Elena de Borb¨®n, la hija m¨¢s cercana al rey em¨¦rito
La Infanta se ha convertido en el mayor apoyo de su padre en tiempos convulsos y en el enlace con el resto de la familia
La infanta Elena se ha convertido en estos tiempos convulsos que vive don Juan Carlos en su mayor apoyo. Siempre ha habido una gran complicidad entre padre e hija. Ella es la m¨¢s Borb¨®n de los tres descendientes de los reyes em¨¦ritos, la que comparte con su progenitor aficiones que van desde la caza a los toros pasando por la buena mesa. Su sentido del humor es parecido y tambi¨¦n sus arranques de mal genio. Tras la restructuraci¨®n de la Casa del Rey, cuando se produjo ...
La infanta Elena se ha convertido en estos tiempos convulsos que vive don Juan Carlos en su mayor apoyo. Siempre ha habido una gran complicidad entre padre e hija. Ella es la m¨¢s Borb¨®n de los tres descendientes de los reyes em¨¦ritos, la que comparte con su progenitor aficiones que van desde la caza a los toros pasando por la buena mesa. Su sentido del humor es parecido y tambi¨¦n sus arranques de mal genio. Tras la restructuraci¨®n de la Casa del Rey, cuando se produjo el relevo en la corona hace cinco a?os, su papel oficial se ha visto desdibujado. Ya no forma parte de la familia real, solo est¨¢ considerada familia del rey. Por eso rara vez participa en alg¨²n acto oficial. Pero mientras su figura se ha difuminado a nivel institucional, su papel en lo personal ha crecido. Primero fue la gran valedora de su hermana Cristina y ahora act¨²a como enlace con su padre. Es la gran mediadora entre sus padres y sus hermanos, papel que es posible, entre otras cosas, porque es la que mantiene intactas las relaciones con todos ellos.
Los Borb¨®n y Grecia son una familia a la que se podr¨ªa calificar como desestructurada. Los reyes em¨¦ritos hace d¨¦cadas que viven separados; los hermanos, tan unidos en el pasado, mantienen complicadas relaciones. Don Felipe y la infanta Cristina han acercado posturas en los ¨²ltimos tiempos, pero las consecuencias del caso N¨®os les han marcado para siempre. Ellos, que fueron en el pasado, adem¨¢s de hermanos, grandes amigos, han perdido la complicidad por la decisi¨®n de Cristina de cerrar filas con su esposo pese a las reiteradas peticiones del Rey de realizar alg¨²n gesto de desapego. En los momentos de m¨¢s tensi¨®n fue la infanta Elena la que actu¨® como puente, papel que ya hab¨ªa desempe?ado con sus padres cuando no hab¨ªa ning¨²n tipo de comunicaci¨®n entre ellos y que ahora ha rescatado en los tiempos m¨¢s convulsos que vive su padre, instalado desde hace cuatro meses en Abu Dabi y protagonista cada d¨ªa de una noticia que le compromete.
Elena de Borb¨®n cumple el pr¨®ximo domingo 57 a?os. No ser¨¢ para ella un aniversario feliz. La situaci¨®n de su padre la mantiene entre enfadada y triste. Adem¨¢s, en los ¨²ltimos d¨ªas ha salido a la luz que ella y sus dos hijos, Felipe y Victoria, fueron presuntamente beneficiarios de las tarjetas de cr¨¦dito con fondos opacos del empresario mexicano Allen Sangin¨¦s-Krause que investiga la Fiscal¨ªa del Tribunal Supremo. Tambi¨¦n su hermana Cristina.
Don Juan Carlos siempre ha sido un abuelo muy cercano para Felipe y Victoria, con los que ha viajado y pasado muchos momentos de ocio. Les paga los estudios como lo hace tambi¨¦n con los cuatro hijos de la infanta Cristina. A do?a Elena la ayud¨® cuando se separ¨® de Jaime de Marichalar a comprarse un piso, en el barrio del Ni?o Jes¨²s de Madrid. Se trata de un inmueble grande, sin pretensiones, pero con la ventaja de estar cerca del parque del Retiro. Cuentan que all¨ª le gustar¨ªa pasar a don Juan Carlos este a?o la Navidad. Si estas fiestas son complicadas para los Borb¨®n por las tensiones entre ellos, m¨¢s lo son en esta ocasi¨®n. No es f¨¢cil que el em¨¦rito logre su prop¨®sito, pero si lo consigue dif¨ªcilmente ser¨¢ que comparta mesa con los Reyes y con do?a Sof¨ªa, posicionada junto a su hijo. Otros a?os don Juan Carlos buscaba refugio en casa de su hermana mayor, la infanta Pilar, fallecida el pasado enero. Ese inmueble, situado en Puerta de Hierro, est¨¢ ahora vac¨ªo y a la venta por cuatro millones de euros.
De estas complicadas Navidades y de su situaci¨®n hablaron padre e hija cuando esta acudi¨® a Abu Dabi a verle. Era la primera vez que trascend¨ªa una visita de este tipo, descubierta por un pasajero y captada con su tel¨¦fono m¨®vil, pero podr¨ªan haber sido m¨¢s.
Elena de Borb¨®n cumple a?os tambi¨¦n recuperando viejas costumbres y viejos amigos. Ha vuelto a montar a caballo y uno de sus grandes amores del pasado, Luis Astolfi, se ha convertido en su asesor en las pistas. Desde que se separ¨® no se le ha conocido oficialmente una nueva pareja a la Infanta. Su grupo de amigos es peque?o y discreto. Al frente de ellos est¨¢ su ¨ªntima Rita Allendesalazar, casi una hermana. Con ella y su marido, do?a Elena ha encontrado el hogar que no tiene ya en La Zarzuela y la discreci¨®n que busca en estos tiempos convulsos para la monarqu¨ªa y para la familia.