De un hombre desnudo a un discurso de siete minutos: los momentos m¨¢s inc¨®modos de la historia de los Oscar
Todo el mundo tiene en la cabeza la posibilidad de que este a?o Karla Sof¨ªa Gasc¨®n d¨¦ la sorpresa y una actriz vetada por la industria gane por primera vez el Oscar. Pero no ser¨ªa el primer momento inc¨®modo que tiene lugar en la gran noche del cine. Todos estos han allanado el terreno
La noche que Tom Hanks hizo 'outing' a un antiguo profesor ¨C Cuando subi¨® a agradecer el Oscar por 'Philadelphia' (1993), el primero de los dos que ha ganado (el segundo llegar¨ªa por 'Forrest Gump'), Tom Hanks sigui¨® el guion habitual: record¨® entre l¨¢grimas a su esposa, la tambi¨¦n actriz Rita Wilson, y a sus compa?eros Antonio Banderas y Denzel Washington. El momento culminante lleg¨® cuando mencion¨® a dos personas an¨®nimas hasta ese momento. "No hubiera subido aqu¨ª si no fuera por dos hombres muy importantes en mi vida, el se?or Rawley Farnsworth, que era mi profesor de teatro de secundaria y uno de mis compa?eros de clase, John Gilkerson. Menciono sus nombres porque son dos homosexuales estadounidenses, dos hombres maravillosos con los que tuve la suerte de coincidir y recibir su inspiraci¨®n a una edad tan temprana¡±. Todo el teatro aplaudi¨®, hubo l¨¢grimas y el apasionado discurso fue elegido el mejor de la noche y uno de los m¨¢s emotivos de la historia de la gala. Pero al d¨ªa siguiente 'The New York Post' lanz¨® uno de sus amarillistas titulares: "?Outing en los Oscars!", insinuando que Hanks hab¨ªa ¡°sacado del armario¡± sin permiso a su profesor Rawley Farnsworth (John Gilkerson hab¨ªa fallecido a?os antes). Lo cierto es que Hanks se hab¨ªa puesto en contacto con Farnsworth antes de la gala para advertirle de sus intenciones. "No me importa salir a la palestra ahora", declar¨® un ya jubilado Farnsworth a la revista People. "No pens¨¦ que tuviera nada que perder", aunque agreg¨®: "Si todav¨ªa estuviera en la vida profesional, no s¨¦ c¨®mo habr¨ªa reaccionado". La experiencia le cambi¨® la vida: se convirti¨® en un defensor de los derechos de los homosexuales y dirigi¨® un grupo de maestros gays, lesbianas y transg¨¦nero. Su fama no se limit¨® a ese breve momento, sino que tuvo una consecuencia imprevisible. El guionista Paul Rudnick tuvo la idea de transformarla en una pel¨ªcula que contaba c¨®mo habr¨ªa sido la vida de ese profesor si realmente se hubiese sido sacado del armario contra su voluntad. 'In and out' se convirti¨® en uno de los mayores ¨¦xitos de 1997. Ha habido muchos discursos inspiradores en los Oscars, pero el de Hanks fue el ¨²nico que inspir¨® una pel¨ªcula.Vinnie Zuffante (Getty Images)Cuando Rob Lowe conoci¨® a Blancanieves ¨C La gala de los premios de 1989 tiene el dudoso honor de ser considerada la peor de la historia de la Academia. El responsable de semejante hito fue el productor Allan Carr, c¨¦lebre tanto por sus ¨¦xitos en Broadway como por su amor por los caftanes y las fiestas dionis¨ªacas. Carr quiso convertir una gala que afrontaba los noventa de capa ca¨ªda en un espect¨¢culo m¨¢s grande de la vida y para ello, adem¨¢s de suprimir por primera vez la figura del presentador, comenz¨® la noche con un n¨²mero musical supuestamente fastuoso en el que la actriz Eileen Bowman, disfrazada de Blancanieves, y Rob Lowe, el rompercorazones del momento, cantaban a la magia del cine repasando ¨¦xitos musicales del pasado. Dicho as¨ª puede no resultar demasiado dram¨¢tico, y tal vez no lo hubiese sido si no se hubiese prolongado durante doce minutos eternos durante los que se hac¨ªa cada vez m¨¢s patente la incomodidad de Lowe y