¡°Entre Hollywood y una vida, eleg¨ª una vida¡±: Josh Hartnett, la estrella que brill¨® demasiado pronto, vuelve al cine
Coronado antes de tiempo como ¡°el nuevo Tom Cruise¡± por una industria desesperada por crear estrellas, Josh Hartnett se baj¨® de aquel tren hacia la gloria para dedicarse a pel¨ªculas independientes y series de televisi¨®n. Ahora, Guy Ritchie lo rescata para la primera pel¨ªcula del actor en la meca del cine en 14 a?os
¡°Estaba en las portadas de todas las revistas. No pod¨ªa ir a ning¨²n sitio. No pod¨ªa confiar en nadie. Estaba solo¡±. Hace justo 20 a?os la prensa coronaba a Josh Hartnett como el nuevo Tom Cruise, el nuevo Gary Cooper, el nuevo Leonardo DiCaprio. Pero aquel t¨ªtulo result¨® ser prematuro. ¡°Dije que no a la gente equivocada¡±, ...
¡°Estaba en las portadas de todas las revistas. No pod¨ªa ir a ning¨²n sitio. No pod¨ªa confiar en nadie. Estaba solo¡±. Hace justo 20 a?os la prensa coronaba a Josh Hartnett como el nuevo Tom Cruise, el nuevo Gary Cooper, el nuevo Leonardo DiCaprio. Pero aquel t¨ªtulo result¨® ser prematuro. ¡°Dije que no a la gente equivocada¡±, lamentar¨ªa despu¨¦s el actor. ¡°Me ve¨ªan como alguien que hab¨ªa mordido la mano que le daba de comer. Intent¨¦ encontrar pel¨ªculas m¨¢s peque?as y, en el proceso, quem¨¦ mis puentes con los estudios¡±, a?ad¨ªa.
Ahora regresa junto a Jason Statham en el thriller de Guy Ritchie Despierta la furia, la primera pel¨ªcula de Hollywood que Hartnett ha hecho en 14 a?os. El director brit¨¢nico lo llam¨® porque un actor de la pel¨ªcula se hab¨ªa ca¨ªdo del reparto, necesitaba un reemplazo urgentemente y Hartnett viv¨ªa cerca del set de rodaje. Juntos tuvieron que improvisar el personaje sobre la marcha. Hartnett dice que ha sido una de las mejores experiencias de su vida.
Entre tanto comentario sobre su ¡°regreso¡± (el segundo en 20 a?os), Hartnett insiste en que nunca se fue a ning¨²n sitio: ¡°Nunca me retir¨¦. Solo empec¨¦ a hacer pel¨ªculas m¨¢s peque?as y tuve hijos¡±, ha aclarado recientemente. Pero aunque ¨¦l intente quitarle dramatismo, su desaparici¨®n sigue fascinando a los mit¨®manos: es uno de los relatos m¨¢s transparentes para comprender exactamente c¨®mo funciona Hollywood.
Josh Hartnett decidi¨® ser actor mientras trabajaba en un videoclub gracias a Trainspotting, 12 monos o Sospechosos habituales. Empez¨® a estudiar interpretaci¨®n en el prestigioso conservatorio de la State University de Nueva York, pero cuando le escribi¨® una carta al decano indic¨¢ndole que el sistema de evaluaci¨®n asfixiaba la creatividad de los alumnos la instituci¨®n lo expuls¨®.
Cuando aterriz¨® en Los ?ngeles, su representante, Nancy Kremer, lo estaba esperando en el aeropuerto con 80 castings programados para tres semanas. (Lo normal es ir a cuatro por semana). De ah¨ª salieron Halloween H20, The Faculty y Las v¨ªrgenes suicidas, donde Sofia Coppola se propuso ¡°convertirlo en un icono¡±: Trip Fontaine entraba en la pel¨ªcula a c¨¢mara lenta, con Magic Man, de Heart, de fondo y con la c¨¢mara recorriendo su cuerpo desde las botas hasta el cardado.
