Alessandro Lecquio, el hombre que lleva 30 a?os caminando sobre el alambre
Infidelidades, sonoras separaciones y declaraciones de dudoso gusto le hicieron protagonista de exclusivas. Ahora, en duelo por la muerte de su hijo, su pasado machista le vuelve a convertir en centro de las cr¨ªticas
Alessandro Lecquio (60 a?os) vuelve a estar en el ojo del hurac¨¢n. Y una vez m¨¢s dos mujeres relacionadas sentimentalmente con ¨¦l, y que parec¨ªan haber hecho las paces, se enfrentan: Antonia Dell¡¯Atte se?al¨¢ndole como el hombre que la maltrat¨® hace m¨¢s de 30 a?os y Ana Obreg¨®n defendi¨¦ndole. Dell¡¯Atte fue su esposa durante cuatro a?os, de 1987 a 1991, y ...
Alessandro Lecquio (60 a?os) vuelve a estar en el ojo del hurac¨¢n. Y una vez m¨¢s dos mujeres relacionadas sentimentalmente con ¨¦l, y que parec¨ªan haber hecho las paces, se enfrentan: Antonia Dell¡¯Atte se?al¨¢ndole como el hombre que la maltrat¨® hace m¨¢s de 30 a?os y Ana Obreg¨®n defendi¨¦ndole. Dell¡¯Atte fue su esposa durante cuatro a?os, de 1987 a 1991, y madre de su primog¨¦nito, Clemente. Obreg¨®n fue su pareja algo m¨¢s de tres a?os, hasta que se separaron en abril de 1994, y tuvo con ¨¦l a su ¨²nico hijo Aless, que falleci¨® el 13 de mayo de 2020 con 27 a?os a causa de un c¨¢ncer. Ni una ni otra son actualmente su pareja, ya que Lecquio lleva con Mar¨ªa Palacios m¨¢s de 21 a?os, 13 de ellos casados, y con ella ha tenido a su tercera hija, Ginevra Ena, que este verano cumplir¨¢ cinco a?os.
El caso es que cuando las aguas entre Dell¡¯Atte y Obreg¨®n parec¨ªan mansas, las acusaciones de la modelo italiana hacia el padre de sus respectivos hijos han vuelto a desatar la tormenta y la mecha ha sido la docuserie Roc¨ªo, contar la verdad para seguir viva. La exmodelo ha estado muy activa los ¨²ltimos d¨ªas en sus redes sociales y con declaraciones en distintos medios hablando sobre ¡°esta incre¨ªble lacra¡±. ¡°Han muerto mujeres porque no han tenido testimonios. A la gente que va a televisi¨®n y aporta pruebas se la tiene que apoyar¡±, ha dicho. Palabras a la que siguieron otras graves en referencia a Alessandro Lecquio: ¡°Yo he tenido la gran suerte de que los jueces me han cre¨ªdo¡±.
Su exmarido ha respondido brevemente que ¡°toda esta historia qued¨® explicada hace 20 a?os¡± y Ana Obreg¨®n ha vuelto a defender al padre de su hijo en su propia cuenta de Instagram: ¡°Alessandro jam¨¢s me ha maltratado. Jam¨¢s le han juzgado ni sentenciado como maltratador. He visto con mis propios ojos el informe de la polic¨ªa cient¨ªfica que concluye que la denuncia de malos tratos presentada por esta se?ora la ha falsificado. Vamos a tomarnos el maltrato en serio porque es lo m¨¢s grave que ocurre en esta sociedad. Jam¨¢s he llevado guardaespaldas para protegerme de ¨¦l porque ¨¦l es mi mayor apoyo (...) Por favor que esta se?ora respete a unos padres que est¨¢n de duelo por su hijo y que necesitan calma porque yo no le deseo a nadie que pase por lo que estamos pasando¡±.
La defensa ac¨¦rrima de las razones que avalan la postura de cada una de ellas es lo que ha provocado que la controvertida figura de Alessandro Lecquio, criticado ¨²ltimamente por su tibia ¨Ccuando no contraria¨C postura hacia el testimonio de maltrato psicol¨®gico de Roc¨ªo Carrasco, vuelva a cuestionarse cuando parec¨ªa asentado como colaborador de televisi¨®n, esposo y padre en duelo.
