?D¨®nde est¨¢ el nacionalismo gallego de centroderecha?
En Galicia, en la que hay un mayoritario sentir galleguista, no cala el nacionalismo conservador, como s¨ª lo hace en Catalu?a o en el Pa¨ªs Vasco
Galicia hoy se explica desde Pontevedra, ma?ana ya veremos. Pontevedra es la ¨²nica ciudad gallega en la que sobreviven las corridas de toros, la ¨²nica en la que un grupo de ni?as se pone de largo en el Liceo Casino durante un baile solemne con sus padres, y la ¨²nica en la que gobierna el nacionalismo de izquierdas, Bloque Nacionalista Galego (BNG), que lo primero que hizo al llegar en 1999 fue cargarse a las reinas de las fiestas y anunciar que el alcalde dejar¨ªa de ir a las procesiones de Semana Santa. Desde entonces ha dado tiempo a que un pontevedr¨¦s fuese presidente del Gobierno y el Ayunt...
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Galicia hoy se explica desde Pontevedra, ma?ana ya veremos. Pontevedra es la ¨²nica ciudad gallega en la que sobreviven las corridas de toros, la ¨²nica en la que un grupo de ni?as se pone de largo en el Liceo Casino durante un baile solemne con sus padres, y la ¨²nica en la que gobierna el nacionalismo de izquierdas, Bloque Nacionalista Galego (BNG), que lo primero que hizo al llegar en 1999 fue cargarse a las reinas de las fiestas y anunciar que el alcalde dejar¨ªa de ir a las procesiones de Semana Santa. Desde entonces ha dado tiempo a que un pontevedr¨¦s fuese presidente del Gobierno y el Ayuntamiento lo declarase persona non grata por prolongar la licencia de la f¨¢brica ENCE (no por ser presidente, que no solo habr¨ªa sido una genialidad nacionalista, sino consecuente). Todo ello en una ciudad en la que a los toros, a las procesiones y al casino van much¨ªsimos pontevedreses de izquierdas mientras que much¨ªsimos pontevedreses de derechas votan al BNG, que aglutina varias familias pol¨ªticas, entre ellas la UPG, comunista y marxista-leninista. ?Saben a cu¨¢l de esas familias pertenece el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fern¨¢ndez Lores? Exacto.
?Esto explica por qu¨¦ en Galicia, una comunidad en la que hay un fuerte sentimiento nacionalista, un destacado sentir galleguista y una profunda desconfianza hacia Madrid (Madrid en cursiva: el poder), no cala mayoritariamente el nacionalismo, y ni hablar del nacionalismo de centroderecha, como s¨ª lo hace en Catalu?a o en el Pa¨ªs Vasco? Qui¨¦n sabe. Desde 1999 hasta 2019, Ant¨®n Prieto fue el jefe de comunicaci¨®n del Ayuntamiento de Pontevedra. ¡°Aqu¨ª coincidieron un l¨ªder carism¨¢tico y una mirada centrada en transformar la ciudad, mitigando un poco las obsesiones m¨¢s tradicionales del BNG, que estaban en un segundo plano. La ciudad es de todos, tambi¨¦n de los cat¨®licos y los socios del casino. Y las instituciones se situaron por encima de las personas, pero sin hipocres¨ªas rid¨ªculas y desfasadas¡±.
Un an¨¢lisis habitual es que Feij¨®o hered¨® del PP de Fraga un partido que absorb¨ªa el nacionalismo moderado. Es habitual y acertado. Ant¨®n Reixa, que entre muchas cosas fue fundador del grupo Os Resentidos y autor del hit Galicia can¨ªbal (fai un sol de carallo), llama a lo de Feij¨®o ¡°galeguismo equidistante¡±. ¡°Feij¨®o es de Os Peares (Ourense), donde hay casas en las que el comedor es de la provincia de Ourense y el ba?o de la de Lugo. Eso marca. Y aprendi¨® bien la lecci¨®n de Fraga: no reclamar¨ªa ninguna competencia m¨¢s, sin ser centralista como Casado, y no ceder¨ªa nada del territorio conquistado¡±.
¡°Feij¨®o aprendi¨® bien la lecci¨®n de Fraga: no reclamar¨ªa ninguna competencia m¨¢s, sin ser centralista como Casado, y no ceder¨ªa nada del territorio conquistado¡±Ant¨®n Reixa, escritor
Teresa T¨¢boas, arquitecta y conselleira de Vivienda durante los ¨²nicos cuatro a?os en los que el nacionalismo toc¨® poder (el gobierno bipartito del socialista Emilio P¨¦rez Touri?o, 2005-2009), cree que Feij¨®o practica ¡°funambulismo ideol¨®gico: en casa viste camiseta de galeguista utilizando los s¨ªmbolos c¨ªnicamente¡±, fuera ¡°quita la m¨¢scara y se suma al coro de un partido espa?olista furibundo con las cuestiones identitarias¡±. T¨¢boas apunta dos cuestiones: la mimetizaci¨®n del PP con la Xunta (¡°fue difuminando la l¨ªnea del partido y de la instituci¨®n y, con las mejores t¨¦cnicas de cine, ha fundido los dos planos¡±) y la ausencia de un empresariado ¡°comprometido¡± que s¨ª existe en Catalu?a y Pa¨ªs Vasco. No hay, en fin, dinero nacionalista.