¡°Preparado para despegar¡±, titulaba People semanas antes del estreno de Pearl Harbor. ¡°Este t¨ªo va a tener mujeres acampadas en su jard¨ªn durante meses¡±, vaticinaba su coprotagonista Ben Affleck. Josh hab¨ªa tenido muchas dudas respecto a aceptar aquella superproducci¨®n, porque tem¨ªa que los directores de prestigio no se lo tomar¨ªan en serio, pero su padre lo convenci¨®. Le dijo que la fama es temporal, pero el arrepentimiento es permanente.
En junio de 2001, Vanity Fair public¨® un reportaje titulado ¡°La fabricaci¨®n de Josh Hartnett¡±. ¡°Adm¨ªtelo ¡ªa?ad¨ªa la portada¡ª, hasta hace 15 minutos t¨² tampoco sab¨ªas qui¨¦n era¡±. La tesis del art¨ªculo era que Hartnett no buscaba la fama, porque era un rebelde enamorado de la Generaci¨®n Beat, pero que brillaba tanto que su estrellato era sencillamente inevitable. ¡°Cada vez que lo llevaba a un casting lo llamaban de nuevo, lo cual casi nunca ocurre¡±, presum¨ªa su representante. ¡°Los directores de casting se llamaban entre ellos recomend¨¢ndolo¡±.
¡°Pearl Harbor convertir¨¢ a este desconocido en una estrella de cine internacional. Si todo sale seg¨²n lo previsto, para el 4 de julio ser¨¢ un rompecorazones del calibre de Leonardo DiCaprio¡±, promet¨ªa Vanity Fair. ¡°Yo le insisto en que cuando se estrene la pel¨ªcula le va a cambiar la vida. Y ¨¦l dice ¡®ya lo s¨¦...¡¯, pero no lo sabe. No tiene ni idea de lo que le espera. Habr¨¢ chicas corriendo detr¨¢s de ¨¦l. Lo va a lamentar¡±, aseguraba el productor Jerry Bruckheimer, quien defin¨ªa a Hartnett como un cruce entre Gary Cooper y Montgomery Clift. Pearl Harbor aspiraba tanto a emular el fen¨®meno Titanic que su campa?a promocional pasaba por convertir a Hartnett en un ¨ªdolo de masas del calibre de DiCaprio. Independientemente de lo que opinasen las masas.
Durante el rodaje, el director Michael Bay intent¨®, sin ¨¦xito, ense?arle a mostrar ¡°una sonrisa de mil vatios que explotase en la pantalla¡±. ¡°Nunca he entendido c¨®mo las estrellas ponen en marcha su carisma, pero desde luego est¨¢n intentando ense?arme¡±, admit¨ªa el actor, que ya se hab¨ªa agenciado un sueldo de dos millones por su siguiente pel¨ªcula, Black Hawk derribado, y hab¨ªa fundado su propia productora para desarrollar proyectos. ¡°Ocurre muy a menudo que alguien es proclamado como la pr¨®xima gran estrella y lo pierde¡±, advert¨ªa Michael Bay. ¡°Lo pierde porque toma malas decisiones. Y este negocio no perdona¡±, a?ad¨ªa.
¡°Oh, aquel reportaje fue horroroso¡±, se lamentaba Josh Hartnett hace unos meses en The Guardian. ¡°?Hab¨ªa alguna declaraci¨®n m¨ªa o era solo una lista de gente hablando sobre lo bueno que estaba? La gente sent¨ªa que le estaban tirando a Josh Hartnett a la cara, a partir de esa portada not¨¦ resentimiento hacia m¨ª. Me comparaban con Tom Cruise y Julia Roberts, era demencial. Era una situaci¨®n abocada al fracaso. Tambi¨¦n fue un ejemplo interesante de la naturaleza de la fama. Simplemente, ojal¨¢ no me hubiera pasado a m¨ª¡±.
