Cuando los vecinos ganan la partida: los espacios p¨²blicos autogestionados que demuestran que otra ciudad es posible
M¨¢s all¨¢ del asfalto y la gentrificaci¨®n existen zonas urbanas que han sido dise?adas de manera cooperativa. Hacemos un recorrido por algunos de estos lugares de la mano de tres colectivos de arquitectos que los vieron nacer: Zuloark, Pezestudio y Todo por la Praxis
Los espacios p¨²blicos de las ciudades y el capitalismo han demostrado tener una relaci¨®n conflictiva. Madrid es buen ejemplo de ello. En las ¨²ltimas d¨¦cadas la urbe ha recibido el aterrizaje de la econom¨ªa global, un aumento del turismo y con ello un proceso de gentrificaci¨®n exponencial que pone en riesgo la vida de los barrios. Adem¨¢s se ha propiciado un tipo de urbanismo que permite la primac¨ªa del veh¨ªculo privado frente al peat¨®n, cayendo en imposiciones sobre el espacio p¨²blico que dictaminan c¨®mo usarlo e interpretarlo.
Para revertir esta realidad existen pr¨¢cticas ¨Cmenos ortodoxas y m¨¢s independientes¨C que plantean las herramientas necesarias para que los ciudadanos adquieran un rol activo en el desarrollo urbano mediante procesos participativos. El resultado f¨ªsico de estas iniciativas son arquitecturas que interfieren los c¨®digos de la ciudad para recuperar y reactivar espacios urbanos abandonados y cubrir as¨ª las necesidades ¨Cl¨²dicas, afectivas y funcionales¨C de sus habitantes.
Este tipo de proyectos llevan produci¨¦ndose en la capital desde hace varias d¨¦cadas y tuvieron una etapa muy fruct¨ªfera que se inici¨® a ra¨ªz de la crisis espa?ola de 2008. ¡°Durante la crisis hubo un par¨®n en la arquitectura y muchos proyectos se quedaron a medias dejando espacios en los que intervenir. Fue el escenario perfecto para repensar las formas de hacer ciudad desde la profesi¨®n¡±, comenta Ma¨¦ Durant, cofundadora de Pezestudio. De este modo, se dio una situaci¨®n excepcional en la que una generaci¨®n de arquitectos, con inquietudes menos especulativas y m¨¢s sociales, tuvieron que repensar su profesi¨®n y alejarla de la construcci¨®n tect¨®nica. ¡°En ese momento en Madrid exist¨ªan muchos espacios urbanos estigmatizados y desordenados. Desde el dise?o y la arquitectura hab¨ªa mucho que aportar¡±, a?ade Durant.
Otro elemento que contribuy¨® al auge de este tipo de pr¨¢cticas fue el Movimiento 15M, la reivindicaci¨®n urbana espont¨¢nea y pac¨ªfica surgida en 2011. ¡°Iniciativas ciudadanas y vecinales m¨¢s subterr¨¢neas con el 15M adquirieron protagonismo y fueron popularizadas¡±, afirma el arquitecto Diego Peris, cofundador del colectivo art¨ªstico Todo por la Praxis. En ese momento fue notorio el repunte de ayudas y programas promovidos por las administraciones para apoyar este tipo de pr¨¢cticas arquitect¨®nicas de car¨¢cter social. ¡°Gracias al apoyo institucional tuvimos la capacidad de profundizar en estas pr¨¢cticas y llevarlas a cabo en el centro de Madrid¡±, recuerda Ma¨¦ Durant haciendo alusi¨®n a las periferias a las que suelen estar relegadas este tipo iniciativas.
La siguiente d¨¦cada experiment¨® un paulatino descenso de los programas institucionales vinculados a estos proyectos. ¡°En el ¨¢mbito pol¨ªtico se ha reducido el apoyo brindado. Muchas iniciativas est¨¢n casi en extinci¨®n¡±, lamenta Diego Peris. Por extraer la parte positiva, los espacios ya desaparecidos han asentado las bases de una arquitectura con un enfoque m¨¢s social. ¡°Estas pr¨¢cticas han sido la semilla para una generaci¨®n de arquitectos que se ha ido profesionalizado y ha seguido llevando a cabo este tipo de proyectos mucho m¨¢s atomizados por toda la ciudad¡±, concluye Pascual.
Desde ICON Design hacemos un recorrido urbano por cuatro de estos espacios:
El Campo de la Cebada
El Campo de la Cebada naci¨® en 2009 gracias al vac¨ªo urbano generado tras la demolici¨®n del polideportivo de La Latina. El inicio de la crisis paraliz¨® la construcci¨®n de un futuro equipamiento dejando un solar de 5.500 metros cuadrados sin uso en medio del casco hist¨®rico madrile?o. Despu¨¦s de un a?o de abandono, el espacio se abri¨® al p¨²blico gracias una instalaci¨®n ef¨ªmera enmarcada dentro del festival La Noche en Blanco. Tras el ¨¦xito que suscit¨® esta intervenci¨®n, que planteaba una piscina descubierta, zonas de estar y un bar, un grupo de vecinos, arquitectos y agentes culturales del barrio se organiz¨® para lidiar con tr¨¢mites burocr¨¢ticos y legales con el ayuntamiento y as¨ª mantener el uso comunitario del espacio hasta que no se iniciasen las obras del futuro equipamiento.
