Mena Suvari desvela su historia de abusos sexuales y drogas: ¡°Estaba intentando sobrevivir¡±
La actriz de ¡®American Beauty¡¯ explica en su libro de memorias c¨®mo el trabajo la ayud¨® a salir adelante despu¨¦s de que un amigo de la familia la violara con 13 a?os y de sufrir una larga relaci¨®n t¨®xica
A finales de los a?os noventa y principios de los 2000, Mena Suvari se convirti¨® en una de las estrellas m¨¢s rutilantes del universo de Hollywood. Llena de proyectos prometedores, logr¨® incluso ser nominada al Bafta o al premio del sindicato de actores gracias a su papel de Angela Hayes en American Beauty. La escena en la que aparec¨ªa sumergida en una ba?era cubierta de p¨¦talos de rosa rojos se convirti¨® en historia del cine. Entonces Suvari apenas ten¨ªa 20 a?os y, gracias a pel¨ªculas como ...
A finales de los a?os noventa y principios de los 2000, Mena Suvari se convirti¨® en una de las estrellas m¨¢s rutilantes del universo de Hollywood. Llena de proyectos prometedores, logr¨® incluso ser nominada al Bafta o al premio del sindicato de actores gracias a su papel de Angela Hayes en American Beauty. La escena en la que aparec¨ªa sumergida en una ba?era cubierta de p¨¦talos de rosa rojos se convirti¨® en historia del cine. Entonces Suvari apenas ten¨ªa 20 a?os y, gracias a pel¨ªculas como esa, a la saga de American Pie o a la serie A dos metros bajo tierra, logr¨® hacerse un hueco en la industria. Una posici¨®n que no logr¨® mantener en las dos siguientes d¨¦cadas, donde sus papeles se han limitado en su mayor¨ªa a series m¨¢s discretas o a pel¨ªculas para televisi¨®n.
Sin embargo, el desarrollo de su carrera profesional no era la primera preocupaci¨®n de Suvari. Tras esa apariencia dulce y sensual, combinaci¨®n muy fomentada en el cine hace un par de d¨¦cadas, la joven de Rhode Island escond¨ªa una vida personal anclada en el terror. Desde su primera adolescencia sufri¨® abusos, que se perpetuaron durante su juventud. Diversos hombres abusaron de ella de forma constante, lo que la llev¨® a consumir drogas. Una historia que Suvari no hab¨ªa desvelado hasta ahora, con su libro de memorias, The Great Peace (La gran paz, en espa?ol), que saldr¨¢ a la venta el pr¨®ximo 27 de julio y del que la revista People ha obtenido un adelanto en exclusiva. ¡°Entre los 12 y los 20 a?os fui v¨ªctima de abusos sexuales de forma continuada¡±, afirma en el libro, como recoge la revista.
Suvari, de ahora 42 a?os, relata que viv¨ªa ¡°una doble vida¡±. ¡°Cada vez que iba a rodar, cada vez que me entrevistaban, estaba actuando, todo el rato. Era otro papel para m¨ª: en el que hac¨ªa que estaba bien¡±, afirma. Los abusos empezaron cuando estaba en sexto curso en la escuela, es decir, con 12 a?os. Se acababa de mudar con su familia a Carolina del Sur y se sent¨ªa ¡°la chica nueva¡±, alguien que estaba ¡°intentando encajar¡±, cuenta. Entonces, un amigo de uno de sus hermanos mayores empez¨® a perseguirla y despu¨¦s a presionarla para mantener relaciones sexuales. Ella recuerda negarse repetidamente, hasta que un mes antes de cumplir los 13 a?os, ¨¦l la meti¨® en un dormitorio de su casa y la viol¨®.
Los recuerdos de Suvari resultan muy dolorosos. ¡°Parte de m¨ª muri¨® ese d¨ªa¡±, rememora. ¡°?l me us¨®, se divirti¨® conmigo y despu¨¦s se deshizo de m¨ª. Me llam¨® puta. No llegu¨¦ a contemplar el sexo como algo sano. El momento de hacerlo se me escap¨®. Y eso, unido a que no me sent¨ªa escuchada ni percibida, estableci¨® el concepto que ten¨ªa de m¨ª misma. Esa era mi val¨ªa¡±, afirma. De hecho, la culpa y la verg¨¹enza la persiguieron, puesto que empez¨® a achacarse el hecho de ¡°permitir que eso pasara¡±.
Cuenta Suvari que solo el trabajo la ayudaba. Con 15 a?os y su familia rota (su madre se hab¨ªa ido de casa, su padre pasaba por ¡°un declive f¨ªsico y mental¡±) se mud¨® a Hollywood para abrirse camino. Su agente, al que consideraba una figura de apoyo y de quien evita decir el nombre, tambi¨¦n quiso mantener relaciones sexuales con ella. Y, mientras, su autoestima ca¨ªa en picado, porque ella no se consideraba v¨¢lida para nada ni nadie. Su angustia se refugi¨® en raves, grandes fiestas y clubes nocturnos, y cay¨® en las drogas, automedic¨¢ndose con ¡°cualquier cosa¡± que encontrara. ¡°Estaba intentando sobrevivir¡±, afirma.
Lejos de mejorar, la situaci¨®n se agrav¨® cuando a los 17 a?os conoci¨® al que fue su pareja durante tres a?os, y que durante todo ese tiempo abus¨® de ella tanto sexual como psicol¨®gicamente, explica, contando c¨®mo la forzaba a llevar a mujeres a su casa para introducirlas en sus relaciones y a hacer tr¨ªos. ¡°Recuerdo pensar que quiz¨¢ eso es lo que eran las relaciones: los gritos, los insultos, el abuso¡±, reflexiona ahora Suvari en sus memorias.
¡°Pensaba que yo hab¨ªa tra¨ªdo todo eso, de alguna manera¡±, asegura en el volumen, creyendo que de un abusador a otro todo hab¨ªa sido ¡°un proceso de destrucci¨®n¡±. La actuaci¨®n, dice, fue la que la salv¨®, le dio la oportunidad de expresarse cuando m¨¢s lo necesitaba, y le dio esa doble vida: ¡°Funcional en el exterior y en el interior tratando de curarme desesperadamente¡±. Y tambi¨¦n el hecho de lograr romper con ese hombre, dejar las drogas y empezar a hacer terapia, as¨ª como de rodearse de amigos que la vieran con otros ojos.
Tras superar esa etapa, entre 2000 y 2005, Suvari estuvo casada con el director de fotograf¨ªa alem¨¢n asentado en EE UU Robert Brinkmann, 18 a?os mayor que ella. Tras ello, en 2007 empez¨® a salir con Simone Sestito, un productor musical con el que se cas¨® en junio de 2010 en Roma y del que se separ¨® en enero de 2012. Con ninguno tuvo hijos. Hace cinco a?os conoci¨®, mientras rodaba la pel¨ªcula Estar¨¦ en casa en Navidad, a un compa?ero del departamento de arte llamado Michael Hope con el que se cas¨® dos a?os despu¨¦s, en agosto de 2018, y con quien tuvo a su primer hijo este pasado abril.
Ahora que su vida est¨¢ mucho menos da?ada, Suvari puede verla en perspectiva suficiente como para escribir sus memorias, y reconoce que estaba ¡°cansada de luchar y esconder durante toda la vida¡±. Por eso, espera que este escrito inspire y ayude a quien pase por lo mismo a salir del bache, ¡°a ver su valor¡±. ¡°Si puedo disminuir el dolor de alguien, quiero hacerlo, porque yo no tuve a nadie que lo hiciera por m¨ª¡±.