Entre TikTok, Onlyfans y el existencialismo: ?qui¨¦n juega con qui¨¦n?

El famoso valle inquietante ¡ªo uncanny valley, en su expresi¨®n original¡ª describe ese escalofr¨ªo inc¨®modo que recorre tu cuerpo cuando las imitaciones humanas, como robots o animaciones 3D, se nos acercan demasiado en apariencia y actitud. La similitud nos hace sentir inc¨®modos en lugar de identificarnos. Una sensaci¨®n parecida, una especie de existencialismo de estar por casa, se apodera de m¨ª cada verano con las redes sociales. Todo el mundo parece un replicante y me acompa?a una mezcla de shock y aburrimiento. Sorpresas y bostezos. Nada nuevo bajo el sol, lo s¨¦. Quiz¨¢s por eso...

El famoso valle inquietante ¡ªo uncanny valley, en su expresi¨®n original¡ª describe ese escalofr¨ªo inc¨®modo que recorre tu cuerpo cuando las imitaciones humanas, como robots o animaciones 3D, se nos acercan demasiado en apariencia y actitud. La similitud nos hace sentir inc¨®modos en lugar de identificarnos. Una sensaci¨®n parecida, una especie de existencialismo de estar por casa, se apodera de m¨ª cada verano con las redes sociales. Todo el mundo parece un replicante y me acompa?a una mezcla de shock y aburrimiento. Sorpresas y bostezos. Nada nuevo bajo el sol, lo s¨¦. Quiz¨¢s por eso es una ¨¦poca id¨®nea para que llamen tanto la atenci¨®n fen¨®menos como el de los NPC lives, una de esas tendencias surgidas hace un par de meses en TikTok que te sumergen en un trance extra?o.

Los NPC, un t¨¦rmino que proviene de la jerga gamer y hace referencias a los non player characters (personajes no jugables), son esos personajes secundarios en los videojuegos que est¨¢n all¨ª solo para entregar informaci¨®n y repetir sus mismas l¨ªneas una y otra vez. El tema es que tiktokers como Pinkydoll o Cherry Crush realizan retransmisiones en vivo durante horas comport¨¢ndose como NPCs delante de sus miles de seguidores.

S¨ª, retransmiten en vivo mientras act¨²an como si fueran esos personajes secundarios que te repiten la misma frase sin sentido hasta que sientes que est¨¢s atrapado en un bucle infinito. Mientras reciben regalos en forma de emojis, ellos repiten frases espec¨ªficas como loros sin salirse del personaje. Por ejemplo, en uno de sus videos m¨¢s populares vemos a Pinkydoll haciendo palomitas con una plancha de pelo, mientras repite expresiones como ¡°yes yes yes¡±, o la m¨¢s popular ¡°ice cream is so good¡± (el helado es lo mejor) bajo una lluvia de recompensas en forma de helados digitales. El tema es que esta tarea alienante es monetizable, ya que cada obsequio virtual va de unos modestos 2 d¨®lares hasta los nada desde?ables 150 d¨®lares. Algunos de estos directos atraen a audiencias masivas, alcanzando millones de espectadores, lo que, seg¨²n la propia Pinkydoll, puede traducirse en unos 10.000 d¨®lares al d¨ªa. Incluso el productor musical Timbaland se uni¨® a la diversi¨®n, enviando un regalito y provocando un tsunami de imitadores. El pasado agosto, Arca incluy¨® la voz de Pinkydoll durante su set como DJ en un show en Londres.

An¨¦cdotas aparte, debajo de toda esta extra?a teatralidad, se esconde una din¨¢mica algo perversa de amo-sumiso con connotaciones sexuales veladas, situando estos directos en un punto intermedio entre el videojuego y un Onlyfans. ?Estamos al borde de una revoluci¨®n de IA o simplemente ante un reality show retorcido? En una entrevista reciente en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Wired, Grimes, la cantante pop reina de los delirios futuristas y expareja de, glups, Elon Musk, dejaba entrever cierta inquietud sobre los efectos de las IA en la psique humana, ahora que es madre. Ella apuesta por un (sospechoso) optimismo. Quiz¨¢s la pregunta clave dentro de este existencialismo 3.0 es: ?qui¨¦n diablos soy yo? ?Porque no tengo ni idea!

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