Una vez concedida la cesi¨®n del solar se produjo un trabajo colaborativo para mejorar el espacio y crear una plaza compartida en la que se desarroll¨® una extensa programaci¨®n cultural que inclu¨ªa festivales de cine al aire libre, talleres de fotograf¨ªa, juegos, poes¨ªa y teatro. Adem¨¢s, se destin¨® un espacio para albergar pistas e instalaciones deportivas y se construy¨® un huerto urbano. ¡°Para nosotros el Campo de la Cebada fue una universidad¡±, comenta el arquitecto Manuel Pascual haciendo alusi¨®n al aprendizaje que desarroll¨® Zuloark, junto a otros colectivos, durante en el acompa?amiento t¨¦cnico para el dise?o de las infraestructuras necesarias para el correcto uso del solar.
Este enclave urbano tuvo una vida ¨²til de seis a?os ya que en 2017 fue desmantelado al ser aprobada por el Ayuntamiento de Madrid la construcci¨®n de un nuevo polideportivo. Inicialmente el proyecto del nuevo equipamiento recog¨ªa algunas de las ense?anzas aprendidas en El Campo de la Cebada y propon¨ªa una zona arbolada en el acceso y una plaza de uso p¨²blico en la cubierta para acoger actividades culturales e iniciativas vecinales. Finalmente el proyecto construido ¨Cinaugurado en noviembre de 2022¨C ha asfaltado todo el solar y en la cubierta ha instalado una pista de atletismo con acceso restringido para los usuarios del polideportivo.
Esta es una plaza
Esta es una plaza es un acontecimiento diario, un espacio, una comunidad, un proyecto. Todo ello empez¨® en 2008 cuando un grupo de vecinos del barrio de Lavapi¨¦s transformaron un solar de 1.400 metros cuadrados de superficie, que se encontraba vac¨ªo desde hac¨ªa 30 a?os, en un espacio ajardinado para el disfrute colectivo. Gracias al ¨¦xito que tuvo la iniciativa vecinal, se emprendieron los tr¨¢mites pertinentes para la obtenci¨®n de una cesi¨®n de uso del solar por parte del Ayuntamiento de Madrid.
15 a?os despu¨¦s, Esta es una plaza sigue m¨¢s viva que nunca: se desarrolla mensualmente una extensa programaci¨®n de actividades culturales y talleres. ¡°El ¨¦xito de estos espacios radica en su capacidad para generar salud comunitaria¡±, afirma Ma¨¦ Durant de Pezestudio. Actualmente son m¨¢s de 100 los implicados en la continuidad del proyecto que, adem¨¢s de abrir y cerrar el espacio diariamente y mantenerlo en condiciones ¨®ptimas, se re¨²nen una vez al mes para decidir de manera consensuada todos los aspectos relativos a la gesti¨®n de Esta es una plaza.
Cinema Usera
En 2013 el Ayuntamiento de Madrid lanz¨® Paisaje Sur, un proyecto para mejorar el entorno urbano de los distritos de Usera y Villaverde. Un a?o m¨¢s tarde, enmarcado en esta iniciativa, un equipo formado por vecinos, arquitectos, artistas y asociaciones cre¨® Cinema Usera. Era una infraestructura temporal situada en un descampado abandonado que acogi¨® una programaci¨®n cultural de distintos formatos. Durante los meses de verano se proyectaron pel¨ªculas y documentales, se realizaron conciertos, talleres de danza y fotograf¨ªa.
El proyecto funcion¨® durante seis a?os mediante un sistema de gesti¨®n cooperativo entre la administraci¨®n y las asociaciones vecinales y culturales del barrio. Posteriormente, en 2021, cambi¨® el gobierno municipal y se cedi¨® la gesti¨®n de Cinema Usera a una empresa privada. ¡°Fue ah¨ª donde empez¨® a decaer el proyecto hasta que con el tiempo se abandon¨®, llegando incluso a quemarse una parte del mismo¡±, lamenta el arquitecto Diego Peris, uno de los responsables del dise?o funcional del espacio. ¡°Lo id¨®neo es que las instituciones apoyen econ¨®micamente y burocr¨¢ticamente este tipo de iniciativas pero tambi¨¦n es imprescindible que cedan la gesti¨®n a las comunidades implicadas¡±, concluye Peris haciendo alusi¨®n a las dificultades con las que este tipo de pr¨¢cticas se encuentran.
La Huerta de Tetu¨¢n
La huerta de Tetu¨¢n naci¨® en 2014, fruto de la cesi¨®n del uso de un solar de titularidad municipal en el marco del proyecto Paisaje Tetu¨¢n. La iniciativa, promovida por Ayuntamiento de Madrid en colaboraci¨®n con diversos colectivos y vecinos del barrio, ten¨ªa como objetivo explorar las posibilidades de mejora del paisaje urbano mediante intervenciones de car¨¢cter art¨ªstico. De este modo, el proyecto cooperativo resultante plante¨® dos ¨¢mbitos de trabajo: por un lado el orientado a visibilidad y revalorizaci¨®n de artistas emergentes y sus intervenciones y por otro la adecuaci¨®n de un espacio verde de uso colectivo.
El proyecto ha perdurado en el tiempo y sigue activo gracias a las redes que ha creado con el barrio proponiendo usos y actividades para todos los p¨²blicos, haciendo que la comunidad se sienta parte del proyecto. ¡°Esta forma de dise?ar ¨Cdesde las necesidades y con los futuros usuarios¨C tiene una durabilidad mayor ya que no est¨¢s imponiendo ni presuponiendo nada¡±, concluye Ma¨¦ Durant recordando los procesos participativos que Pezestudio llev¨® a cabo en el solar para dise?ar una cubierta de madera multiusos.