la desesperaci¨®n de la joven Bowman, que ve¨ªa como el punto m¨¢s alto y el m¨¢s bajo de su carrera se suced¨ªan sobre el escenario. Quiz¨¢s en ese momento los que contrataron a Carr recordaron que era el art¨ªfice de Grease, pero tambi¨¦n de 'Grease 2' y 'Can't Stop the Music', una pel¨ªcula sobre los hoy 'trumpianos' Village People protagonizada por Caitlyn Jenner antes de su transici¨®n p¨²blica. Las consecuencias no se hicieron esperar. Disney present¨® una demanda por la utilizaci¨®n (y degradaci¨®n) de Blancanieves sin el correspondiente permiso y 17 miembros de la academia, entre los que se encontraban figuras como Paul Newman y Gregory Peck, firmaron una carta en la que calificaban a la gala de ¡°una verg¨¹enza tanto para la Academia como para toda la industria cinematogr¨¢fica¡±. Carr nunca volvi¨® a producir los Oscars, Bowman se perdi¨® en t¨ªtulos como 'Los tomates asesinos se comen Francia' y el v¨ªdeo er¨®tico de Rob Lowe que sali¨® a la luz poco despu¨¦s consigui¨® que esta actuaci¨®n no sea lo primero que se menciona cuando se habla de su carrera. Randy Leffingwell (Los Angeles Times via Getty Imag)Las menudencias que no inmutaron a David Niven ¨C Hasta que Will Smith se vio obligado por el diablo (eso dijo minutos despu¨¦s en su err¨¢tico discurso de aceptaci¨®n del Oscar) a defender el honor de su esposa propin¨¢ndole un derechazo a Chris Rock, el 'streaker' (corredor desnudo por lugares p¨²blicos) que atraves¨® el escenario del Dorothy Chandler Pavilion durante la 46 edici¨®n de los Premios ?scar era la an¨¦cdota m¨¢s sonada de la historia de los premios, la n¨²mero uno imbatible de la lista de sucesos desconcertantes de la noche m¨¢s granada de la industria. En el tramo final de la gala, mientras el elegante actor brit¨¢nico David Niven estaba presentando a Elizabeth Taylor, quien ser¨ªa la responsable de anunciar el premio a la mejor pel¨ªcula (gan¨® 'El golpe'), empez¨® a o¨ªrse un murmullo en la platea. El presentador no tard¨® en entender qu¨¦ lo hab¨ªa ocasionado: segundos despu¨¦s un tipo corri¨® por el escenario sin m¨¢s atav¨ªo que un bigote y una gran sonrisa. Result¨® tan sorprendente como que el hombre supiese exactamente por d¨®nde ten¨ªa que abandonar el escenario, algo que a tantas estrellas les cuesta entender. "?No es una l¨¢stima que la ¨²nica manera que tiene este hombre de conseguir una risa sea desnud¨¢ndose y mostrando sus menudencias?", solt¨® Niven, demostrando que es era el mejor representante de la flema brit¨¢nica. La frase, que habr¨ªa querido firmar cualquier guionista de la sala, fue tan precisa que hubo quien consider¨® que todo era una artima?a de los productores de la ceremonia para lograr publicidad, pero s¨®lo hay que leer cualquiera de los libros publicados por Niven para saber que tan s¨®lo era una muestra espont¨¢nea de su ingenio. Robert Opel, que era el nombre del nudista, result¨® ser un tipo tan fascinante como su ocurrencia. Era un fot¨®grafo y activista de la emergente contracultura 'queer' estadounidense vinculado con la troupe de John Waters que ya hab¨ªa mostrado ¡°sus menudencias¡± en otras manifestaciones. Opel disfrut¨® de un breve periodo de fama hasta que en 1979 fue asesinado por unos ladrones en la galer¨ªa de arte que regentaba en San Francisco. Hulton Archive (Getty Images)