Pearl Harbor fue la sexta pel¨ªcula m¨¢s taquillera de 2001, un ¨¦xito para cualquier pel¨ªcula excepto para esta, que adem¨¢s recibi¨® cr¨ªticas demoledoras. As¨ª que, tras cuatro a?os trabajando todos los d¨ªas, Hartnett volvi¨® a Minnesota y pas¨® 18 meses sin leer guiones. Deseaba tanto reconectar con su vida anterior que volvi¨® a salir con su novia del instituto pero, eso s¨ª, en vez de instalarse con sus padres en la capital (Saint Paul) se compr¨® una mansi¨®n de un mill¨®n de euros en Lake of the Isles.
Y cambiaron las tornas
¡°La modestia puede resultar atractiva en un chaval guapo, pero Hartnett necesita desarrollar una personalidad en pantalla si va a convertirse en una estrella¡±, escribi¨® David Denby en The New Yorker. ¡°?Una estrella de cine? M¨¢s bien un actor con mal pelo que tuvo suerte¡±, criticaba Anna Day. Al tratarlo como un producto (con su propia etiqueta: ¡°El nuevo Cruise/DiCaprio¡±), Hollywood especul¨® con Josh Hartnett hasta que su valor real, fuese cual fuese, dej¨® de importar. Su carrera fue percibida como un fracaso solo porque no cumpli¨® las expectativas que la propia industria hab¨ªa impuesto sobre ella. La comedia sexual de 2002 40 d¨ªas y 40 noches supuso por fin su primer ¨¦xito como protagonista. Tambi¨¦n ser¨ªa el ¨²ltimo.
Mientras promocionaba Hollywood: departamento de homicidios no se cort¨® a la hora de sugerir que Harrison Ford no llevaba bien la competencia. ¡°Tuvimos nuestros m¨¢s y nuestros menos, ¨¦l me puso a prueba y yo le odi¨¦ durante un tiempo. Se met¨ªa conmigo por mis decisiones, en plan ¡®Eso no es un peinado de polic¨ªa¡¯. Aparte de Brad Pitt en La sombra del diablo [con quien Ford tambi¨¦n discuti¨® constantemente], soy el segundo t¨ªo joven con el que ha trabajado en toda su carrera. As¨ª que cuando entr¨¦ en su territorio empez¨® a dar codazos. Quiz¨¢ sea el tipo m¨¢s agradable con todos los dem¨¢s, pero conmigo pod¨ªa pasarse una hora sentado en el coche sin dirigirme la palabra¡±.
En 2003, su agente le llam¨® con noticias sensacionales: Josh hab¨ªa conseguido el papel de Superman. Pero el actor, que ni siquiera sab¨ªa que era una opci¨®n, lo rechaz¨®. Ten¨ªa cosas mejores que hacer que pasarse 10 a?os atado a una saga por contrato (o eso parec¨ªa entonces) por mucho que se rumorease que la oferta ascendi¨® a 100 millones por tres pel¨ªculas. Tem¨ªa perder oportunidades de trabajar con cineastas de prestigio. ¡°En aquel momento me estaban ofreciendo pel¨ªculas los directores m¨¢s importantes y Superman era un riesgo¡±, aclar¨® a principios de este a?o. Esta historia le sigue persiguiendo porque, al querer evitar encasillarse como ¡°el t¨ªo que hizo Superman¡±, acab¨® encasill¨¢ndose como ¡°el t¨ªo que no hizo Superman... ni Batman¡±.
¡°A la gente no le gusta que les digas que no. Aprend¨ª la lecci¨®n cuando me reun¨ª con Christopher Nolan para Batman Begins. Decid¨ª que no era para m¨ª y luego no quiso contratarme para The Prestige. Y no solo cogi¨® a Batman [Christian Bale] para el papel, sino que tambi¨¦n fich¨® a mi novia de entonces [Scarlett Johansson]. Me di cuenta de que en el rodaje de Batman Begins se formaron una serie de relaciones de las que yo tendr¨ªa que haber formado parte¡±, confesar¨ªa Hartnett, quien admite envidiar c¨®mo Christian Bale ha logrado no solo no encasillarse sino construir ¡°una carrera incre¨ªble¡±. ¡°?Por qu¨¦ no supe verlo yo entonces?¡±, se lamenta.
