La enigm¨¢tica vida privada de Bob Dylan
El cantante ha blindado su intimidad y solo se sabe que ha tenido al menos seis hijos. Con la venta de sus derechos discogr¨¢ficos ha ordenado su legado
La noticia llegaba por sorpresa, como casi todo lo que tiene que ver con Bob Dylan. El 7 de diciembre se anunciaba que el cantautor y Premio Nobel de Literatura hab¨ªa vendido los derechos de su cat¨¢logo de canciones a Universal. En el comunicado que hace p¨²blico el acuerdo, enviado por la compa?¨ªa discogr¨¢fica, no se incluyen ni las condiciones ni el precio, pero teniendo en cuenta que los de Taylor Swift se vendieron este verano ...
La noticia llegaba por sorpresa, como casi todo lo que tiene que ver con Bob Dylan. El 7 de diciembre se anunciaba que el cantautor y Premio Nobel de Literatura hab¨ªa vendido los derechos de su cat¨¢logo de canciones a Universal. En el comunicado que hace p¨²blico el acuerdo, enviado por la compa?¨ªa discogr¨¢fica, no se incluyen ni las condiciones ni el precio, pero teniendo en cuenta que los de Taylor Swift se vendieron este verano por 300 millones de d¨®lares, la mayor duda es si el precio habr¨¢ superado la mayor operaci¨®n de este tipo de la historia, la compra del cat¨¢logo completo de The Beatles por Sony en 2016, cifrada en 750 millones. No es probable, pero tampoco imposible.
Sobre por qu¨¦ precisamente ahora, solo cabe especular. En 2021 Bob Dylan cumplir¨¢ 80 a?os, lo que parece un buen momento para empezar a pensar en su legado. Tambi¨¦n en su herencia, Dylan tiene al menos seis hijos, cuatro de ellos fruto de su matrimonio con Sara Lownds, con la que estuvo casado entre 1965 y 1977. Sara ya ten¨ªa una hija de un matrimonio anterior, que el cantautor adopt¨®. La sexta, Desiree Gabrielle Dennis-Dylan, naci¨® en 1986 y es fruto de su segundo y ¨²ltimo matrimonio conocido, con la cantante Carolynn Dennis, con quien estuvo unido entre 1986 y 1992.
De ese segundo matrimonio solo ha hablado Dennis. El cantautor se ha limitado a mantenerse en silencio. Todo alrededor de la vida privada de Bob Dylan es un secreto. No es nada nuevo, este es el hombre que cuando lleg¨® a Nueva York con 20 a?os contaba que era un hu¨¦rfano que se escap¨® del hospicio con un circo. Algo bastante m¨¢s emocionante que confesar que su nombre real era Robert Allen Zimmerman, hijo de Abram y Beatrice, nacido en Duluth, Minnesota.
Al principio, Dylan era bastante m¨¢s abierto, pero a mediados de los sesenta cambi¨®, posiblemente a causa de la incre¨ªble presi¨®n medi¨¢tica que sufr¨ªa. Entonces lleg¨® el accidente de moto en 1966 que casi le cost¨® la vida y del que no cont¨® nada. Le debi¨® coger el gusto, porque a partir de entonces se empez¨® a tejer un pacto de silencio a su alrededor. Un acuerdo t¨¢cito por el cual su vida privada es eso, privada. Un pacto que le incumbe a ¨¦l, pero tambi¨¦n a su familia.
El muro ha llegado hasta hoy con pocas brechas. Solo dos de sus descendientes se dedican a la m¨²sica, su hijo Jakob, que fund¨® The Wallflowers hace dos d¨¦cadas y despu¨¦s emprendi¨® una carrera en solitario, y su nieto Pablo, que tiene 24 a?os, y ha pasado de rapero a cantautor indie. El padre de Pablo, Jesse, el primog¨¦nito de Dylan, es un exitoso hombre de negocios y director de cine. Empez¨® filmando v¨ªdeos musicales para Tom Petty o Lenny Kravitz, fue el realizador de Buen rollito (2001) o American Pie 3 (2003) y en 2019 firm¨® un documental sobre el magnate George Soros. Son sus tres descendientes con un perfil m¨¢s p¨²blico, pero incluso ellos evitan cualquier referencia al patriarca hasta extremos que resultan c¨®micos. Cuando Jakob rod¨® un documental sobre la escena musical de Laurel Canyon, por ¨¦l pasaron casi todos los implicados, directa o indirectamente, pero no su padre.
Dylan lleva desde 1988 embarcado en lo que se conoce como Never Ending Tour, la gira inacabable. Cada a?o da un m¨ªnimo de 100 conciertos en cualquier rinc¨®n del mundo. En alguna de las escasas entrevistas que concede confesaba que compone en habitaciones de hotel. ¡°Eso es lo m¨¢s cerca que estoy de un estudio de grabaci¨®n privado¡±, explicaba.
En 2009 fue detenido por una agente de polic¨ªa en Long Breach, Nueva Jersey, despu¨¦s de que un vecino de la zona denunciara que hab¨ªa un tipo raro mirando a trav¨¦s de la ventana de una casa abandonada de noche bajo la lluvia. La agente declar¨® que parec¨ªa un vagabundo sin hogar y que cuando le dijo que era Bob Dylan ni le crey¨® ni le reconoci¨®, ni ten¨ªa sentido que estuviera vagando a 45 minutos de distancia del hotel en el que se hospedaba.
Con la gira suspendida por causa de la pandemia, Dylan se ha refugiado en 2020 en su mansi¨®n de Malib¨², California. Su hogar cuando no est¨¢ en la carretera y donde aparentemente vive solo, rodeado por un equipo de seguridad. En junio publicaba el que hasta ahora es su ¨²ltimo disco, Rough and rowdy ways, meses antes hab¨ªa editado por sorpresa Murder most foul, una canci¨®n de 17 minutos que describe el asesinato de JFK y que se convirti¨® en su primer n¨²mero uno en la lista de ventas estadounidense. Antes de la publicaci¨®n del disco conced¨ªa una entrevista a un viejo conocido, el profesor universitario Douglas Brinkley, que b¨¢sicamente giraba en torno al ¨¢lbum. Al final, Brinkley se aproximaba t¨ªmidamente al Dylan persona. ¡°?C¨®mo est¨¢s de salud? Pareces estar en forma ?C¨®mo consigues que el cuerpo y la mente funcionen?¡±, le soltaba. ¡°Esa es la gran pregunta, ?no?¡±, contestaba el cantautor. ¡°?C¨®mo lo hace cualquiera? La mente y el cuerpo van de la mano. Tiene que haber alg¨²n tipo de acuerdo. Me gusta pensar en la mente como esp¨ªritu y en el cuerpo como sustancia. No tengo ni idea de c¨®mo integrarlas. Solo trato de seguir en l¨ªnea recta y de permanecer en ella, de mantenerme a ese nivel¡±.