Mara Wilson, actriz de ¡®Matilda¡¯, habla de las consecuencias de ser estrella infantil: ¡°No me sorprende que muchos terminemos bebiendo y drog¨¢ndonos¡±
La int¨¦rprete fue uno de los rostros m¨¢s ic¨®nicos del cine de la d¨¦cada de los noventa y a los 12 a?os dej¨® la interpretaci¨®n. A los 35, ha escrito unas memorias donde eval¨²a su pasado para reconciliarse con su presente
La actriz Mara Wilson fue uno de los rostros m¨¢s conocidos de los noventa. Para los ni?os de la ¨¦poca, fue todo un icono. En cuesti¨®n de cuatro a?os, apareci¨® en tres de las pel¨ªculas familiares m¨¢s taquilleras de aquel periodo: la primera fue Se?ora Doubtfire (Chris Columbus, 1993); la segunda, la pel¨ªcula navide?a Milagro en la ciudad (Susan Walker, 1994), y la tercera, Matilda (Danny DeVito, 1996). Fue esta la que le dio la catego...
La actriz Mara Wilson fue uno de los rostros m¨¢s conocidos de los noventa. Para los ni?os de la ¨¦poca, fue todo un icono. En cuesti¨®n de cuatro a?os, apareci¨® en tres de las pel¨ªculas familiares m¨¢s taquilleras de aquel periodo: la primera fue Se?ora Doubtfire (Chris Columbus, 1993); la segunda, la pel¨ªcula navide?a Milagro en la ciudad (Susan Walker, 1994), y la tercera, Matilda (Danny DeVito, 1996). Fue esta la que le dio la categor¨ªa de superestrella. Wilson ten¨ªa entonces nueve a?os. A los 12 se retir¨® de la actuaci¨®n. Ahora tiene 35 a?os y no se conforma con aparecer de tanto en tanto en esos art¨ªculos del estilo ¡°?Qu¨¦ fue de...?¡±. Wilson cambi¨® la actuaci¨®n por la escritura, y en su nuevo libro, Good Girls Don¡¯t, escarba en su pasado para reconciliarse con su presente. En una reciente entrevista en profundidad con el medio brit¨¢nico The Guardian ha hablado sobre ser sexualizada de ni?a, la temprana muerte de su madre cuando alcanz¨® el ¨¦xito o la complejidad de vivir a la sombra de su personaje: ¡°No creo que puedas ser una estrella infantil sin sufrir da?os¡±, asegura.
¡°Un ni?o malcriado es aquel que no hace lo que se le dice; los ni?os actores solo hacen lo que se les dice. Los ni?os malcriados son ego¨ªstas y codiciosos; los ni?os actores a menudo mantienen a sus familias. Un ni?o malcriado nunca llegar¨¢ muy lejos en la industria del entretenimiento¡±, comienza afirmando la actriz, para despu¨¦s hablar acerca de c¨®mo durante toda su infancia se convirti¨® en una ni?a excesivamente complaciente por miedo a que las personas a su alrededor la rechazasen o la dejasen de lado. Wilson deb¨ªa ser la buena chica. El problema de Wilson es que, por muy buena chica que fuese, no era Matilda.
¡°Notaba c¨®mo las personas que me conoc¨ªan se sent¨ªan decepcionadas porque yo no era tan inteligente, divertida o agradable como esperaban que fuera. Creo que esperaban que fuese Matilda, que es maravillosa, pero no es real¡±, ha confesado la actriz, ¡°Matilda era brillante en todos los sentidos. Inteligente, amable y poderosa. Luego me conoc¨ªan a m¨ª: una ni?a rara y socialmente inc¨®moda que a veces se enfadaba... pero que no pod¨ªa canalizar esa rabia en superpoderes¡±. Cuenta tambi¨¦n que notaba que nunca iba a estar a la altura de su personaje, y que sinti¨® durante su infancia y su adolescencia que viv¨ªa a su sombra: ¡°Era como vivir con una hermana mayor fabulosa¡±.
Wilson lleg¨® a la actuaci¨®n de casualidad. La familia viv¨ªa en la ciudad de Burbank, en California, conocida como la ¡°capital mundial de los medios¡±, ya que muchas compa?¨ªas de entretenimiento (Warner Bros, Disney o NBC Universal, por ejemplo) tienen aqu¨ª su sede, y muchos de sus empleados viven all¨ª. Su padre, sin ir m¨¢s lejos, trabajaba como ingeniero en la NBC. Seg¨²n cuenta la actriz, era habitual ver a sus amigos del colegio en distintos programas de televisi¨®n, aunque fuese haciendo de extras. Su hermano mayor hab¨ªa aparecido en unos cuantos anuncios y ella quiso hacer lo mismo. ¡°No quer¨ªa convertirme en una estrella, sino ganar algo de dinero para la universidad¡±, confiesa la int¨¦rprete. Hizo unos cuantos anuncios, y despu¨¦s fue a la audici¨®n para la pel¨ªcula Se?ora Doubtfire, junto a Robin Williams, y consigui¨® el papel. Ten¨ªa seis a?os, y todav¨ªa guarda un ¨¢lbum de recortes que su madre le regal¨® al terminar al rodaje, para que conservase un recuerdo de una experiencia que nadie en su familia pens¨® que se repetir¨ªa. Despu¨¦s llegaron la pel¨ªcula de Navidad y Matilda. Y entonces se hizo famosa.