La noche m¨¢s mis¨®gina de Seth MacFarlane ¨C Cada cierto tiempo la Academ¨ªa se cree eso tan manido de que son un atajo de ancianos blancos y conservadores y pretende captar la atenci¨®n de los adolescentes (sin pararse a pensar que la atenci¨®n adolescente es incompatible con una gala que dura m¨¢s de tres horas) mediante ideas que huelen a desesperaci¨®n. En 2013 decidieron que su elixir de la juventud ser¨ªa Seth MacFarlane, el creador de 'Padre de familia', una de las series m¨¢s mordaces de la televisi¨®n. Por si el tipo de humor de MacFarlane no daba pistas suficientes de por d¨®nde iban a ir los tiros, la CBS anunci¨® la gala como ¡°?Por fin! ?Una ceremonia del Oscar que los hombres disfrutar¨¢n!¡±. La noche se convirti¨® en una oda a la misoginia nada sutil desde su n¨²mero de apertura, un musical titulado 'He visto tus tetas' donde, acompa?ado por el coro de hombres gays de Los ?ngeles, nombraba a varias actrices que se hab¨ªan desnudado en pel¨ªculas, entre ellas Meryl Streep, Naomi Watt, Kate Winslet o Angelina Jolie. "?No es gracioso que solo veamos esas pel¨ªculas para mirar fijamente los pechos de las mujeres¡±, cantaba alegremente mientras se entremezclaban planos de Charlize Theron y Naomi Watts grabados previamente en los que fing¨ªan indignaci¨®n. Un n¨²mero musical inimaginable en los tiempos post #metoo. A pesar de que en la sala no hubo demasiado revuelo, en las redes sociales muchos observaron que en alguna de las pel¨ªculas citadas en la canci¨®n, como era el caso de Jodie Foster en 'Acusados' o Halle Berry en 'Monster¡¯s Ball', esos pechos se mostraban en el contexto de una violaci¨®n. No fue la ¨²nica pulla sexista del presentador durante la noche: a lo largo de la gala sexualiz¨® a la actriz Quvenzhan¨¦ Wallis, de nueve a?os, y llam¨® ¡°stripper¡± a Jennifer Aniston. ¡°La noche m¨¢s fea y sexista de los Oscar¡±, dijeron los medios de una ceremonia alcanz¨® niveles de misoginia in¨¦ditos hasta para una industria tan sexista. Mark Davis (WireImage)Richard Gere contra China ¨C Si alguien se sorprendi¨® por el fuerte contenido pol¨ªtico del discurso de Richard Gere al recoger el Goya de Honor este a?o es que ha olvidado el esc¨¢ndalo que se produjo hace tres d¨¦cadas en los Oscar. Richard Gere, tras haber sido un s¨ªmbolo sexual gracias a 'Oficial y caballero' o 'American Gigol¨®' y reciclarse en pr¨ªncipe azul de sienes plateadas en 'Pretty Woman', era una de las estrellas m¨¢s rutilantes de Hollywood y como tal tuvo el honor de presentar un Oscar en solitario. Deber¨ªa haber sido algo rutinario, pero antes de leer el sobre con el premio a la mejor direcci¨®n art¨ªstica (gan¨® 'Regreso a Howard¡¯s End') decidi¨® hacer un a?adido de su cosecha centrado en las violaciones de los derechos humanos en China. Durante algo m¨¢s de un minuto y medio, Gere se dirigi¨® al l¨ªder chino Deng Xiaoping, a qui¨¦n imaginaba como uno de los millones de espectadores del programa, y pidi¨® a los presentes que le enviasen ¡°amor, verdad y cordura" para que retirase sus tropas del T¨ªbet y permitiera que sus habitantes volviesen a vivir como personas "libres e independientes". No era la primera vez que hablaba sobre el Tibet. Gere era uno de los budistas m¨¢s reconocibles de Estados Unidos y estudi¨® con el Dalai Lama. Los asistentes a la gala aplaudieron educadamente, pero no hizo lo mismo Gil Cates, el legendario productor de los Oscars durante casi dos d¨¦cadas, que ese a?o hab¨ªa tenido que escuchar al matrimonio formado por Tim Robbins y Susan Sarandon aprovechar su paso por el escenario para denunciar el trato a lo refugiados haitianos retenidos en Guant¨¢namo por ser positivos a VIH. "?A alguien le importan los comentarios de Richard Gere sobre China? Es un arrogante", estall¨® Cates tras la gala, seg¨²n 'Los Angeles Times'. "Que alguien a quien invito a presentar un premio use ese tiempo para compartir una creencia pol¨ªtica personal no solo es indignante, sino