La exasistente de Trump despedida por sus indiscreciones cuenta su historia en la Casa Blanca
Madeleine Westerhout fue relevada de su cargo por compartir detalles ¨ªntimos de la familia presidencial y ahora publica un libro "para que la gente tenga una descripci¨®n m¨¢s precisa de nuestro presidente"
Off the record es la expresi¨®n que en periodismo hace referencia a informaci¨®n que se obtiene de fuentes confidenciales o extraoficialmente para no ser publicada. Pero tambi¨¦n es el t¨ªtulo que Madeleine Westerhout ha elegido para el libro que acaba de publicar sobre el tiempo que fue asistente ejecutiva y luego directora de operaci¨®n del Despacho Oval para el presidente Donald Trump. Nada sorprendente en la cultura americana tan prolija en publicaciones de este tipo si no fuera porque Westerhout fue despedida, del que afirma era ¡°su trabajo so?ado¡±, por indiscreta.
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Off the record es la expresi¨®n que en periodismo hace referencia a informaci¨®n que se obtiene de fuentes confidenciales o extraoficialmente para no ser publicada. Pero tambi¨¦n es el t¨ªtulo que Madeleine Westerhout ha elegido para el libro que acaba de publicar sobre el tiempo que fue asistente ejecutiva y luego directora de operaci¨®n del Despacho Oval para el presidente Donald Trump. Nada sorprendente en la cultura americana tan prolija en publicaciones de este tipo si no fuera porque Westerhout fue despedida, del que afirma era ¡°su trabajo so?ado¡±, por indiscreta.
Desde que Trump entr¨® en la Casa Blanca ella fue su asistente y despu¨¦s fue ascendida a ese cargo en el que desde su escritorio, situado en la antesala del despacho presidencial, pod¨ªa ver qui¨¦n entraba y sal¨ªa, a qui¨¦n llamaba el mandatario porque ella era la encargada de realizar esos contactos e incluso estar presente en alg¨²n momento hist¨®rico de las decisiones que desde all¨ª se toman. La joven, de 29 a?os, tambi¨¦n acompa?aba a Trump, y a su familia, en sus desplazamientos a Camp David o Mar a Lago, las residencias que frecuentan en Maryland y Florida respectivamente.
Una carrera ascendente que auguraba un futuro sin tropiezos hasta que Westerhout se fue de la lengua en una cena y fue fulminantemente despedida a finales de agosto de 2019. En el libro, que ella afirma se lee como si fuera su diario, cuenta el tiempo que pas¨® en la Casa Blanca, los detalles de la noche que le cost¨® su trabajo y la confusa situaci¨®n personal que vivi¨® despu¨¦s de ser despedida. Ya casi es tradici¨®n que durante los m¨¢s de tres a?os que Trump lleva como presidente de Estados Unidos, los no pocos colaboradores de su Administraci¨®n que han sido relevados de su cargo, hayan hecho declaraciones posteriores que retratan a un l¨ªder m¨¢s impulsivo que venerable. Pero la indiscreta Madeleine Westerhout no va por ah¨ª. En declaraciones a la revista People ha explicado que su libro trata de que ¡°la gente tenga una descripci¨®n m¨¢s precisa de nuestro presidente¡±. Y ha a?adido: ¡°Creo que ama a este pa¨ªs y est¨¢ haciendo todo lo que est¨¢ en su poder para mantener seguros a los ciudadanos estadounidenses, y solo quer¨ªa compartir con la gente el presidente Trump que llegu¨¦ a conocer¡±.
Si se trata de enmendar errores pasados o de hacer justicia a su jefe quedar¨¢ como una inc¨®gnita para siempre, pero lo cierto es que Westerhout se mostr¨® de lengua ligera para el puesto que ocupaba durante una cena con periodistas en la que comparti¨® detalles ¨ªntimos sobre la familia Trump. Acababa de regresar de un viaje con Donald Trump a su club de golf de Nueva Jersey y fue invitada a cenar por otro asistente del presidente con cuatro periodistas en un encuentro no oficial. Ahora en el libro cuenta que este tipo de veladas son comunes entre los empleados de la Casa Blanca y afirma que ¡°qued¨® claro desde el principio que todo lo que all¨ª se dec¨ªa era confidencial¡±.