En esa misma ¨¦poca, su madre muri¨® a causa de un c¨¢ncer de mama. ¡°Me sent¨ª perdida y sin rumbo. Est¨¢ la persona que era antes de aquello y la que fui despu¨¦s. Mi madre era alguien omnipresente en mi vida, jam¨¢s pens¨¦ que pudiera morir¡±, confiesa la actriz, que a una edad muy temprana tuvo que gestionar, por un lado, la fama y, por otro, la p¨¦rdida. Aunque afirma que nunca se sinti¨® insegura en los rodajes y que, de hecho, le encantaban, s¨ª que considera que no estaba preparada para todo lo que vino despu¨¦s. ¡°Fui sexualizada¡±, admite, ¡°no por las personas con las que trabajaba, sino por el mundo en general¡±. Cuenta en The Guardian c¨®mo hombres adultos trataban de contactar con ella, envi¨¢ndole ¡°cartas con contenido inapropiado¡±, adem¨¢s de todo el contenido sobre ella que encontr¨® en sitios pornogr¨¢ficos en internet: ¡°Comet¨ª el error de buscarme en Google cuando ten¨ªa 12 a?os y vi cosas que no he podido olvidar¡±. Ahora juzga el papel que la prensa tuvo en aquellos momentos. Cuando ten¨ªa siete a?os, explica que los periodistas le preguntaban si sab¨ªa qu¨¦ era el beso franc¨¦s o qu¨¦ actor encontraba ¡°m¨¢s sexy¡±.
Wilson tambi¨¦n afirma en la entrevista ser plenamente consciente de lo que ella misma denomina ¡°la narrativa¡±. La historia, que siempre termina repiti¨¦ndose, sobre estrellas infantiles que terminan descarrilando y fracasando. ¡°Si pones tanta presi¨®n sobre alguien, ?c¨®mo esperas que no fracase? Si le haces saber que est¨¢s observando cada uno de sus movimientos, se rebelar¨¢n y tratar¨¢n de formar su propia identidad¡±, dice como defensa. En el caso de Wilson, sus padres fueron previsores y metieron todo el dinero que gan¨® en un fondo para su futuro: ¡°Pero hab¨ªa muchos ni?os cuyos padres no hac¨ªan eso. Imagina tener toda esa presi¨®n y todo ese dinero... No me sorprende que muchos de nosotros terminemos bebiendo, drog¨¢ndonos y de fiesta¡±. Wilson admite que aunque ¡°definitivamente¡± pas¨® por una racha ¡°de autodestrucci¨®n¡±, en su caso fue diferente: se odiaba a s¨ª misma, se dec¨ªa constantemente que era ¡°una perdedora, una fracasada y una fea¡±. A los 12 a?os, en plena pubertad, por fin hab¨ªa dejado de ser la ni?a Matilda... pero Hollywood ya no estaba interesado en ella. En aquel periodo, sufri¨® episodios depresivos y tuvo graves problemas de ansiedad y viv¨ªa obsesionada al compararse constantemente con otras actrices que consegu¨ªan los papeles a los que ella tambi¨¦n aspiraba. Estaba constantemente enfadada, sent¨ªa rabia y viv¨ªa en perpetuo estr¨¦s. Fue en aquel momento cuando su padre le dijo: ¡°Sabes que siempre puedes parar, ?verdad?¡±. Y se tom¨® un descanso.
Hoy sigue aceptando alg¨²n papelito espor¨¢dico, aunque suelen ser como dobladora. Lo que encontr¨®, tras muchas b¨²squedas, fue la paz. Y tambi¨¦n la escritura. No tiene claro si quiere volver a ponerse frente a una c¨¢mara: ¡°No s¨¦ si ellos tendr¨ªan claro qu¨¦ hacer con una chica bajita, jud¨ªa y entrada en carnes. No quiero que nadie me diga que debo perder peso o que deber¨ªa operarme la nariz. Me he definido durante mucho tiempo a trav¨¦s de los dem¨¢s, de los medios y de la industria de Hollywood, en lugar de definirme por m¨ª misma¡±.