El jard¨ªn que quiso acabar con la miseria del Nueva York de los a?os setenta
Adam Purple, que habr¨ªa cumplido 90 a?os en 2020, demostr¨® con su ¡®guerrilla garden¡¯ en el jard¨ªn del Ed¨¦n del Lower East Side que es posible transformar ¨¢reas degradadas en espacios abiertos y agradables sin necesidad de fondos p¨²blicos o privados
En medio del caos y la degradaci¨®n del Nueva York de los a?os setenta, mientras la crisis del petr¨®leo azotaba al pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo y en las calles de Manhattan reinaba el crimen, un peculiar activista vestido de violeta trabajaba la tierra como emblema de resistencia. Adam Purple (cuyo verdadero nombre era David Lloyd Wilkie, y este 10 de noviembre habr¨ªa cumplido 90 a?os) cre¨® de la nada su particular ¨Dy comunitario¨D para¨ªso junto a su pareja, apodada Eve. El jard¨ªn del Ed¨¦n de estos mod...
En medio del caos y la degradaci¨®n del Nueva York de los a?os setenta, mientras la crisis del petr¨®leo azotaba al pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo y en las calles de Manhattan reinaba el crimen, un peculiar activista vestido de violeta trabajaba la tierra como emblema de resistencia. Adam Purple (cuyo verdadero nombre era David Lloyd Wilkie, y este 10 de noviembre habr¨ªa cumplido 90 a?os) cre¨® de la nada su particular ¨Dy comunitario¨D para¨ªso junto a su pareja, apodada Eve. El jard¨ªn del Ed¨¦n de estos modernos Ad¨¢n y Eva pronto reverdeci¨® una manzana de viviendas y el ¨¢nimo de sus vecinos en una ciudad gris y en ruinas.
Tras la demolici¨®n en 1975 de un edificio colindante al apartamento de Purple, en el 184 de Forsyth Street del Lower East Side de Manhattan, la basura y los desperdicios comenzaron a acumularse entre los escombros sobre los que jugaban los ni?os del barrio. Con el fin de regenerar este espacio y la propia comunidad, Adam Purple trabaj¨® durante cinco a?os con la ayuda de su compa?era Eve, utilizando ¨²nicamente la energ¨ªa de sus m¨²sculos y solo herramientas manuales: azada, carretilla, pico y criba, ya que la maquinaria la consideraban contrarrevolucionaria. As¨ª, limpiaron toneladas de deshechos y lograron sustituir la capa de escombros por tierra f¨¦rtil.
La imagen de Adam, vestido de pies a cabeza con ropa te?ida de morado ¨Dal m¨¢s puro estilo hippie¨D, recogiendo los excrementos de los caballos de Central Park se convirti¨® en habitual. Purple empleaba en sus cultivos una mezcla de tres partes de este esti¨¦rcol ¨Creun¨ªa casi 30 kilos al d¨ªa¨C por una de polvo de ladrillo cribado que aportaba la dosis de arcilla y cal. El potasio lo extra¨ªa de las cenizas de le?a.
Sobre este sustrato casero, Adam Purple dise?¨® un laberinto de c¨ªrculos conc¨¦ntricos conectados entre s¨ª con el taijitu (el s¨ªmbolo del yin y el yang) en su n¨²cleo. A medida que se demol¨ªan edificios contiguos, Purple a?ad¨ªa nuevos anillos al jard¨ªn y los conectaba entre s¨ª con caminos de ladrillos recuperados de derribos. El resultado fue un peculiar vergel comestible y ornamental que lleg¨® a alcanzar los 4.500 metros cuadrados de superficie. En este huerto comunal, entre bloques de ladrillo y hormig¨®n, se cosechaba gran variedad de verduras y frutas ecol¨®gicas para autoconsumo: ma¨ªz, pepinos, tomates, esp¨¢rragos, frambuesas negras y fresas, entre otras. Todo ello rodeado de arbustos floridos y hasta 45 ¨¢rboles, incluidos ocho Juglans nigra, el nogal negro americano.
As¨ª, este Ad¨¢n violeta de larga barba blanca llev¨® a cabo su particular G¨¦nesis y transform¨® la jungla de asfalto en un terreno fecundo. M¨¢s all¨¢ de la agricultura, el empe?o de Purple ten¨ªa como trasfondo una especie de religi¨®n que ¨¦l mismo bautiz¨® como General [Z]enlightenment, una amalgama filos¨®fica a medio camino entre el budismo zen, la tradici¨®n tao¨ªsta y el jipismo, profesada a trav¨¦s de los principios del ecologismo, la desobediencia civil y la contracultura. ¡°Si cre¨¦is en la vida, en la libertad, en la iluminaci¨®n zen y en la b¨²squeda de la felicidad, ayudadnos a liberar esta tierra que fue robada a los indios de Manhattan¡±, as¨ª ped¨ªa ayuda en 1978 a los ciudadanos de Nueva York ante la amenaza de destrucci¨®n de su jard¨ªn por parte del ayuntamiento para la construcci¨®n de viviendas sociales.
