Clara Diez: ¡°Los trabajos que involucran la transformaci¨®n de materias primas de forma artesanal se est¨¢n poniendo de moda¡±
Cuando Clara Diez empez¨® a experimentar con el queso y a bucear en el secreto ritmo del proceso de creaci¨®n de una joya gustativa (placer sobre el que escribe cada mes en esta revista) no sab¨ªa que estaba iniciando un viaje que la llevar¨ªa a convertirse en un referente.
Dedicar la vida al queso artesano se antoja una delicia pero, como este, el plan no carece de complejidad. Lo sabe bien Clara Diez (Valladolid, 1992), que apost¨® por el queso que le emociona: un torrente de est¨ªmulos la sacudi¨® por primera vez cuando prob¨® un Rey Silo blanco, elaborado por Ernesto Madera y Pascual Caba?o en Pravia (Asturias), y desde aquel bocado no ha cesado de querer compartir esos sentimientos que le brinda el queso a trav¨¦s de Formaje, la tienda que fund¨® con su marido, Adri¨¢n Pellejo. Ahora, adem¨¢s, nos hace part¨ªcipes de su pasi¨®n en el libro Leche, fermento y vida (Debate), que saldr¨¢ a la venta el 26 de octubre, y en el que declara que ¡°el paladar es un acceso directo al reino de las emociones¡±.
No todos los quesos interesan a Diez, quien confiesa que de peque?a el queso era lo ¨²ltimo que escog¨ªa para llevarse a la boca. ¡°El queso por ser queso no me cautiva. Es su parte humana lo que me hace conectar. Son la artesan¨ªa y su manualidad las que embellecen al queso y que son tanto la base tanto de creaci¨®n como el hilo que teje todos los procesos que resultan en el producto final¡±. Su mirada sensible atiende a estas cuestiones te¨®ricas, pero tambi¨¦n a otras de cariz m¨¢s pr¨¢ctico que se empapan de este respeto a la labor del artesano y al queso que produce, y que rezuman en cada p¨¢gina de su libro, como cuando describe que prefiere admirar al queso en la mesa en toda su rotundidad, sin cortarlo en trozos ni disponerlo ordenadamente, para as¨ª no perder su volumen, sus proporciones, sus texturas y todos aquellos rasgos que hacen de un queso artesano, el queso. ¡°El queso es una balada en la que se concilian lo humilde y lo excelso¡±, escribe en su libro. Diez dice que conocer de cerca este alimento cambi¨® su forma de ver la vida. Para ella, tras lo puramente organol¨¦ptico, el queso esconde unas ense?anzas de tipo trascendental a las que solamente se llega tras empezarlo, degustarlo y adentrarse en sus or¨ªgenes. ¡°Me gustan los aprendizajes menos obvios que entra?a la producci¨®n de un queso: es un producto que pasa por muchas fases distintas y evoluciona, alcanzando distintos sabores y texturas, e incluso se destruye a s¨ª mismo. Ese proceso subyacente es para m¨ª una alegor¨ªa de la vida, de la muerte, de los cambios, en definitiva, del tiempo¡±. Esta idea, que para Diez se sintetiza en el verso de William Butler Yeats ¡°Things fall apart; the center cannot hold¡± [Las cosas se desmoronan; el centro no puede aguantar], atraviesa todo su libro y, tambi¨¦n, su forma de obrar en el sector quesero.
Tal y como su tocaya, la pintora Clara Peeters (c. 1580-1625) retrat¨® una y otra vez los quesos para comprender su realidad poli¨¦drica, Diez trabaja de modo tal que el queso artesano sobreviva. Divulga un compromiso f¨¦rreo con el productor e insta al consumidor a ser parte del cambio que asegure una mejora y una consolidaci¨®n de las queser¨ªas artesanales. ¡°A todos nos parecen bonitos y buenos los valores que aporta el queso artesanal pero, para ser coherentes con el mensaje que celebramos, nos falta consumirlo m¨¢s. Queremos pastoreo y no macrogranjas, pero luego compramos la leche de 60 c¨¦ntimos el litro. Solamente disfrut¨¢ndolo y pag¨¢ndolo al precio que se merece, que es m¨¢s que el actual, conseguiremos que el sector salga adelante con ¨¦xito¡±. Se pregunta si con los precios presentes se est¨¢ maleducando al consumidor porque, recuerda, el queso artesanal no solamente es un producto gastron¨®mico sin par, sino que significa pastoreo y cuidado de un paisaje, reactivaci¨®n econ¨®mica de las zonas rurales y pervivencia de la historia. ¡°Olvidar todos esos procesos ancestrales que, al fin y al cabo, nos definen como sociedad, ser¨ªa perder las bases de lo que somos¡±.