Margarita Ledo, hist¨®rica referente nacionalista y protagonista de la cultura gallega, cree que ese paso no atisbado que va de la ¡°diferencia¡± a la ¡±independencia¡± tiene que ver con la desconfianza en los ¨®rganos mediadores, principalmente los partidos. ¡°Hay que mirarlos como expresi¨®n de una sociedad y no solo como una puerta de entrada para quienes gobiernan bajo la batuta del capitalismo depredador de recursos, personas y mentalidades que, por otro lado, era la funci¨®n que se impuso a Galicia: saquear sus potencialidades productivas, desde la electricidad hasta ahorro o agua, un bien central¡±. ?C¨®mo? ¡°Programar ciclos intensivos de emigraci¨®n -ahora el de los j¨®venes m¨¢s educados-; aplicar medidas contra los elementos que igualan y dan cohesi¨®n: el ataque incesante contra la lengua gallega por parte de la Xunta, con su decretazo, por ejemplo. O un sistema de medios d¨¦bil atado por favores econ¨®micos, y no solo¡±.
¡°Fraga construy¨®¡±, dice Reixa, ¡°un tejido social asociativo en un territorio de nacionalismo de izquierda. As¨ª que personas inteligentes y ansiosas por hacer cosas en la sociedad optaron por el PP y, por lo tanto, sublimaron su ADN de apoyo e hiperactivo. A la izquierda le dio por pensar que esto solo era explicable en t¨¦rminos de clientelismo simple, y que el voto del pueblo no era soberano¡±. ¡°En Galicia¡±, escribi¨® Arturo Lezcano en 2016 en la revista Jot Down, ¡°hay un gobierno, cuatro diputaciones y 314 ayuntamientos. Pero para entender los mecanismos de poder hay que coger el microscopio: primero est¨¢ la aldea, luego el lugar, luego la parroquia y al final, solo al final, el concello. Qu¨¦ lejos queda Santiago, cu¨¢nto m¨¢s Madrid¡±. Desde Madrid, adonde fue a retirarse Fraga tras perder en 2005, el l¨ªder gallego dijo que de haberse quedado en Cuba, pa¨ªs al que emigraron sus padres, ¡°hoy probablemente ser¨ªa Fidel Castro¡±, con el que por otra parte mantuvo siempre una amistad euf¨®rica.
Xos¨¦ Luis Barreiro Rivas fue vicepresidente de la Xunta con Alianza Popular en los 80 y consigui¨®, como tr¨¢nsfuga, ser vicepresidente con el PSdeG tras desalojar a sus excompa?eros (el tiempo lim¨® las asperezas). Profesor universitario y polit¨®logo, cuenta su versi¨®n de qu¨¦ pasa en Galicia que no pasa en Pa¨ªs Vasco y Catalu?a. ¡°La situaci¨®n del BNG debe explicarse en funci¨®n del fracaso de representaci¨®n y liderazgo que experiment¨® el galleguismo en el exilio en M¨¦xico y Argentina, que, sin la estructura organizativa y de la consideraci¨®n institucional que s¨ª ten¨ªan los nacionalismos vasco y catal¨¢n, no pudo desempe?ar el papel de resistencia en la clandestinidad contra Franco. Como consecuencia, surgi¨® un nuevo nacionalismo interior, a principios de los 60, que, inspirado en el frentismo de los partidos independentistas de las colonias portuguesas de ?frica, y con militantes y dirigentes procedentes de la Universidad de Santiago, dieron origen a la UPG, partido nacionalista de ideolog¨ªa marxista leninista que desplaz¨® al galeguismo tradicional, inspirado en el Partido Galeguista, y consigui¨® la proeza de instalar un nacionalismo de extrema izquierda en uno de los territorios m¨¢s conservadores de Europa¡±. Barreiro cree que esto tuvo una doble consecuencia: el nacionalismo dej¨® sin ocupar el centro y cedi¨® la representaci¨®n y la imagen del nacionalismo a una sociedad parapol¨ªtica, la Editorial Galaxia, que domin¨® el panorama cultural gallego desde una perspectiva bastante conservadora¡±.
¡°Nosotras el peso de la ¡®diferencia¡¯ lo llevamos en las entra?as y la liberamos en las charangas, en la fiesta, en las brigadas de voluntarios que plantan ¨¢rboles nativos y en el cari?o del territorio cuando es atacado por la marea negra¡±, dice Ledo. ¡°La ¡®independencia¡¯ pasa por perder el miedo al patr¨®n, por no quitarse la gorra o bajar la cabeza, como dijo Fern¨¢ndez, el comandante Sotomayor en sus a?os como organizador de los marineros en A Pobra do Carami?al¡±.
Reixa relata una an¨¦cdota para explicar la desconexi¨®n de partidos que funcionan bien en el resto de Espa?a y no rascan bola en Galicia. En las elecciones de 2016, Ciudadanos llev¨® como candidata a Cristina Losada, hermana de un amigo de Reixa cofundador de los afterpunk Os Resentidos. ¡°En no s¨¦ cuantas entrevistas nuestra amiga (que pas¨® del trotskismo a P¨ªo Moa) contaba que era responsable de ponernos el nombre de Os Resentidos. Y es verdad, est¨¢bamos a punto de debutar, no ten¨ªamos nombre y aquello de ¡®resentidos¡¯ nos sonaba a ¡®The Residents¡¯, el grupo que nos inspiraba, as¨ª que lo acogimos. Esa casualidad fue toda la aportaci¨®n a Galicia de Ciudadanos¡±. Como la historia no deja de dar vueltas sobre s¨ª misma, para estas elecciones Ciudadanos ha elegido a una candidata llamada Beatriz Pino, sobrina de ?lvaro Pino, m¨ªtico ciclista gallego ganador de una Vuelta en 1986 y al que Os Resentidos dedic¨® uno de sus grandes hits: ¡°?lvaro Pino, ?comprou unha vespino!¡±.