Este creador profano consideraba su jard¨ªn del Ed¨¦n como ¡°un proyecto art¨ªstico no lineal, de tecnolog¨ªa urbano-agr¨ªcola¡±, cuyo objetivo era demostrar que es posible transformar ¨¢reas degradadas en espacios abiertos y agradables sin necesidad de fondos p¨²blicos o privados. Para Purple, se trataba de un instrumento did¨¢ctico, ¡°alternativo a la necia, acr¨ªtica y loca explotaci¨®n de la superficie terrestre en/por la mitad occidental del planeta que amenaza la extinci¨®n de la especie¡±. As¨ª lo defin¨ªa en una carta enviada al departamento de Cultura para conseguir su reconocimiento como obra de arte y evitar su desaparici¨®n. En esa misma misiva, afirmaba que su jard¨ªn del Ed¨¦n representaba ¡°art¨ªsticamente¡± una evoluci¨®n acelerada de 2.000 a 3.000 a?os: ¡°Hemos descubierto que una sola persona puede reverdecer una parcela al a?o a mano, mientras que la madre naturaleza emplea 500 a?os para crear una pulgada de mantillo¡±.
Adam recurri¨® a los tribunales para defender la supervivencia del jard¨ªn y la reubicaci¨®n de las viviendas sociales. En su batalla, secundada por todo el vecindario, cont¨® tambi¨¦n con el apoyo de un grupo de intelectuales, arquitectos y ambientalistas de Nueva York reunidos en el Storefront for Art and Architecture. Esta organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro invit¨® a 30 arquitectos de todo el mundo a proponer dise?os alternativos que integraran el jard¨ªn en los nuevos edificios de viviendas sociales promovidos por el ayuntamiento. Esta iniciativa qued¨® plasmada en una exposici¨®n.
Tras a?os de lucha y sensibilizaci¨®n social y cultural, el 8 de enero 1986, Adam vio desde su ventana c¨®mo los buld¨®ceres a los que detestaba borraban a?os de trabajo en tan solo 45 minutos.
A pesar de la desaparici¨®n de este ic¨®nico jard¨ªn neoyorquino, el legado de su exc¨¦ntrico autor, fallecido en 2015, contin¨²a vivo. Su ¨¦pico trabajo fue retratado por el fot¨®grafo Harvey Wang, que sigui¨® el proceso comunitario liderado por el activista p¨²rpura y lo plasm¨®, junto a Amy Brost, en un libro y un documental narrado por el propio Purple.
¡®Guerrilla gardening¡¯
Gracias a su trabajo para dignificar los espacios p¨²blicos degradados a trav¨¦s de la jardiner¨ªa, Adam Purple es considerado uno de los pioneros m¨¢s relevantes del movimiento de guerrilla gardening. La jardiner¨ªa de guerrilla surgi¨® en los a?os setenta con la idea de transformar las ciudades mediante la ocupaci¨®n no violenta de trozos de tierra no cultivada. El objetivo de este ej¨¦rcito de jardineros que act¨²a normalmente de noche es la plantaci¨®n de zonas abandonadas en parques y jardines, descampados o incluso en simples alcorques de arbolado urbano.
Esta corriente, que trata de establecer una nueva relaci¨®n entre naturaleza y ciudad, surgi¨® de otra iniciativa similar basada en la idea de Liz Christy y su grupo green guerrilla en 1973, tambi¨¦n en Nueva York. Sus primeras acciones fueron el bombardeo de solares abandonados con bolas de arcilla y semillas (seed bombs). Hoy, el Liz Christy Bowery-Houston Garden es el jard¨ªn comunitario m¨¢s antiguo (y el primero) de Nueva York.
Junto con el desaparecido jard¨ªn del Ed¨¦n, el de Liz Christy es el origen de los actuales huertos y jardines urbanos comunitarios en las grandes ciudades. Estos espacios verdes de convivencia y autoconsumo son el resultado de la lucha de jardineros activistas como Purple y de otros tantos an¨®nimos cuyo trabajo entre el East Village y el Lower Eastside (zona que concentra mayor n¨²mero de jardines comunitarios de Estados Unidos) qued¨® plasmado en el documental Dirt (David Hayward Evans, 1999).