Sin embargo, reconoce que el consumo est¨¢ ligado a muchos factores, tanto econ¨®micos como culturales, y afirma que su misi¨®n prioritaria es la de aumentar el consumo de un mejor queso. ¡°Pienso que la clave de todo esto reside en replantear nuestro consumo de alimentos, algo que incluso nos har¨ªa ahorrar dinero. Consumimos demasiado y, si lo hacemos, en parte es porque decidimos comprar productos que son baratos, s¨ª, pero caros, porque son pobres en t¨¦rminos gustativos y nutricionales: el queso-pl¨¢stico no es nada saciante y su falta de complejidad hace que la operaci¨®n de comer, que sirve para satisfacer el hambre, no cumpla su misi¨®n, por lo que nos veamos inmersos en un ciclo ansioso en el que necesitamos comer m¨¢s¡±.
Por todas estas razones, la cofundadora de Formaje aplaudir¨ªa cualquier iniciativa gubernamental que reconociera el valor social, cultural y econ¨®mico que conlleva la actividad de las queser¨ªas artesanas. ¡°Creo que en Espa?a se desprecia mucho la visi¨®n a largo plazo en cuanto a la producci¨®n. La Administraci¨®n suiza, por ejemplo, aboga por la excelencia en la elaboraci¨®n de queso porque entiende que es una obligaci¨®n estatal, y lo hace mediante el pago de un extra a los productores que elaboran sus quesos con leche de animales en pastoreo. Ha entendido algo muy importante: que los pastores son guardianes del paisaje y, en el caso de que se abandonara el pastoreo y la actividad quesera, deber¨ªa invertir recursos p¨²blicos en el mantenimiento de ese paisaje. Si desapareciera el queso, desaparecer¨ªa toda una cultura¡±.
A la vez, y haciendo gala de una objetividad necesaria para el avance del sector, Diez explica que quedan muchas mejoras por llevar a cabo en las queser¨ªas artesanas espa?olas. ¡°Si bien es cierto que en nuestro pa¨ªs tenemos una selecci¨®n de producto cada vez m¨¢s amplia e interesante, hoy nos seguimos enfrentando a un problema de consistencia. Tenemos un producto muy bueno y con mucho potencial, pero tiende a tener una calidad irregular y, para Formaje, la calidad pasa por la consistencia. Somos exigentes y lo sabemos, pero consideramos que los defectos empa?an el buen nombre de la artesan¨ªa¡±. Asimismo, la experta ve el sector en una fase experimental y se?ala que la escuela de la nueva queser¨ªa espa?ola, que cuenta con unos 15 a?os de edad, todav¨ªa no tiene un recorrido que permita consolidar su oferta. ¡°Es por esto que instamos mucho a los productores a centrarse en lo que mejor hacen y en integrar valores y m¨¢s teor¨ªa en su producto, as¨ª como en desarrollar una visi¨®n empresarial que les permita salir de la econom¨ªa de subsistencia para crear un negocio floreciente¡±.
Mirando hacia el futuro, entrev¨¦ un rayo de luz. En su an¨¢lisis, las generaciones que a d¨ªa de hoy viven nacidas hace 20 a?os se est¨¢n aproximando a los trabajos manuales con gusto. ¡°Los trabajos que involucran la transformaci¨®n de materias primas de forma artesanal se est¨¢n poniendo de moda. Vuelve a considerarse cool ser panadero, carpintero o, por supuesto, quesero. A mi parecer, ha habido una recuperaci¨®n del valor social de estas profesiones¡±. Sobre los pr¨®ximos pasos de Formaje, fija los objetivos venideros en la expansi¨®n del retail y en la internacionalizaci¨®n. En su particular novela de formaci¨®n quesera, Diez ha aprendido a creer y defender su criterio y a crecer espiritualmente sobre el producto. El sector al que lleg¨®, altamente masculinizado, no respondi¨® de entrada a su principal inter¨¦s: mientras que la emoci¨®n dominaba su experiencia en torno al queso, sus compa?eros sustentaban sus opiniones en tecnicismos. ¡°Los phs, las mediciones y otras partes t¨¦cnicas son las claves para lograr un queso excelente. Pero aquella visi¨®n masculina no era la m¨ªa e, inconscientemente y de forma forzada, la fui incorporando para encajar. Cre¨ªa que eso era lo importante y pas¨¦ a dejar fuera de mi vivencia muchas connotaciones personales que tiene para m¨ª el queso. No quer¨ªa que por ser mujer y por hablar de lo emocional se me tratara con condescendencia, algo con lo que convivimos todas porque, lamentablemente, es parte del esquema cultural presente. Precisamente, esto me afect¨® a la hora de escribir el libro: ¡®?Tengo que hacer el libro exhaustivo que satisfaga los est¨¢ndares de la mayor¨ªa de personas del sector?¡¯, me pregunt¨¦. Decid¨ª que no, que esa no es la parte que me enamor¨®, y que escribir¨ªa el libro que yo quisiera. Y todo fue gracias al queso¡±.
*Maquillaje y peluquer¨ªa: David Bello para Chanel Beauty.
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