Inés Domecq rentabiliza su imagen de mujer elegante y lanza su propia línea de ropa
La aristócrata, casada con un nieto de la duquesa de Alba, descartó trabajar en la firma familiar de destilados para adentrarse en el mundo de la moda
El anuncio del estado de alarma sorprendió a Inés Domecq (Jerez de la Frontera, Cádiz, 38 a?os) en los talleres de moda textil donde revisaba y tomaba las últimas decisiones para el que parecía ser el lanzamiento inminente de I_Q (un alfa y omega con la inicial de su nombre y la última letra de su apellido), primera colección de moda independiente de la jerezana, tras la experiencia anterior en la creación para ...
El anuncio del estado de alarma sorprendió a Inés Domecq (Jerez de la Frontera, Cádiz, 38 a?os) en los talleres de moda textil donde revisaba y tomaba las últimas decisiones para el que parecía ser el lanzamiento inminente de I_Q (un alfa y omega con la inicial de su nombre y la última letra de su apellido), primera colección de moda independiente de la jerezana, tras la experiencia anterior en la creación para firmas externas como Coosy, de la que es propietaria su actual socia y amiga Virginia Pozo.
Con planes iniciales de venta presencial en espacios de la capital espa?ola como el concept store Pietra, y después de unos meses de replanteamiento del proyecto empresarial en el que se ha embarcado junto a Pozo, la empresaria y modelo jerezana decidió hace una semana no demorar más el que ha sido un sue?o perseguido y trabajado durante más de un a?o, y ha lanzado I_Q a través de la venta online. “La situación en la que nos encontramos y en la que se encuentra todo el país nos ha servido para reflexionar, valorar y aprender. Hemos tenido que cambiar nuestra forma de trabajar y de todo hemos intentado sacar la lectura más positiva posible: no teníamos más opciones que adaptarnos a este entorno cambiante y de incertidumbre, y nos hemos lanzado de lleno”, explica Domecq a EL PA?S por teléfono desde la residencia familiar en la que se encuentra pasando el confinamiento.
Contra todo pronóstico —las previsiones económicas y el desánimo social fueron dos valores a tener en cuenta a la hora de lanzarse al mercado de la moda en un momento tan complicado—, Inés Domecq y su socia Virgina Pozo han agotado en una semana la mayoría de las piezas que aparecen en la página web de su colección: vestidos largos y de corte romántico, trajes de chaqueta y monos, preferentemente. “Ha sido toda una sorpresa”, admite la dise?adora, que trabaja desde precios medios y asequibles. “Pensamos en una colección peque?a y exclusiva, con la idea de que ‘cuando se acabe, se acabó’; y ciertamente, ha sido un milagro. Se han duplicado las ventas en 24 horas”, explica.
Con looks que recuerdan directamente al estilo personal que ha convertido a Inés Domecq en uno de los iconos de la moda más admirados del país, I_Q es un reflejo de la personalidad de su creadora: “En la moda, como en todo, siempre hay que ser honesto y yo debo ser yo. Mis creaciones están basadas en mis gustos, en mi concepción artística y en mis valores personales y profesionales. Aquí está todo incluido: desde mis nervios, la ansiedad, los miedos y mis sue?os, mezclados con la pasión por el arte”, admite.
Y todo ello con un marcado sello y acento andaluz: “Las raíces y el entorno donde crece uno es siempre una fuente de inspiración, al final Andalucía es mi realidad, donde afloran todas las emociones y sentimientos que me construyen. La base de mi familia”, explica la joven que, aunque reside junto a su familia en Madrid, viaja “constantemente” a su Jerez natal, donde sigue conservando a la mayor parte de su familia y su grupo de amigos de la infancia.
Licenciada en Marketing en el CIS, Inés Domecq comenzó su actividad profesional en la editorial Condé Nast (en la que se crean revistas como Vogue, Glamour, GQ o Vanity Fair), donde decidió crear The Editors Fashion Company junto a Laura Vecino, esposa del duque de Feria, Rafael Medina. Una vez superada esa etapa, su actividad empresarial y laboral ha estado siempre vinculada a la industria de la moda y, desde hace unos a?os, es colaboradora habitual en la revista ?HOLA! como creadora de editoriales de moda. De hecho, no es difícil ver en este tipo de publicaciones cómo algunas de las jóvenes más relevantes de la sociedad espa?ola, desde Sofía Palazuelo (casada con Fernando Fitz-James Stuart, nieto de la duquesa de Alba), a las hermanas Osborne, lucen las creaciones de Inés Domecq en sus apariciones públicas más escogidas.
Domecq pertenece a una de las familias con más solera de Andalucía. Sus padres son el empresario Huberto Domecq Ybarra y María Jesús Fernández Govantes, que aún residen en Jerez, donde nacieron las tres hijas del matrimonio y vivieron su infancia y adolescencia. De hecho, aún reside en la localidad gaditana la primogénita, Curra, la única que ha decidido trabajar en la empresa familiar que fabrica barricas para la crianza de vinos y destilados.
En 2008 Inés contrajo matrimonio con Javier Martínez de Irujo Hohenlohe-Langenburg, hijo de Alfonso, el duque de Aliaga, y nieto de la desaparecida duquesa de Alba, lo que la entronca directamente en su relación de parentesco con Sofía Palazuelo (sus maridos son primos hermanos). La pareja tiene dos hijos, Sol y Alfonso.
A pesar de su perfil discreto, Domecq es a día de hoy uno de los rostros de mayor prestigio en las revistas de moda y sociedad del país. Aunque su estilo personal ha traspasado fronteras y, en 2018, fue seleccionada junto con su hermana Mercedes para engrosar la lista de las mujeres mejor vestidas que publica todos los a?os la edición norteamericana de la revista Vanity Fair. Mercedes es además la responsable de comunicación de Inditex.
Entre los planes a corto y medio plazo, Inés Domecq y su socia van a seguir “trabajando en la línea online” mientras, simultáneamente, se encuentran ya desarrollando la colección para la próxima temporada oto?o-invierno.