MacKenzie Scott, exesposa de Jeff Bezos, se casa con un profesor del instituto al que van sus hijos

La milmillonaria y fil¨¢ntropa estadounidense MacKenzie Scott ha pasado definitivamente p¨¢gina de un divorcio que hizo correr r¨ªos de tinta ¡ªse separ¨® de Jeff Bezos, fundador de Amazon y uno de los hombres m¨¢s ricos del mundo¡ª y ha contra¨ªdo matrimonio con un profesor de Ciencias del instituto de Seattle al que acuden sus hijos. Junto con Dan Jewett, su nuevo c¨®nyuge, la fil¨¢ntropa aspira a destinar la mayor parte de su fortuna, que la revista Forbes evaluaba recientemente en 53.000 millo...

La milmillonaria y fil¨¢ntropa estadounidense MacKenzie Scott ha pasado definitivamente p¨¢gina de un divorcio que hizo correr r¨ªos de tinta ¡ªse separ¨® de Jeff Bezos, fundador de Amazon y uno de los hombres m¨¢s ricos del mundo¡ª y ha contra¨ªdo matrimonio con un profesor de Ciencias del instituto de Seattle al que acuden sus hijos. Junto con Dan Jewett, su nuevo c¨®nyuge, la fil¨¢ntropa aspira a destinar la mayor parte de su fortuna, que la revista Forbes evaluaba recientemente en 53.000 millones de d¨®lares (unos 44.450 millones de euros), a proyectos y causas sociales.

Su actual esposo dej¨® constancia de esos planes en una carta publicada en la web de la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro The Giving Pledge (La promesa de dar), que re¨²ne a las mayores fortunas del pa¨ªs, de Bill Gates a Warren Buffett o Mark Zuckerberg, y que obliga a sus miembros a donar la mayor parte de sus bienes (la propia Scott se comprometi¨® en 2019 a entregar la mitad de su fortuna en vida). ¡°Me siento agradecido por el privilegio excepcional que ser¨¢ para m¨ª colaborar en donaciones que hacen tanto bien cuando se comparten¡±, escribi¨® Jewett como copart¨ªcipe de la labor humanitaria de su esposa. Esta ha cambiado ya su perfil en su p¨¢gina de Amazon: ¡°Vive en Seattle con sus cuatro hijos y su esposo, Dan¡±. Los v¨¢stagos son cuatro, tres adolescentes y la peque?a, adoptada en China.

Lo que en otras circunstancias se quedar¨ªa como un asunto privado, personal, se convierte por la fortuna de Scott ¡ªla tercera mujer m¨¢s rica del mundo, antes de cumplir los 50¡ª en una noticia con repercusi¨®n parecida a la que tuvo el proceso de divorcio de Bezos. Una publicidad notoria, en ambos casos, para una mujer que siempre ha intentado mantener su vida privada fuera del ojo p¨²blico, salvo a la hora de publicitar sus contribuciones sociales. El a?o pasado, mediante dos publicaciones en el sitio digital Medium, Scott anunci¨® que hab¨ªa destinado 6.000 millones de d¨®lares a distintos proyectos.

Las destinatarias fueron dos organizaciones humanitarias especializadas en emergencias. De la suma total, 4.000 millones se destinaron espec¨ªficamente a combatir la pandemia y paliar sus efectos, lo que representa casi tres cuartas partes de las donaciones contra la covid-19 hechas por los estadounidenses m¨¢s ricos. Scott ha visto aumentar su patrimonio por la revalorizaci¨®n de las acciones de la compa?¨ªa durante la emergencia.

Entre el resto de beneficiarios de su altruismo figuran casi todas las causas progresistas en boga en Hollywood y Silicon Valley, esa otra aristocracia estadounidense: la YMCA, veterana asociaci¨®n de ayuda y promoci¨®n de los j¨®venes; YWCA, equivalente a la anterior pero para mujeres y ni?as; bancos de alimentos, institutos y universidades negras; organizaciones LGTBIQ y grupos que luchan contra el cambio clim¨¢tico, la desigualdad social y la injusticia racial.

Scott estuvo casada 25 a?os con Bezos y por su divorcio, en 2019, obtuvo el 4% de las acciones de Amazon, pero le cedi¨® la titularidad del diario The Washington Post y los intereses en la compa?¨ªa aeroespacial Blue Origin. En un comunicado, el magnate se ha deshecho en elogios del nuevo esposo de su ex: ¡°Dan es un gran tipo, y estoy feliz por ambos¡±, asegur¨®, con ese tipo de f¨®rmulas de alborozo medido tan habituales entre los famosos de Hollywood ¡ªo Silicon Valley¡ª cuando quieren celebrar algo, y que a la postre resultan insulsas.

El propio Jewett, docente en un exclusivo centro que cuenta a Bill Gates entre sus antiguos alumnos, corrobor¨® lo afortunado que se siente en la web de The Giving Pledge: ¡°Estoy casado con una de las personas m¨¢s generosas y amables que conozco, y me sumo a ella en el compromiso de destinar su enorme riqueza para ayudar a los dem¨¢s¡±. Otra frase hecha, de las redactadas con desgana por los publicistas, o encargados de comunicaci¨®n, de los famosos.

De la iniciativa The Giving Pledge, por cierto, no forma parte Jeff Bezos, dimisionario consejero delegado de Amazon. Cuando Gates y Buffett crearon la plataforma, ten¨ªa solo 40 miembros. Hoy son m¨¢s de 200, la flor y nata de la inveterada filantrop¨ªa estadounidense.

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