Alessandro Lequio, de la ¡®dolce vita¡¯ al drama de perder un hijo

Alessandro Lequio cumple 60 a?os el 17 de junio. Ser¨¢ un aniversario triste porque faltar¨¢ su hijo ?lex, fallecido el pasado d¨ªa 13 de mayo en Barcelona a causa de un c¨¢ncer contra el que luchaba desde hace dos a?os. El conde, como se le conoce en ambientes de la vida social espa?ola, atraviesa un dif¨ªcil momento por la muerte de su hijo, pero quienes le tratan a diario aseguran que hace tiempo que el arist¨®crata italiano nada tiene que ver con el que lleg¨® hace casi 30 a?os a Espa?a para trabajar como empleado de Fiat acompa?ado de su entonces esposa, la modelo de Armani Antonia Dell?Atte. Atr¨¢s quedaron sus sonados romances, su fama de conquistador impenitente. Ahora solo se asoma a los medios como comentarista del coraz¨®n en El programa de Ana Rosa en Telecinco.

Suizo de cuna ¡ªnaci¨® en Laussana¡ª, italiano por or¨ªgenes familiares, Lequio ha sido uno de los grandes conquistadores del panorama social espa?ol. Lleg¨® a Espa?a junto a Antonia Dell¡¯Atte con la que contrajo matrimonio en 1987, madre de su hijo Clemente y de la que se separ¨® en 1991. La modelo, mucho m¨¢s famosa entonces que el conde, cont¨® que su matrimonio se rompi¨® por la aparici¨®n de Ana Obreg¨®n. Ambas mujeres protagonizaron un enfrentamiento p¨²blico que dur¨® dos d¨¦cadas. Ahora las dos mujeres mantienen una cordial relaci¨®n tras firmar la paz por el bien de sus hijos.

Ana Obreg¨®n y Alessandro Lequio estuvieron poco m¨¢s de cinco a?os juntos. De nuevo el conde fue infiel. Como la propia actriz ha contado en varias ocasiones, se enter¨® de la deslealtad por una portada de la revista ?Hola!, el mismo d¨ªa que ten¨ªa que salir a presentar el programa de Televisi¨®n Espa?ola ?Qu¨¦ apostamos?, uno de los m¨¢s populares de ese momento. ?lex, el hijo de la pareja, ten¨ªa entonces dos a?os. La mujer que se interpuso en la relaci¨®n de Obreg¨®n y Lequio fue una azafata llamada Silvia Tinao, cuyo romance fue breve.

A partir de esa nueva ruptura se reactiv¨® la faceta conquistadora de Lequio. Por su vida pasaron tambi¨¦n Mar Flores, con la que apareci¨® compartiendo cama en un reportaje fotogr¨¢fico de Intervi¨² que fue de los m¨¢s sonados de la revista, ya que por entonces ella era la pareja oficial del empresario Fernando Fern¨¢ndez-Tapias. Aquello fue el final de su historia. Lequio siempre ha admitido que Mar Flores fue uno de sus grandes amores. Luego lleg¨® la empresaria Sonia Moldes y se le relacion¨® con Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, con las modelos Maribel Sanz y Sof¨ªa Mazagatos, y con la periodista Susana Molina, reportera del programa de televisi¨®n Channel n? 4.

En 1999, Alessandro Lequio empez¨® una relaci¨®n con la periodista Mar¨ªa Palacios y el 15 de noviembre de 2008, la pareja contrajo matrimonio en la iglesia del antiguo monasterio de Santa Mar¨ªa de la localidad segoviana de Sacramenia, tras superar una ruptura breve y la oposici¨®n de la familia de ella que recelaba de la fama de conquistador de ¨¦l. El 17 de agosto de 2016 nac¨ªa Ginevra, la primera hija en com¨²n de la pareja. Los padrinos de la ni?a fueron Ana Rosa Quintana y ?lex Lequio Jr. Meses antes del nacimiento de la peque?a, el arist¨®crata se enfrent¨® a la entonces concejal del PSOE en Los Y¨¦benes, Olvido Hormigos, que asegur¨® haber tenido encuentros sexuales con ¨¦l. Esta vez Lequio no lo dud¨® y puso a trabajar a sus abogados.

Lequio es ahora un hombre familiar que logr¨® unir a sus tres hijos. Clemente, que vive en Miami, ?lex que estaba cerca de ¨¦l en Madrid y la peque?a Ginevra. El conde siempre ha se?alado que han sido las madres de sus ni?os quienes hicieron posible el reencuentro.

Cuando estall¨® la enfermedad de ?lex, Obreg¨®n y el conde manten¨ªan una buena relaci¨®n. Era habitual verles con su hijo celebrando los grandes momentos. La actriz cont¨® que con Mar¨ªa Palacios conformaban un nuevo estilo de familia. Obreg¨®n incluso estuvo en la boda del padre de su hijo y la periodista. Pero en este tiempo de batalla contra el c¨¢ncer hubo momentos duros en los que la actriz confes¨® haber echado en falta m¨¢s apoyo de Lequio. La uni¨®n se fortaleci¨® en la ¨²ltima fase de la enfermedad cuando el joven m¨¢s les necesitaba.

Las ¨²ltimas im¨¢genes de la pareja son reflejo de su buena sinton¨ªa. Dos padres devastados que se ayudan a soportar el dolor. Lequio ya no es el hombre de la dolce vita. Los a?os y las p¨¦rdidas le han hecho evolucionar. Sus amigos cuentan que la muerte de su hijo le ha dejado deshecho f¨ªsica y an¨ªmicamente. Tambi¨¦n en estos d¨ªas ha mostrado su faceta m¨¢s sentimental al vestirse con la ropa de su hijo tras despedirse de ¨¦l.