?'Desfile de payasos¡¯ o tributo a Vel¨¢zquez? Las meninas intervenidas de Madrid vuelven a levantar pol¨¦mica
Su impulsor defiende que esta exposici¨®n convierte a la ciudad en el mayor museo al aire libre; la plataforma #stopmeninas, entre otros detractores, que las interveciones de ¡®celebrities¡¯ e ¡®influencers¡¯ no son arte
El Madrid de este oto?o es bastante distinto al del oto?o pasado. En las terrazas solo se sientan grupos de seis personas, no hay apenas turistas y lo que queda de vida social se acaba antes de la medianoche. Hay una cosa, sin embargo, que sigue igual. En lugares como Recoletos, la Plaza Mayor, Callao o la Plaza Mayor han vuelto a brotar las famosas meninas intervenidas de la iniciativa Madrid Meninas Gallery, que puntualmente se plantaron el pasado 15 de ...
El Madrid de este oto?o es bastante distinto al del oto?o pasado. En las terrazas solo se sientan grupos de seis personas, no hay apenas turistas y lo que queda de vida social se acaba antes de la medianoche. Hay una cosa, sin embargo, que sigue igual. En lugares como Recoletos, la Plaza Mayor, Callao o la Plaza Mayor han vuelto a brotar las famosas meninas intervenidas de la iniciativa Madrid Meninas Gallery, que puntualmente se plantaron el pasado 15 de octubre, como viene sucediendo desde hace tres a?os.
En esta ocasi¨®n, han decorado las figuras famosos multisectoriales como ?gatha Ruiz de la Prada, Marta S¨¢nchez y Asier Eteand¨ªa y algunos artistas como Guillermo J. Bueno, Tatinio, Ana Jar¨¦n o Laura Torrico. Son 40 en total y al menos seis de ellas llevan la firma Antonio Azzato, el artista e ingeniero industrial venezolano que se invent¨® la iniciativa cuando se dio cuenta de que ¡°es el cuadro m¨¢s reinterpretado de la historia¡± y la defiende como un proyecto que, dice, ¡°lleva la alegr¨ªa a las calles y ha dado la vuelta al mundo¡±. A esas meninas customizadas les ha nacido una hermana, la menina iluminada que se instalar¨¢ en la plaza de Col¨®n y que ser¨¢, seg¨²n ha dicho el Ayuntamiento, el principal adorno de Navidad de la capital.
Aunque el proyecto Madrid Meninas Gallery se sostiene con dinero privado, de las empresas patrocinadoras (que tambi¨¦n escogen d¨®nde quieren colocar su menina), Azzato ha tenido, dice, un apoyo entusiasta del Ayuntamiento de Madrid desde el principio, con la actual administraci¨®n y con la anterior. ¡°Cuando acud¨ª hace tras a?os, me dijeron que Manuela Carmena quer¨ªa convertir la menina en el icono de Madrid y que adelante¡±. El consistorio cede los distintos espacios, que suelen estar en el centro y las zonas m¨¢s comerciales porque lo solicitan las empresas.
El principal promotor del proyecto es Acotex, la asociaci¨®n empresarial del sector textil ¨Cpor eso existe siempre la Menina Acotex¨C; aunque tambi¨¦n hay otras empresas como Nacex, WB, Volvo o Xiaomi. El fin es solidario. Aproximadamente el 70% de las figuras se subastan y lo que se recauda va a parar a distintas asociaciones ben¨¦ficas. Este a?o, se ha anunciado que el principal beneficiario ser¨¢ el Banco de Alimentos. El 30% restante o bien se lo quedan las empresas patrocinadoras o va a parar al ayuntamiento, que las lleva despu¨¦s por los mercados.
¡°?Y si hacemos las donaciones y quit¨¢is ese horror de las calles?¡±
Cuando se inaugur¨® la ¨²ltima remesa hace unas semanas, la n¨²mero dos del consistorio, Bego?a Villac¨ªs, que destac¨® que las meninas ¡°constituyen una llamada al optimismo con su color, creatividad y mensajes¡±. El perfil de Instagram del ayuntamiento tambi¨¦n se hizo eco de la plant¨¤ de Meninas y, r¨¢pidamente, en la secci¨®n de comentarios se reprodujo el debate que se viene recrudeciendo a?o a a?o en torno a esas figuras. El galerista Joaqu¨ªn Garc¨ªa Mart¨ªn, de Garc¨ªa Galer¨ªa, abr¨ªa la veda: ¡°?Y si hacemos las donaciones y quit¨¢is ese horror de las calles?¡±. Otra usuaria, en cambio, contesta: ¡°Me gustan mucho. Ojal¨¢ se quedara como tradici¨®n. Aunque este a?o solo las disfrutemos los madrile?os¡±.
