El trono so?ado de Luis Alfonso de Borb¨®n
El bisnieto de Franco intenta hacer o¨ªr su mensaje como aspirante a rey de Francia en un pa¨ªs donde la rep¨²blica est¨¢ arraigada y donde compite con la casa de Orleans
No falla en ninguna fecha se?alada ni conmemoraci¨®n, en ninguna ocasi¨®n en la que crea que su palabra tiene un peso y debe ser escuchada. No importa que en realidad sean una minor¨ªa quienes le escuchen y tomen en serio sus aspiraciones, vistas por muchos como una anacron¨ªa en la rep¨²blica que guillotin¨® a un rey.
En Luis Alfonso de Borb¨®n ¡ªo Louis de Bourbon o duque de Anjou o Luis XX, las apelaciones son variadas¡ª depositan sus esperanzas un pu?ado de legitimistas que defienden que es ¨¦l, y no ...
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No falla en ninguna fecha se?alada ni conmemoraci¨®n, en ninguna ocasi¨®n en la que crea que su palabra tiene un peso y debe ser escuchada. No importa que en realidad sean una minor¨ªa quienes le escuchen y tomen en serio sus aspiraciones, vistas por muchos como una anacron¨ªa en la rep¨²blica que guillotin¨® a un rey.
En Luis Alfonso de Borb¨®n ¡ªo Louis de Bourbon o duque de Anjou o Luis XX, las apelaciones son variadas¡ª depositan sus esperanzas un pu?ado de legitimistas que defienden que es ¨¦l, y no el representante de la rama familiar rival de los Orleans, el heredero aut¨¦ntico del trono franc¨¦s. Y el heredero de 46 a?os, a quien se dirigen como monse?or, tiene la costumbre de pronunciarse en sus intervenciones sobre lo humano y lo divino: desde la revuelta de los chalecos amarillos, con la que simpatiz¨®, a la gesti¨®n de la pandemia por parte del presidente de Francia Emmanuel Macron, que juzga con severidad; de las condolencias cuando mueren soldados franceses en el Sahel o tras los atentados terroristas a las fiestas religiosas de distinta ¨ªndole, como Todos los Santos o Santa Juana de Arco, que, como escribi¨® en un mensaje en la red social Twitter, ¡°supo liberar Francia de sus enemigos y restaurar la legitimidad del poder real...¡±
Podr¨ªa parecer que existen dos Luis Alfonso de Borb¨®n. De un lado, el espa?ol. El muchacho cuya infancia, golpeada por la tragedia al morir su hermano en un accidente de tr¨¢fico y su padre en un accidente de monta?a, se desarroll¨® bajo los focos de los medios de comunicaci¨®n y en las portadas de la prensa del coraz¨®n. El bisnieto del dictador Franco y defensor de su memoria, que no ha escondido su proximidad con dirigentes de la extrema derecha de Vox. El marido de la hija de un banquero venezolano y ¨¦l mismo dedicado a las finanzas.
En Francia, es distinto: uno de los hombres que, en el caso improbable de que un d¨ªa cayese la Rep¨²blica, algo que no entra en ninguna previsi¨®n seria, deber¨ªa estar listo para reclamar sus derechos din¨¢sticos y reinar. Poco conocido por el gran p¨²blico, en los ¨²ltimos a?os ha multiplicado las intervenciones por medio de las redes sociales con el tono solemne de quien se siente imbuido de un papel trascendental, como si fuese un jefe de Estado a la espera de su momento.
¡°Queridos compatriotas¡±, empezaba el mensaje de a?o nuevo para 2021, pronunciado en su franc¨¦s con acento y en nombre de ¨¦l mismo y ¡°la princesa Mar¨ªa Margarita y (sus) cuatro hijos¡±. El aspirante francoespa?ol lamentaba los efectos sanitarios, econ¨®micos y sociales de la pandemia, y hablaba de ¡°negligencias culpables¡± en la crisis. ¡°Sois numerosos¡±, dijo, ¡°los que volv¨¦is vuestra mirada hacia m¨ª, y a¨²n m¨¢s hacia el principio que yo encarno, para ver c¨®mo actuar ante la necesaria reconstrucci¨®n a la que la sociedad aspira¡±.
El discurso resume el tono de sus mensajes en las redes. El 21 de enero, por ejemplo, tom¨® la palabra al conmemorarse la muerte de Luis XVI, ejecutado el 21 de enero de 1793 y, en esta ocasi¨®n, opin¨® que ¡°muchos de los males actuales (de Francia) vienen de este sacrificio¡±. En los d¨ªas m¨¢s recientes, ha dedicado la cuenta en Twitter a promocionar un juego de cartas llamado Jeu Royal, ¡°imaginado durante el confinamiento para las familias¡± y destinado a mejorar el conocimiento de la historia de su familia y de Francia.
El p¨²blico de Luis Alfonso de Borb¨®n en Francia es limitado, y en todo caso el hipot¨¦tico Luis XX compite con el tambi¨¦n hipot¨¦tico Jean d¡¯Orl¨¦ans, o Juan IV. ¡°Me pregunto si todo esto tiene sentido, todav¨ªa¡±, dice por tel¨¦fono St¨¦phane Bern, el gran especialista franc¨¦s en la realeza, y conocedor de ambas familias. ¡°Hoy tengo la sensaci¨®n de que la gente no sabe que hay descendientes. Para ellos, la monarqu¨ªa termin¨® con Luis XVI. En el fondo, la guerra de capillas entre los orleanistas y los legitimistas concierne a un cen¨¢culo de mon¨¢rquicos que ha elegido su campo¡±, a?ade Bern. ¡°A m¨ª, cuando me piden de qu¨¦ lado estoy, digo que estoy a favor del primero que llegue a Reims¡±, sonr¨ªe, en alusi¨®n a la catedral de la ciudad donde hist¨®ricamente se consagraba a los reyes de Francia.
Nadie tiene un plan ni un programa para ¡°llegar a Reims¡±, para restaurar el trono. ¡°Las cosas no se plantean as¨ª¡±, responde Philippe Montillet, miembro del secretariado del duque de Anjou en Francia. Se trata m¨¢s bien, seg¨²n este consejero, de ¡°una maduraci¨®n progresiva de los esp¨ªritus¡± que alg¨²n d¨ªa puede llevar a recuperar el rey. ¡°El problema, tal como lo vemos, es que asistimos a una decrepitud tal de las instituciones que, sin la monarqu¨ªa no vemos muy bien c¨®mo salir adelante¡±, explica.
Que el pretendiente viva en Espa?a no es inconveniente, seg¨²n Montillet. ¡°Le permite tener una cierta distancia respecto a lo que pasa en Francia¡±, afirma. ¡°Es un soberano en el exilio, de hecho¡±. Hace unos a?os, en una entrevista con la cadena cat¨®lica KTO, Luis Alfonso de Borb¨®n lo dej¨® claro: ¡°Estoy a disposici¨®n de los franceses y de Francia¡±.