Una ¡®it girl¡¯ se convertir¨¢ en duquesa de Alba
Fernando, el primog¨¦nito de Carlos Fitz James Stuart se casa con Sof¨ªa Palazuelo en octubre en el palacio de Liria
La casa de Alba se volver¨¢ a vestir de fiesta el pr¨®ximo 6 de octubre cuando las puertas del Palacio de Liria se abran para recibir a los invitados de la que ya ha sido bautizada como la boda del a?o de la aristocracia europea. Pero tras los fastos, est¨¢n los contrayentes, dos j¨®venes que se conocieron de estudiantes y que tras cinco a?os de discreta relaci¨®n han decidido dar el paso de pasar por el altar. Ellos son Fernando Fitz-James Stuart, de 27 a?os ¡ªhijo mayor del actual duque de Alba y su exmujer Matilde Sol¨ªs¡ª y Sof¨ªa Palazuelo, de 26 a?os, la peque?a de otro matrimonio tambi¨¦n separado hace m¨¢s de una d¨¦cada, el formado por el controvertido promotor inmobiliario Fernando Palazuelo y Sof¨ªa Barroso, experta en arte.
La pareja, que heredar¨¢ en el futuro uno de los t¨ªtulos de m¨¢s abolengo de Espa?a, a?ade a su inter¨¦s medi¨¢tico el perfil de icono de moda de la joven futura esposa. Sof¨ªa Palazuelo ha demostrado su impecable estilo en todas las ocasiones en las que ha sido captada por las c¨¢maras, ya sea vestida para su d¨ªa a d¨ªa o para asistir a alguna de las exclusivas celebraciones en las que ha acompa?ado a su novio.
Pero limitar el perfil de Sof¨ªa Palazuelo a la vertiente relacionada con su gusto por la moda, es reducir su curr¨ªculo y personalidad a la m¨ªnima esencia. Palazuelo es licenciada en Marketing y Comunicaci¨®n en el Emerson College, tras cursar parte de la carrera en Estados Unidos y, en la actualidad, se dedica al mundo del arte en la empresa de su madre, Around Art.
Precisamente el dominio est¨¦tico que la joven demuestra con sus estilismos forma parte del ADN de su familia. Su padre, Fernando Palazuelo es sobrino del pintor y escultor Fernando Palazuelo y ¨¦l mismo pronto enfoc¨® su trayectoria profesional ¡ªcentrada en el sector inmobiliario¡ª en la rehabilitaci¨®n de edificios hist¨®ricos, que compraba, reconstru¨ªa y volv¨ªa a vender para que tuvieran una segunda vida. Su t¨ªa paterna es la dise?adora Teresa Palazuelo, especializada en vestidos de novia y que ser¨¢ quien cree el que llevar¨¢ su sobrina en su boda.
Su madre siempre se ha relacionado con el mundo del arte. En su juventud fund¨®, junto a su entonces marido, una galer¨ªa ¡ªArte Express¡ª en Madrid. Un lugar para j¨®venes artistas que no ten¨ªan acceso a las que solo ten¨ªan ojos para las firmas ya consolidadas. Despu¨¦s cuando la familia se estableci¨® en Palma de Mallorca, donde vivieron casi 20 a?os, fue conservadora y gerente del Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo de la Fundaci¨®n Juan March en Palma y organiz¨® durante seis a?os el programa de coleccionistas de ARCO. Despu¨¦s lleg¨® la separaci¨®n del matrimonio, el traslado del padre a Lima para continuar all¨ª con sus negocios y reiniciar su vida sentimental. El resto de la familia volvi¨® a Madrid y la matriarca cre¨® la empresa con la que organiza viajes culturales que incluyen el acceso a las colecciones m¨¢s importantes del mundo o visitas a casas y palacios exclusivos.
La pareja de novios se conoci¨® precisamente en esta segunda etapa madrile?a de Sof¨ªa, cuando compartieron aulas en The College for International Studies (CIS). La simp¨¢tica Sof¨ªa coincidi¨® en gustos y aficiones con Fernando Fitz-James Stuart y comenzaron una discreta relaci¨®n de cinco a?os, que durante los primeros pas¨® bastante desapercibida porque ninguno de ellos es muy aficionado a las fiestas y eventos p¨²blicos a los que acuden asiduamente otros miembros de la llamada alta sociedad.
Aunque siempre son correctos y amables con los medios que les preguntan, el gesto de ambos delata que lo que m¨¢s les gustar¨ªa es poder pasar desapercibidos. Fernando, como heredero de la casa de Alba, es ya duque de Hu¨¦scar, el mismo t¨ªtulo que llev¨® su padre hasta el fallecimiento de Cayetana de Alba. Precisamente a abuela y nieto, de caracteres muy dispares, les un¨ªa una gran complicidad y el mismo amor por Sevilla. Tanto es as¨ª que ¨¦l es el ¨²nico de los nietos de la duquesa que recibi¨® propiedades directamente de ella cuando realiz¨® un reparto de bienes entre sus hijos antes de casarse con Alfonso D¨ªez, el ¨²ltimo de sus tres maridos. ¡°Quiero que el palacio de Due?as sea para Fernando. ?l, que es tan sevillano como yo y que ser¨¢ jefe de esta casa un d¨ªa, sabr¨¢ cuidarlo como nadie¡±, estipul¨® la duquesa.
Tan reservado como sus padres, esquivo con la prensa, estudioso, formal y aficionado a los caballos y a la vela, en estos d¨ªas sonr¨ªe cuando le preguntan por su enlace y no puede evitar una gran sonrisa cuando afirma, aunque sea t¨ªmidamente, que Sof¨ªa es el amor de su vida.
El lado oscuro de dos familias de abolengo
Nada es totalmente id¨ªlico y en esta pareja atractiva, formada y adinerada, tambi¨¦n existen sombras alargadas. El padre de Sof¨ªa, Fernando Palazuelo, vive ahora en Lima (Per¨²) donde se dedica a lo mismo que hac¨ªa en Espa?a: comprar, rehabilitar y vender edificios hist¨®ricos. Pero en 2009 entr¨® en concurso de acreedores tras acumular cuantiosas deudas con sus empresas. Tres a?os antes un juzgado de Palma de Mallorca le conden¨® por mobbing inmobiliario, despu¨¦s de coaccionar a dos inquilinos del conocido edificio de la capital mallorqu¨ª Torres del Temple.
Fernando Fitz-James Stuart acudir¨¢ al altar del brazo de su madre, Matilde Sol¨ªs, que actuar¨¢ como su madrina. Sol¨ªs declar¨® el a?o pasado que hab¨ªa sufrido abusos sexuales por parte de su psiquiatra, Javier Criado, investigado tras ser denunciado en 2015, por otra de sus pacientes, por un delito contra la integridad moral. En 1999, a Matilde Sol¨ªs le extirparon el bazo tras dispararse con una escopeta en un incidente que la Casa de Alba calific¨® como un accidente dom¨¦stico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.