Seis creativos, una suite de hotel y una muestra de relojes de museo: retrato de una pasi¨®n compartida
El joven coleccionista Carlos Ortiz organiz¨®, dentro de las jornadas ¡®Cartier, la Maison relojera de las Formas¡¯, un almuerzo con amigos de la firma
Est¨¢n los relojes y luego est¨¢ el Tank de Cartier, una leyenda con mas de 100 a?os que puede presumir de haber roto las normas: si los relojes ten¨ªan que ser redondos, el Tank quiso ser rectangular. Sucedi¨® hace m¨¢s de un siglo, durante la I Guerra Mundial ¨Csu forma remit¨ªa a la de los tanques de la ¨¦poca¨C y, desde entonces, el mito se ha ramificado en varias reencarnaciones siempre fieles al valor del original. Precisamente una de ellas, una nueva ...
Est¨¢n los relojes y luego est¨¢ el Tank de Cartier, una leyenda con mas de 100 a?os que puede presumir de haber roto las normas: si los relojes ten¨ªan que ser redondos, el Tank quiso ser rectangular. Sucedi¨® hace m¨¢s de un siglo, durante la I Guerra Mundial ¨Csu forma remit¨ªa a la de los tanques de la ¨¦poca¨C y, desde entonces, el mito se ha ramificado en varias reencarnaciones siempre fieles al valor del original. Precisamente una de ellas, una nueva edici¨®n limitada para Europa del Tank Louis Cartier en platino, fue la protagonista del evento Cartier, la Maison relojera de las Formas.
El escenario fue el penthouse del hotel Rosewood Villamagna de Madrid, transformado durante unos d¨ªas en un punto de encuentro para los amantes de la relojer¨ªa. All¨ª, con vistas casi a¨¦reas de la capital, el p¨²blico invitado pod¨ªa acudir a descubrir las novedades de la firma y tambi¨¦n una selecci¨®n de piezas hist¨®ricas de archivo que permiten recorrer la historia de la casa y sus rarezas: desde esferas en tonos sorprendentes hasta tama?os poco habituales o materiales que ya no forman parte del cat¨¢logo de Cartier. Como parte de la exposici¨®n, una serie de piezas ilustraban las claves de la cultura del dise?o de Cartier, desde los cristales abombados de ciertas piezas hasta detalles solo perceptibles con una lente de aumento, pero que ilustran los c¨®digos de una casa que cuenta con modelos tan ic¨®nicos como el Santos, el Panth¨¨re o el renovado Baignoire.
Fue all¨ª donde tuvo lugar un encuentro con un anfitri¨®n muy especial: el coleccionista y amante de la relojer¨ªa, Carlos Ortiz, que reuni¨® a un grupo de amigos con sensibilidad para la cultura. Entre ellos estaban el fot¨®grafo Fede Delibes, el artista multidisciplinar Jos¨¦ Luis Barquero, Santiago Riveiro, director de comunicaci¨®n de la Norman Foster Foundation, el artista Eduardo Lalanne, las empresarias Ynes Suelves y Clara D¨ªez y el relaciones p¨²blicas Alex Agull¨®. Pero la estrella de la funci¨®n fue una nueva edici¨®n limitada para Europa del Tank Louis Cartier en platino, que se present¨® por primera vez en Espa?a.
El exmodelo Carlos Ortiz es un apasionado del mundo de la relojer¨ªa desde sus 18 a?os, cuando todav¨ªa navegaba por el foro de estilo masculino Rinc¨®n de Caballeros. ¡°Como siempre me interes¨® la moda, enamorarme por los relojes me parec¨ªa natural. Los Cartier son de los que m¨¢s me gustan¡±, afirma. Su afecto por la marca, que empez¨® con el cl¨¢sico Tank, motiv¨® que la casa relojera le encargara este evento, que Ortiz calific¨® como ¡°un encuentro entre amigos¡±.
¡°No fueron personas de perfil relojero¡±, contin¨²a. ¡°Clara Diez, por ejemplo, del proyecto Formaje, de quesos, me encanta. Quise que fueran personas que, simplemente, aprecian lo bonito¡±, explica. Para el modelo, que est¨¢ desarrollando Peluco, su propia tienda online de relojer¨ªa, la casa francesa es ¡°diferente¡±. ¡°Las marcas suelen asociarse demasiado a lo t¨¦cnico, pero Cartier siempre fue vinculada a la creatividad¡±, opina. En el evento los invitados tambi¨¦n pudieron descubrir una selecci¨®n de relojes de la Cartier Collection, que recoge, desde su creaci¨®n en 1983, las piezas m¨¢s representativas del estilo de la marca a lo largo de su historia.
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