58 a?os, calvo y ¡°el dios del traje informal¡±: ?es Jeffrey Wright el hombre m¨¢s elegante de Hollywood?

American Fiction es el nombre de su ¨²ltimo trabajo, pero tambi¨¦n podr¨ªa ser perfectamente el enunciado que describiera un caso de ¨¦xito muy particular: el de Jeffrey Wright. El hecho de que fuera uno de los hombres mejor vestidos de los premios Independent Spirit, a sus 58 a?os, sin cumplir con los est¨¢ndares de otras estrellas ¡ªcalvo, con gafas y estatura media¡ª y vestido de traje de raya diplom¨¢tica c...

American Fiction es el nombre de su ¨²ltimo trabajo, pero tambi¨¦n podr¨ªa ser perfectamente el enunciado que describiera un caso de ¨¦xito muy particular: el de Jeffrey Wright. El hecho de que fuera uno de los hombres mejor vestidos de los premios Independent Spirit, a sus 58 a?os, sin cumplir con los est¨¢ndares de otras estrellas ¡ªcalvo, con gafas y estatura media¡ª y vestido de traje de raya diplom¨¢tica con chaqueta de cuatro botones que dejaba ver una camisa blanca sin corbata, puede sonar desde luego a ficci¨®n. Sin embargo el estilo de Wright (relajado, pero no perezoso, y elegante, pero no relamido) es muy real. Tan real que precisamente ah¨ª es donde radica su ¨¦xito.

A diferencia de las grandes estrellas del momento, que acaparan los flashes a golpe de estilismos extravagantes o f¨®rmulas anquilosadas no aptas para cualquiera que no se parezca a Cary Grant, a Jeffrey Wright solo le hace falta un traje y una camisa o, a veces, una simple camiseta. Tal es el fen¨®meno que la edici¨®n norteamericana de GQ dedic¨® un art¨ªculo a analizar cu¨¢l era la f¨®rmula infalible de Wright para ser ¡°un dios del traje informal¡±. En el medio brit¨¢nico The Independent, adem¨¢s de hacer alusi¨®n a sus brillantes dotes como actor (que el p¨²blico recuerda, tal vez, gracias a su papel de androide que no sabe que es un androide en Westworld), apuntaban que Wright ya era tendencia. En el reportaje, uno de los relaciones p¨²blicas de American Fiction afirmaba que las elecciones de estilo de Wright eran simplemente impecables: ¡°F¨ªjate en el tiro alto de sus pantalones. Cuando se trata de Jeffrey, agradecemos un tobillo¡±. Aqu¨ª entra, posiblemente, el ¨²nico factor pol¨¦mico: ?puede uno ir con traje y sin calcetines en 2024?

El factor traje

Controversias aparte, el factor fundamental del estilo Wright, adem¨¢s del aplomo, es la perfecta ejecuci¨®n de sus trajes: casi siempre de hombro suave y l¨ªnea ligeramente entallada, pero lejos de los estragos del slim fit. Entre sus marcas predilectas se encuentran Canali, Brunello Cucinelli o John Varvatos, marcas expertas en chaqueta y pantal¨®n ajenos a las tendencias y que cumplen con una sola misi¨®n: sentar como un guante.

En sus pies calza, casi en exclusiva, zapatos de Paul Smith, la ¨²nica licencia algo extravagante ¨Csiendo generosos¨C que se permite. Y, quiz¨¢ de su pasado como amigo de James Bond, ha quedado el gusto por un buen reloj Omega, que suele ser el complemento que reina en solitario en sus estilismos.

La elecci¨®n de colores tambi¨¦n juega un papel determinante y Jeffrey Wright demuestra una vez m¨¢s que la originalidad no es un fin en s¨ª mismo. No es necesario subirse al carro de las tendencias m¨¢s estridentes de trajes en azul pitufo o rosa pastel para destacar en una alfombra roja. ?l lo hace con los cl¨¢sicos: gris, azul marino o negro. Y, en alg¨²n evento de d¨ªa se permite vestir de tonos claros, y preferentemente color arena.

Detr¨¢s de su celebrado estilo se encuentra Monty Jackson, a quien Wright siempre menciona en sus publicaciones en Instagram. Un estilista criado en el sur de California, que cree que ¡°la moda tiene que ser llevable, divertida y capaz de generar confianza en uno mismo¡±, tal y como apunta la biograf¨ªa publicada en la p¨¢gina web de su agencia. En su cartera de clientes se encuentran Orlando Bloom o el protagonista de The White Lotus, Murray Barlett.

Solo para los grandes eventos Wright se pone pajarita, aunque es cuando prescinde de corbata cuando su estilo brilla m¨¢s que nunca. Es la ant¨ªtesis de la estrella de Hollywood. Se mud¨® de Los ?ngeles a Brooklyn, entre otras razones, porque quer¨ªa ¡°mantener los pies en suelo y una vida de persona normal¡±. Sus papeles, predominantemente secundarios, le han permitido no obstante consolidar una reputaci¨®n de actor s¨®lido. Ha tenido que esperar varias d¨¦cadas para recibir su nominaci¨®n al Oscar al mejor actor principal. Su carrera est¨¢ resultando como su estilo: casi perfecto.

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