que es de mal gusto y deshonesto", se lament¨®. "No los invitar¨ªa a mi casa, y no los invitar¨¦ nunca a ning¨²n futuro espect¨¢culo futuro". ¡°Nunca¡± es una palabra muy contundente cuando hablamos de una estrella como Gere, pero tuvieron que pasar dos d¨¦cadas hasta que el protagonista de Chicago volviera a recibir una invitaci¨®n de la Academia. "Parece que si te quedas aqu¨ª el tiempo suficiente, se olvidan de que te han prohibido¡± declar¨® a 'The Huffington Post'. Steven D Starr (Corbis via Getty Images)Adele Dazeem y Glom Gazingo, las grandes estrellas que nadie conoce ¨C ?Qui¨¦n es Adele Dazeem? Fue la pregunta que la noche del 2 de marzo de 2014 se hicieron tanto los millones de seguidores de la gala de los Oscars como los asistentes al evento. No era una joven y prometedora nueva estrella, sino el nombre que John Travolta le adjudic¨® a Idina Menzel, la diva de Broadway responsable de darle voz a la Elsa de 'Frozen'. Pudo deberse a los nervios del directo o a que el 'teleprompter' se le hizo bola, pero el resultado fue un momento desconcertante. Minutos despu¨¦s, Adele Dazeem ya era una celebridad de internet con su propia cuenta en Twitter. Los compa?eros de Menzel empezaron a difundir los carteles de su nuevo musical 'If/Then' sustituyendo el nombre de la estrella por Adele Dazeem y la revista 'Slate' lanz¨® una 'app' que ¡°travoltizaba¡± cualquier nombre. Hubo un tiempo en el que Internet era un lugar feliz. Un a?o despu¨¦s la Academia tuvo el buen tierno de volver a juntarlos para presentar el premio a la mejor canci¨®n y la estrella de Broadway present¨® al actor como Glom Gazingo. Kevin Winter (Getty Images)
Greer Garson y el discurso eterno ¨C Nada alarga m¨¢s las galas y las hace m¨¢s tediosas que los eternos discursos de agradecimiento de los premiados, a pesar de que el tiempo oficial cada vez se acorta m¨¢s y los elementos disuasorios externos: orquesta y azafatos que aparecen en el escenario con gesto apremiante intentan disuadir a los alborozados galardonados. El 4 de marzo no hubo nadie en el Cocoanut Grove del Hotel Ambassador que disuadiese a Greer Garson de lanzar un discurso de siete minutos para agradecer su premio a mejor actriz por 'La se?ora Miniver', un drama de guerra rom¨¢ntico dirigido por William Wyler. Un discurso que sigue siendo hoy, y lo seguir¨¢ por siempre, esperemos, el m¨¢s largo de la historia de los premios (y s¨®lo llevaban 15 ediciones). Aunque no se conserva en su totalidad, no consta que Garson se saliese de los lugares comunes de los premiados, pero suponemos que los visit¨® absolutamente todos. La actriz no volvi¨® a ganar el premio aunque fue nominada siete veces m¨¢s (imaginamos por qu¨¦). Tal vez para compensar este disparate, a?os despu¨¦s Alfred Hitchcock recogi¨® su Oscar honor¨ªfico dando el m¨¢s corto de la historia: "Gracias... ?de verdad!" se limit¨® a decir. Y seguro que a alguien se le hizo largo. Bettmann (Bettmann Archive)No estaba muerta, estaba de parranda ¨C El momento dedicado al 'in memoriam' suele ser uno de los m¨¢s emotivos de cualquier gala, un tiempo de recogimiento para recordar a los fallecidos en el que alguna estrella canta un tema sentimental mientras por la pantalla se van sucediendo los rostros y las caras de los fallecidos. A pesar de su solemnidad, no es un fragmento exento de pol¨¦micas. Cada a?o alguien lamenta la ausencia de alguna luminaria cuya carrera le hac¨ªa candidato a recibir tal honor. En la gala de 2016, mientras la cantante Sara Bareilles interpretaba 'Both Sides Now' de Joni Mitchell, en la pantalla apareci¨® la imagen de Jan Chapman, productora australiana