Para cuando se estren¨® La dalia negra en 2006, Hartnett todav¨ªa conservaba popularidad suficiente para salir en portadas, pero su relato de estrella fallida ya estaba incrustado en su imagen p¨²blica. Un reportaje de portada en la edici¨®n estadounidense GQ, que lo defin¨ªa como un ¡°¨ªdolo adolescente en rehabilitaci¨®n¡±, explicaba c¨®mo al volverse una presencia inevitable Hartnett se hab¨ªa convertido en un tipo ¡°f¨¢cil de odiar¡±. ¡°Seamos honestos: a Josh Hartnett nos lo encasquetaron. Nos dijeron que era una estrella, su ubicuidad fue tan repentina que para cuando pudimos ponerle nombre a su cara ya est¨¢bamos hartos de verla. Le dieron el empuj¨®n de estrella mucho antes de tener algo remotamente parecido al curr¨ªculum de una estrella¡±. Esto en su propio reportaje de portada. Para entonces, la productora de Hartnett hab¨ªa cerrado sin desarrollar ni un solo proyecto. El reportaje de GQ hablaba de La dalia negra como ¡°el regreso¡± de Josh Hartnett. Ten¨ªa 28 a?os.
Y as¨ª pasaron 10 a?os, entre cine indie y cortometrajes. En The First Monday of May, el documental de 2015 sobre la gala del MET, la organizadora Anna Wintour aparece mirando un tabl¨®n con varias fotograf¨ªas de celebridades. De repente se detiene en una. ¡°?Qui¨¦n es este?¡±, pregunta. ¡°Josh Hartnett¡±, responde su asistente. ¡°?Y qu¨¦ ha hecho ¨²ltimamente?¡±, insiste Wintour. ¡°Nada¡±. Wintour arranca la foto del tabl¨®n.
Justo aquel 2015 Hartnett regres¨® a la luz p¨²blica con la serie Penny Dreadful, con la que pretend¨ªa ¡°ser tomado en serio m¨¢s all¨¢¡± de su aspecto. Despidi¨® a su representante, se mud¨® a Surrey (Reino Unido) con su pareja, la modelo Tamsin Egerton, con quien tiene tres hijos, y empez¨® a hablar abiertamente sobre sus a?os en la cima.
¡°En una ocasi¨®n se me ocurri¨® salir mascando chicle en una escena. La idea fue debatida entre varias personas durante varios d¨ªas y, al final, decidieron que no. Ten¨ªan una idea de lo que quer¨ªan vender conmigo o de la persona que quer¨ªan que fuese. Y no involucraba mascar chicle¡±, recuerda. Uno de sus mayores arrepentimientos fue meterse en pol¨ªtica a los 25 a?os: apoy¨® la campa?a del dem¨®crata John Kerry, dio m¨ªtines en Iowa sin saber nada sobre Iowa y visit¨® colegios en barrios republicanos donde los ni?os le desmontaban sus argumentos.
Hartnett asegura que en Hollywood la mayor¨ªa de las personas dejan atr¨¢s su vida anterior y solo socializan con ¡°gente que le pueda dar trabajo¡±. Admite que ninguno de aquellos proyectos de directores de primera categor¨ªa, que le inundaban cuando rechaz¨® Superman, acab¨® saliendo adelante. Y no ha olvidado a Harrison Ford: ¡°Los tipos que est¨¢n en la cima est¨¢n aterrorizados de que venga alguien por detr¨¢s. Si esa es tu verdadera ambici¨®n, estar en la cima siempre, vas a pasarte la vida mirando para atr¨¢s. Yo jam¨¢s querr¨ªa eso. S¨¦ que si me hubiera dejado seducir por Hollywood hoy no tendr¨ªa una vida feliz. Y, en aquel momento, decid¨ª tener una vida¡±.
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