Tambi¨¦n hay quien introduce la etiqueta #stopmeninas, con la que se identifica un colectivo de artistas que mantiene una cuenta de Instagram con ese mismo nombre dedicada a colgar los que consideran que son los peores ejemplos meninescos. ¡°Somos unas siete personas del mundo del arte, entre artistas y comisarios¡±, explica uno de los portavoces de #stopmeninas, que prefiere no dar su nombre.
¡°Nosotros aceptamos cualquier tipo de expresi¨®n art¨ªstica pero esto es una cosa muy oscura, para empezar desde el punto de vista est¨¦tico, porque roba una figura tan potente de la historia del arte espa?ol y la desprestigia con marcas. Buscamos abrir un debate sobre el arte p¨²blico, el arte en la calle. Madrid tiene una escena potente de arte emergente. Lo que no entendemos es que se ceda ese espacio a personajes del famoseo. El a?o pasado estaba la influencer Mar¨ªa Pombo y hasta el bisnieto de Franco¡±.
En realidad, fue Margarita Vargas, su esposa, quien customiz¨® una figura en la primera edici¨®n, en 2018, que mezclaba las banderas de Espa?a y Venezuela (y la flor de lis mon¨¢rquica). Cuando Juan Guaid¨® visit¨® Madrid el pasado enero, Villac¨ªs e In¨¦s Arrimadas le regalaron una r¨¦plica, aunque sin flor de lis. La lista de famosos que han decorado figuras en las tres ediciones (y una extra, que tuvo lugar en Andaluc¨ªa) es larga: Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, Dani Rovira, Samantha Vallejo N¨¢gera, Rosana, Vanesa Mart¨ªn, Miguel ?ngel Mu?oz, el chef Quique Dacosta y m¨¢s.
La otra objeci¨®n que tiene la plataforma #stopmeninas es m¨¢s subjetiva: ¡°Es que son feas¡±. Y como ejemplo citan algunas de las que destacan en su cuenta, como la que est¨¢ este a?o instalada en Callao, una menina cowboy con barba y chaleco biker, obra de la tatuadora Mar¨ªa Caba?as y patrocinada por Liquitex. ¡°La gente nos puede decir que somos muy finos, pero ni el arte es fino ni nosotros hacemos solo arte: la nuestra es una plataforma de lucha laboral y de clase¡±, a?ade el portavoz de #stopmeninas.
¡°Han convertido a Madrid en el museo al aire libre m¨¢s grande del mundo¡±
Para la cr¨ªtica y comisaria de arte Bea Espejo, el proyecto ¡°es una mala idea y adem¨¢s de mal gusto. Es delirante gastar ese dineral en unas figuras para adornar las calles cuando hay museos y centros de arte malviviendo con presupuestos ¨ªnfimos, con recortes de personal y con un sector del arte con un nivel de precariedad cada vez m¨¢s alto¡±.
Adem¨¢s, Espejo cree que utilizar el icono de la menina va en contra de los tiempos. ¡°Simboliza a una joven al servicio de otras mujeres de clases sociales m¨¢s altas. Y extrapolar esa idea me parece un peligro, justo en un momento como este, en el que la brecha de clases es cada vez m¨¢s acuciante¡±.
Azzato responde a esas cr¨ªticas: ¡°Para gustos, los colores. Soy consciente de que no tiene que gustarle a todo el mundo, pero lo que no se justifica es odiarlo o incitar a la violencia. Es una exhibici¨®n que ha convertido a Madrid en el museo al aire libre m¨¢s grande del mundo y hace que se proyecte un mensaje a nivel internacional. Las fotos de las meninas han viajado por todo el mundo y hay gente que planifica sus vacaciones para venir cuando est¨¢n expuestas. Se han recaudado m¨¢s de 500.000 euros. A la gente que las odia me gustar¨ªa preguntarles qu¨¦ hacen ellos por la sociedad¡±.
De ni?os a ancianos: as¨ª se elige a los participantes
La ilustradora Ana Jar¨¦n, que participa en la remesa de este a?o con una menina que est¨¢ instalada en Malasa?a, conoce la campa?a #stopmeninas y le parece saludable que haya ¡°opini¨®n y que se genere debate¡±. ¡°Personalmente ¨Cdice¨C he intentado hacer una pieza cerrada y que quedara lo mejor posible, porque para m¨ª el hecho de que sea algo que est¨¦ tan expuesto y que va a ver tanta gente es una motivaci¨®n y una presi¨®n".