responsable de pel¨ªculas como 'El piano'. El p¨²blico presente en la sala aplaudi¨®, pero la propia Chapman en su casa no. Es dif¨ªcil imaginar lo perturbador que pudo haber sido el momento para los allegados de Chapman que no hubiesen hablado con ella recientemente. La productora reivindic¨® su estado vital en Variety: ¡°Estoy viva y bien y soy una productora activa¡±, pero lament¨® amargamente la confusi¨®n ya que la cara que deb¨ªa haber figurado en aquel segmento era la de la dise?adora de vestuario australiana Janet Patterson, cuatro veces nominada al Oscar y buena amiga de Chapman. Pudo haber sido el momento m¨¢s confuso de la gala, pero minutos despu¨¦s Warren Beatty y Faye Dunaway se dirigieron al escenario con el sobre que conten¨ªa el nombre de la galardonada como mejor pel¨ªcula de la noche. Y lo dem¨¢s es historia. ?Qu¨¦ hac¨ªa Eminem en la gala de los Oscars de 2020? ¨C Durante la ¨²ltima gala de los Goya muchos se preguntaron si estaban viendo los Grammy latinos. Desfilaron por all¨ª Miguel R¨ªos, Alejandro Sanz, Amaral, Lola ?ndigo o Rigoberta Bandini, unos porque tocaba homenajear algo (todo) relacionado con Granada, otros porque pasaban por all¨ª y sirvieron para rellenar (m¨¢s a¨²n) una gala que por momentos parec¨ªa no acabarse nunca. A?o tras a?o, las canciones nominadas desaparecen de las galas, a pesar de pertenecer a las pel¨ªculas protagonistas de la noche, y se ven sustituidas por n¨²meros musicales aleatorios de dif¨ªcil encaje. Algo as¨ª sucedi¨® en 2020 cuando, sin que a¨²n sepamos muy bien por qu¨¦, el rapero Eminem apareci¨® en el escenario para interpretar 'Lose Yourself'. ?Un aniversario? Extra?o teniendo en cuenta que '8 millas', la pel¨ªcula a cuya banda sonora pertenec¨ªa el tema, se hab¨ªa estrenado 17 a?os antes y no parec¨ªa una fecha muy redonda. La mayor¨ªa de los asistentes bailaron, otros como Martin Scorsese fruncieron el ce?o sin entender a qu¨¦ ven¨ªa aquello. Eminem no estaba nominado a nada, ni ten¨ªa ninguna relaci¨®n con ninguna pel¨ªcula de aquella noche, no hab¨ªa ning¨²n motivo para estar all¨ª m¨¢s que el hecho de que cuando Barbra Streisand hab¨ªa anunciado su victoria en 2003 ¨¦l estaba viendo la gala en su casa porque no imaginaba que ten¨ªa posibilidades de ganar. Ni siquiera el propio cantante entendi¨® qu¨¦ hac¨ªa all¨ª en 2020, pero, seg¨²n declar¨® a 'Variety', le pareci¨® una buena oportunidad. Craig Sjodin (ABC via Getty Images)La gala que acab¨® demasiado pronto ¨C En 1956 los espectadores de los Oscars vivieron un milagro que jam¨¢s se ha vuelto a repetir: la gala fue extraordinariamente ¨¢gil. Al frente estaba el c¨®mico Jerry Lewis, que los presentaba por tercera vez. Todo transcurri¨® sin incidentes ni pol¨¦micas, nadie corri¨® desnudo por el escenario, ni dio un discurso incendiario o eterno. Pero cuando todos los ganadores y presentadores de premios se reunieron en el escenario para despedir la gala, alguien avis¨® a Lewis de que la ceremonia hab¨ªa acabado con 20 minutos de antelaci¨®n y que, cosas del directo, hab¨ªa que rellenar ese espacio televisivo. Forjado en los escenarios de Las Vegas y reconocido improvisador, Lewis se dedic¨® a contar chistes y cantar en bucle 'There's No Business Like Show Business' mientras las estrellas presentes en el escenario, entre las que se encontraban Cary Grant e Ingrid Bergman o Robert Wagner, bailaban en el escenario para echarle un cable. Para amenizar la retransmisi¨®n, Lewis fingi¨® dirigir la orquesta y tocar la trompeta hasta que por fin la NBC le avis¨® de que insertar¨ªan un cortometraje para aliviar su sufrimiento. Bettmann (Bettmann Archive)