y continu¨® su formaci¨®n. Antes de cumplir los 16, ya hab¨ªa sido portada de Elle en Reino Unido. Sin llegar a los 20, la revista Interview la nombrar¨ªa ¡°la megamodelo que reina entre todas ellas¡±. Ya jam¨¢s ha abandonado el trono.
Si en su d¨ªa Campbell se convirti¨® en una rompedora por su porte, su estilo y, c¨®mo no, por su piel, a sus 50 a?os muchas cosas han cambiado, pero no tantas como parece. Su lucha no ha acabado. Quien fue la primera modelo de su color en protagonizar la portada de Vogue en Francia se deshac¨ªa en l¨¢grimas hace unos meses al ser reconocida la primera mujer negra icono de moda, algo que ni ella misma sab¨ªa, como explicaba en la entrega de los British Fashion Awards. ¡°Mis iconos de estilo son Grace Jones, Josephine Baker, Eartha Kitt, Donyale Luna, Bethann Hardison, Naomi Sims, Dorothy Dandridge, Diana Ross, Diahann Carroll, Janet Jackson y Tina Turner¡±, cont¨® en diciembre, citando a mujeres artistas, activistas, modelos, actrices, cantantes y empresarias negras de distintas ¨¦pocas.
Sus quejas no son de boquilla. Hace apenas a?o y medio protagonizaba, por primera vez en sus tres d¨¦cadas de carrera, su primera campa?a para una firma de belleza, en concreto para Nars, ante lo que se mostraba emocionada. Meses despu¨¦s contaba sin tapujos que un pa¨ªs asi¨¢tico hab¨ªa vetado la campa?a (sin citarla) por su color de piel.
La antirracista no es la ¨²nica lucha a la que se ha apuntado Campbell, dispuesta a poner su imagen y su nombre a toda causa: ha batallado activamente contra el sida, el c¨¢ncer ginecol¨®gico, el ¨¦bola, el hambre, el cambio clim¨¢tico... Todo ello sin abandonar las pasarelas y con su aparici¨®n siempre entre las m¨¢s esperadas, abriendo y cerrando los desfiles y portando los modelos m¨¢s ic¨®nicos.
Pero el glamur y la solidaridad no han ido solos. La londinense ha luchado sus propias y arduas guerras. Las drogas o una irrefrenable ira la acompa?an desde hace a?os. En 1997 tuvo que ser hospitalizada en un centro de Las Palmas de Gran Canaria por una sobredosis al mezclar alcohol y tranquilizantes. Entonces estaba con el bailar¨ªn cordob¨¦s Joaqu¨ªn Cortes, una de sus muchas parejas, entre quienes tambi¨¦n han estado actores como Robert De Niro, Sylvester Stallone y Leonardo DiCaprio (aunque el romance nunca se confirm¨®), cantantes como Robbie Williams y Eric Clapton, el boxeador Mike Tyson, el empresario egipcio Louis Camilleri, el magnate ruso Vladislav Doronin e incluso se habl¨® del pr¨ªncipe Alberto de M¨®naco.
La ira es su pecado m¨¢s conocido. Entre 1998 y 2006, tres asistentes la acusaron de golpearlas con su tel¨¦fono. En marzo de 2006 la cuesti¨®n se complic¨® cuando golpe¨® en la cabeza a la mujer que limpiaba su casa, Ana Scolavino, con un tel¨¦fono m¨®vil, caus¨¢ndole una herida que requiri¨® cuatro puntos. Adem¨¢s de pagarle 270 euros en gastos m¨¦dicos, Campbell tuvo que limpiar durante cinco d¨ªas un edificio p¨²blico de Manhattan. Ella cumpli¨®, y lo hizo por la puerta grande: de punta en blanco, con botas de charol, blusas de sat¨¦n, grandes gafas de sol e incluso con un vestido largo de lentejuelas plateado que pas¨® a la historia. En abril de 2008 repet¨ªa agresi¨®n contra dos polic¨ªas en el aeropuerto londinense de Heathrow, y de nuevo tuvo que sacar la bayeta. En 2009 peg¨® a un fot¨®grafo en Sicilia. En 2010, la pelea fue contra su ch¨®fer, aunque ¨¦l tuvo que reconocer que exageraba. El da?o ya estaba hecho pero ella, lista como siempre, supo darle la vuelta y unos a?os despu¨¦s se dejaba ver con una sudadera en la que se le¨ªa por delante ¡°Naomi Hit Me" (¡°Naom¨ª me peg¨®¡±) y por detr¨¢s ¡°¡and I Loved It¡± (¡°y me encant¨®¡±).