¡°S¨ª que pienso¡±, reconoce, "que en general al viandante le gusta encontr¨¢rselas por la calle, pero deber¨ªan cuidarse m¨¢s las propuestas de los artistas que participan para que haya un nivel (hablo de calidad) y que prime menos el nombre de qui¨¦n lo hace y m¨¢s el resultado¡±.
La suya es una menina que come churros con chocolate. ¡°Quer¨ªa que el resultado fuera algo representativo de mi trabajo. Jugu¨¦ con los elementos que caracterizan mis ilustraciones, representar personas en un ambiente distendido. Me gust¨® la idea de dibujar a Vel¨¢zquez como si viviera ahora¡±, dice. De ediciones anteriores, le gustaron las aportaciones de Mar¨ªa Hesse y Coco D¨¢vez.
El impulsor de la MMG, sin embargo, defiende la heterogenia de la selecci¨®n. ¡°Esto no es una meritocracia. Hacemos una convocatoria abierta por redes y el resto es gente que contactamos o nos contacta. Han participado ni?os, ancianos, artistas, celebrities¡ y es una iniciativa que se sostiene con dinero privado. Ya me gustar¨ªa que hubiera mil meninas¡±. Su preferida de este a?o es la que est¨¢ instalada en Cibeles, frente al Ayuntamiento y es obra de Jaime, un ni?o con autismo.
Estuche de manicura de ¡®Las Meninas¡¯, 9,50 euros
Al margen de la iniciativa, las figuras del cuadro de Vel¨¢zquez han acelerado en la ¨²ltima d¨¦cada el proceso que las ha convertido en iconos y fetiches de Madrid. El d¨ªa que, vacuna mediante, vuelvan los turistas a la capital, all¨ª estar¨¢n esper¨¢ndoles en las tiendas las r¨¦plicas de resina de las meninas (16 euros), el estuche de manicura de Las Meninas (9,50) y unas figurillas ¡°contempor¨¢neas¡± m¨¢s estilo Meninas Gallery. La propia tienda del Museo del Prado, que intenta establecer una l¨ªnea, digamos, decorosa de merchandising, vende bisuter¨ªa similar a la que lleva la Infanta Margarita en el cuadro, meninas de madera y abanicos que reproducen parte del cuadro.
?D¨®nde est¨¢ la l¨ªnea roja en algo tan voluble y discutido como el ¡°buen gusto¡±? ¡°Es muy f¨¢cil verlo y muy dif¨ªcil definirlo¡±, explica el director de comunicaci¨®n de El Prado, Carlos Chaguaceda. ¡°La palabra clave es respeto por el legado hist¨®rico. Cundo estaba en Coca-Cola [Chaguaceda fue director de comunicaci¨®n de la empresa] lanzamos un producto con Disney que se llamaba Mickey Aventuras y para la presentaci¨®n nos dijeron: ¡®Vendr¨¢ Mickey¡¯. Pens¨¢bamos que se refer¨ªan a que ven¨ªa una persona cualquiera disfrazada de Mickey Mouse, pero no, era el Mickey de Disneyland Par¨ªs, que es un se?or que tiene por contrato un protocolo dur¨ªsimo. No puede hablar, no se puede ver quien hay debajo, sale de su hotel ya vestido de Mickey. Si Disney tiene esas medidas con la preservaci¨®n de sus s¨ªmbolos, imag¨ªnate El Prado¡±.
Chaguaceda cree que no le corresponde valorar una iniciativa como la de Madrid Gallery que ¡°tiene m¨¢s que ver con el mundo del marketing que con el del arte¡± pero s¨ª apunta que le recuerda a una ¡°clown parade¡± (desfile de payasos). ¡°No tengo una posici¨®n en contra ni a favor. ?Acerca el arte a los ciudadanos? seguramente no. ?Es un elemento a?adido de notoriedad para el cuadro? Seguramente no. ?Es una manera de recordar que existe un cuadro que se llama Las Meninas? Seguramente no. El cuadro no necesita esa iniciativa, aunque la iniciativa viva del cuadro. Entendemos su valor como herramienta de marketing o como dinamizaci¨®n de una zona de compras, pero vive al margen del museo¡±.
Respecto a la ubicuidad de la menina como souvenir, Chaguaceda cree que es un proceso inevitable. ¡°Tambi¨¦n Burgos explota ahora el Papamoscas, ocurre con la Alhambra, con Gaud¨ª¡ Todo se va iconificando. De Madrid siempre se dec¨ªa que no ten¨ªa icono y ahora parece que es la Puerta de Alcal¨¢ la que va tomando esa posici¨®n¡±. Y la menina como mascota.