Lecquio, hijo del conde Clemente Lecquio y de la princesa Alessandra Torlonia, lleg¨® a Espa?a en 1990 como adjunto al director de Fiat, un cargo que entonces provoc¨® comentarios sobre los contactos de su familia con los Agnelli a pesar de tener acreditada titulaci¨®n para ejercerlo. Este origen aristocr¨¢tico tambi¨¦n ha dado lugar a cr¨ªticas, porque los pretendidos lazos din¨¢sticos que le unen a la familia real espa?ola no casan, a juicio de muchos, con los a?os en los que los pormenores de sus aventuras personales han estado en boca de todos. De su vida en Italia hasta que aterriz¨® en Espa?a para quedarse se sabe bastante poco, pero s¨ª se conoce que desde entonces dio un giro radical. Primero se convirti¨® en objeto de la prensa del coraz¨®n por su relaci¨®n con Ana Obreg¨®n y despu¨¦s pas¨® a vivir de los mismos que le persegu¨ªan a base de protagonizar exclusivas remuneradas y convirti¨¦ndose ¨¦l mismo en comentarista del g¨¦nero en distintos medios nacionales.
Adem¨¢s de la infidelidad marital previa a su uni¨®n con Ana Obreg¨®n ¨Cque convirti¨® a Antonia Dell¡¯Atte en un personaje popular a fuerza de denunciar con la intensidad que la caracteriza la traici¨®n del conde y la actriz¨C Lecquio vivi¨® momentos convulsos y protagoniz¨® declaraciones muy poco afortunadas en los a?os en los que su fama alcanz¨® m¨¢ximas audiencias. Tras sus sonadas separaciones por encadenadas infidelidades lleg¨® el momento en el que se vio implicado en un nuevo y sonado esc¨¢ndalo amoroso que le afectaba a ¨¦l mismo y a otras tres personas conocidas: la modelo Mar Flores, el empresario Fernando Fern¨¢ndez Tapias y Cayetano Mart¨ªnez de Irujo. El enredo se descubri¨® cuando Flores era novia de Cayetano Mart¨ªnez de Irujo, hijo de la duquesa de Alba, quien pocos meses antes hab¨ªa plantado cara a toda su aristocr¨¢tica familia para oficializar su relaci¨®n con ella. Unas fotograf¨ªas publicadas en la revista Intervi¨² en enero de 1999 y que mostraban a Flores junto a Lecquio en la cama ri¨¦ndose, dieron a entender que ella jugaba a dos bandas mientras era pareja de Fern¨¢ndez-Tapias y la sospecha de que Lecquio estaba tras la publicaci¨®n siempre flot¨® en el ambiente.
Alessandro Lecquio, ahora un hombre mucho m¨¢s discreto sobre lo que afecta a su vida privada, es uno de los colaboradores fijos de El programa de Ana Rosa, en Telecinco, y su postura frente a las denuncias de maltrato por parte de Antonio David Flores que ha hecho p¨²blicas Roc¨ªo Carrasco le han vuelto a poner en la picota. El colaborador rebati¨® sus declaraciones afirmando: ¡°una madre agredida por su hija debe quitar hierro en vez de criminalizarla. Nueve a?os despu¨¦s no se puede juzgar a una persona por su rebeld¨ªa de adolescente¡±. Unas palabras a las que Carrasco contest¨® diciendo: ¡°No ha entendido nada de lo que he contado pero tampoco me extra?a, porque perro no come perro. Se parece mucho a ese ser¡±, en referencia a Antonio David Flores.
Suficiente para que haya funcionado la hemeroteca y haya resurgido un v¨ªdeo de hace a?os con una intervenci¨®n de Lecquio con comentarios machistas que ahora cobran una nueva magnitud: ¡°Yo he tirado bofetones a las mujeres, me ha pasado, pero es un bofet¨®n light. No encuentro que haya nada de malo si tienes un problema dar un bofet¨®n¡±. Para matizar despu¨¦s de las protestas de los presentes en plat¨®: ¡°No hablaba de violencia si no de una discusi¨®n fuerte, donde ella te tira un bofet¨®n y t¨² se lo restituyes¡±. La pol¨¦mica est¨¢ servida aunque el conde parezca ahora m¨¢s manso.