La bebida debi¨® hacer su parte de trabajo y Westerhout empez¨® a hablar de m¨¢s. Durante la cena, dijo en particular que se sent¨ªa m¨¢s cercana a Donald Trump que sus propias hijas, Ivanka, de 38 a?os, y Tiffany, de 26. Sobre esta ¨²ltima, fruto del matrimonio de Trump con la actriz Marla Maples, de quien se divorci¨® en 1999, la asistente de su padre dijo: ¡°Tiffany es una mujer joven que intenta encontrar su camino¡±. Y continu¨® explicando que estaba acomplejada por su peso y no le gustaba ser fotografiada en compa?¨ªa de su hermana Ivanka. Para terminar afirmando que Donald Trump nunca prest¨® atenci¨®n a su hija menor y que no le gustaba ser retratado junto a ella debido a su ¡°sobrepeso¡±.
Ahora relata en el libro que en aquel encuentro se sinti¨® c¨®moda y pens¨® que ¡°ten¨ªa el control total¡±. Y contin¨²a: ¡°Yo era el centro de atenci¨®n y una parte de m¨ª lo disfrutaba. Viene de la necesidad de aprobaci¨®n y del deseo de complacer a los dem¨¢s que se remonta a desde que tengo memoria¡±. La confiada empleada no cont¨® con que sus revelaciones llegar¨ªan hasta el personal de la Casa Blanca a trav¨¦s de un periodista y que ser¨ªan la causa de su despido. Ella no habl¨® en p¨²blico salvo para publicar un tuit en su cuenta personal en la que agradec¨ªa su tiempo en la Administraci¨®n. Pero Trump s¨ª habl¨® en uno de sus caracter¨ªsticos tuits en el que cont¨® que Madeleine Westerhout le hab¨ªa llamado para disculparse y dijo: ¡°Tuvo una mala noche. ?La entend¨ª completamente y la perdon¨¦! Amo a Tiffany, ?lo est¨¢ haciendo genial!¡±
Una forma de disculparse a su vez con su propia hija con quien las relaciones no son tan estrechas como con otros de sus descendientes. Cuando Donald Trump y Marla Maples se divorciaron, madre e hija se marcharon a vivir a California y all¨ª ha pasado la joven la mayor parte de su vida, muy unida a la actriz, pero alejada de su familia paterna, afincada en Nueva York. De hecho Tiffany coment¨® a la revista Du Jour sobre su padre: ¡°No s¨¦ c¨®mo es la t¨ªpica figura paterna. No es el padre que me llevar¨ªa a la playa e ir¨ªamos a nadar, pero es una persona muy motivadora¡±.
En el libro la antigua empleada de Trump afirma que se volvi¨® blanda en su trabajo, ya que parte de ¨¦l consist¨ªa en ¡°decir no a la gente para salvaguardar el valioso tiempo del presidente¡±. Y desvela lo que sobre su puesto le dijo alguien una vez: ¡°Eres un polic¨ªa de tr¨¢fico, en la intersecci¨®n m¨¢s importante del mundo¡±. Tambi¨¦n lamenta la noche que motiv¨® su salida de la Casa Blanca: ¡°Por mucho que desear¨ªa que esa cena no hubiera sucedido y las cosas no hubieran terminado como lo hicieron, estoy muy contenta de todo lo que he aprendido con ello¡±, le ha dicho a la revista People.
Westerhout tambi¨¦n opina sobre la criticada afici¨®n tuitera de Trump, al que alguna vez reconoce haber ayudado a escribir sus tuits: ¡°Aunque puede haber alguno que no me guste personalmente, creo que preferir¨ªa tener a alguien que nos de cuenta honestamente de lo que est¨¢ pensando y haciendo que a alguien que mantenga y d¨¦ otro discurso de cara a la galer¨ªa¡±. Retrata al presidente como no muy aficionado a los peri¨®dicos, que prefiere negociar a trav¨¦s del tel¨¦fono, que disfruta con cada uno de los tuits que se le ocurren y que ¡°conecta con la gente a un nivel muy personal¡±, seg¨²n lo que dice que vi¨® diariamente. Desmiente a quienes dicen que no lee porque en su opini¨®n lo hace ¡°constantemente¡± y afirma que ¡°tiene m¨¢s energ¨ªa¡± que el resto de los miembros del ala Oeste de la Casa Blanca. Aunque reconoce que vot¨® por otro en 2016 y que tard¨® en comprender el atractivo de Trump, afirma que ¡°es un gran l¨ªder, padre, esposo que solo trata de mirar hacia adelante¡±.
Madeleine Westerhout ha vuelto a su casa en California, no tiene un nuevo trabajo y niega que su libro est¨¢ dirigido a entonar un mea culpa en toda regla. Pero el presidente ha hecho todo lo posible por elogiarlo, y ella conf¨ªa en que el futuro le ¡°traiga mucha paz¡±.